La explosión simultanea de tres bombas en la ciudad Maiduguri del norte de Nigeria intensificó ayer aún más el clima de terror que vive estos últimos días el país africano. Según señaló un portavoz de la Policía local a la agencia Reuters, dos de las bombas fueron colocadas en el hotel Tudu Palace, mientras la tercera fue explosionada en la estación de transportes de Tashar Kano.

A consecuencia de la explosión murieron tres personas y cerca de una quincena resultaron heridas, aunque a última hora de ayer continuaban rastreando la zona en busca de más perjudicados.

Ningún grupo reivindicó ayer el ataque, aunque la Policía sospecha del grupo islamista Boko Haram, asiduo a realizar acciones de ese tipo; este mismo grupo, levantado en armas en el año 2009, amenazó el pasado domingo con no interrumpir los ataques que realiza desde hace ya unos meses si no se hace lo que exige; quieren, concretamente, que tanto el sistema político actual como la Constitución sean abolidas, para poder así implantar la Sharia ¯ley islámica¯.

Cerca de 500 muertos

Maiduguri ha sido, junto a varias localidades del norte de Nigeria, testigo de los graves disturbios que enfrentan a partidarios del candidato cristiano a las elecciones presidenciales Goodluck Jonathan, como a seguidores de su mayor contrincante, el musulmán Muhammad Buhari; tras los comicios celebrados el pasado 16 de abril, la Comisión Electoral Nacional Independiente dio la victoria al primero, lo que provocó la denuncia del candidato musulmán, aduciendo fraude.

Según aseguran los partidarios de Buhari, miembros del comité de seguimiento de Jona-than manipularon los resultados en varias regiones del norte, por lo que recurrieron los resultados.

No obstante, las acusaciones lanzadas por el candidato musulmán han generado graves enfrentamientos entre las dos partes. Desde el Gobierno se ha denunciado la quema de coches, tiendas y casas, «y lo que es peor aún, decenas de violaciones, mutilaciones y asesinatos». Aunque fuentes gubernamentales no hayan querido concretar ningún dato, varias ONG aseguran que el número de muertos oscila entre los 400 y 500.

Estos ataques se producen justo cuando la ronda de elecciones que afronta el país está a punto de llegar a su fin, dado que hoy se celebrarán en los 36 estados del país las elecciones regionales que desginarán a sus gobernadores.