Un informe culpa de la crisis bancaria irlandesa a su «fiebre especulativa»
El colapso del sistema financiero irlandés, que obligó a poner en marcha una operación de rescate valorada en 85.000 millones de euros, fue causada por la expansión «sin freno» de una «fiebre especulativa nacional» financiada por unas entidades que asumieron más riesgos de los que podían afrontar. Es lo que indica un informe de un ex economista del FMI, que critica con dureza la actuación de las instituciones públicas irlandesas.
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El estudio que analiza las causas de la crisis financiera irlandesa lleva por título «Riesgo Malinterpretado: causas de la crisis de la banca en Irlanda» y es fruto de seis meses de investigaciones del finlandés Peter Nyberg, ex economista del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El informe concluye que las señales de alerta respecto al posible estallido de la burbuja inmobiliaria fueron «modestas e insuficientes» y critica duramente la actuación de los bancos, la Autoridad Reguladora Financiera y el Ministerio de Finanzas del país.
El experto reconoce que hubo factores internacionales que contribuyeron a precipitar los acontecimientos, aunque subraya que la crisis fue resultado de las decisiones adoptadas exclusivamente «a nivel doméstico». «La actitud relajada de las autoridades es consecuencia de que o bien fracasaron a la hora de comprender los datos o bien no fueron capaces de evaluar y analizar correctamente sus implicaciones», señala.
Durante las casi dos décadas de espectacular crecimiento económico experimentado por Irlanda, el país cayó en lo que Nyberg califica de «fiebre especulativa nacional».
Además, la mayoría de los bancos trató de imitar, con una «mentalidad de rebaño», las prácticas crediticias del Anglo Irish Bank, cuyas enormes deudas hicieron saltar todas las alarmas hace cuatro años y provocaron la caída de casi toda la banca estatal.
En este sentido, el analista culpa a las entidades de ofrecer balances de cuentas maquillados, lo que quizá llevó al Gobierno a garantizar en 2008 todos los depósitos de los bancos nacionales, una medida que condujo la deuda estatal a extremos insostenibles. En este contexto, el Gobierno de Dublín se vio obligado el pasado noviembre a aceptar una rescate financiero de la Unión Europea y del FMI valorado en 85.000 millones de euros, ante su incapacidad para obtener financiación en los mercados internacionales.
«Si los bancos hubiesen publicado información precisa sobre sus deudas, parece probable que el Gobierno habría contemplado seriamente ofrecer una garantía más limitada y nacionalizar al menos un banco», agrega el informe.
Anuncio del Gobierno
Tras hacerse público el contenido del estudio, el ministro de Finanzas, Michael Noonan, destacó la voluntad del Ejecutivo de reformar en profundidad la regulación del sistema bancario.
Recordó particularmente que su Gobierno, dirigido desde marzo por el centrista Enda Kenny, proyecta una reforma constitucional que pretende ampliar los poderes del parlamento en la regulación bancaria. Esta reforma tendrá que ser sometida a referéndum.
El nuevo gobierno también quiere reforzar los poderes del Ministerio de Finanzas y del banco central, y obligar a los bancos a renovar de aquí a 2012 a los miembros de sus consejos de administración.
El ex director del banco irlandés Allied Irish Banks (AIB), Colm Doherty, se embolsó millones de euros a su salida en noviembre de la entidad, poco después de haber sido intervenida por el Estado, según revelaba recientemente el diario Irish Times.
Según el rotativo irlandés, Colm Doherty, que había tomado las riendas del banco en 2009, percibió un salario de 432.000 euros hasta que dejó el banco, y gozó además de una prima de 707.000 euros contractual -vinculada a su salida anticipada-, así como una suma de cerca de dos millones de euros para compensar sus derechos por la salida.
El banco se negó a confirmar estas informaciones, que deberían figurar en el informe anual de resultados, que será públicado próximamente.
En cualquier caso, las muestras de indignación no se han hecho esperar y el principal sindicato del sector bancario, el IBOA, ha denunciado que estas cifras «sobrepasan cualquier lógica», según indicó su secretario general, Larry Broderick.
Por su parte, el ministro de Finanzas Michael Noonan afirmó que este pago era una «herencia» legada por el antiguo gobierno de Brian Cowen y que el nuevo Ejecutivo va a derogar este tipo de prácticas.
AIB, una de las entidades acusadas de crear la burbuja inmobiliaria, registró unas pérdidas de 10,4 mil millones de euros en 2010, y ha anunciado que suprimirá 2.000 empleos de aquí a finales de año.
En diciembre de 2010, el Estado se hizo con más del 90% de su capital, convirtiéndose en la cuarta entidad nacionalizada desde el inicio de la crisis. GARA