La presente edición del Manomanista parece la de las grandes dudas de los grandes favoritos, ya que si en la presentación fue el campeón Juan Martínez de Irujo el que mostró públicamente sus miedos por el estado de sus manos, ayer fue otro de los aspirantes, Aimar Olaizola, el que declaró públicamente que sus sensaciones previas al debut no son nada buenas.

Su participación en la final del Parejas, donde realizó una gran exhibición, y el hecho de tener que comenzar en el Manomanista desde la segunda eliminatoria, han hecho que el de Goizueta apenas haya tenido tiempo de realizar un par de entrenamientos en toda la cancha y no se ve demasiado bien preparado para su duelo ante Merino II el sábado.

«He hecho dos entrenamientos y no me encuentro muy bien. Me veo torpe y raro, sin mucha chispa. Hay que cambiar todo, casi todo el año jugamos del cuadro cuatro y medio para adelante y los movimientos del mano a mano son bruscos para después de una operación. Todavía me da un poco de miedo», declaró el de Goizueta en una elección sin quejas.