El escritor y crítico italiano brilla por su exquisitez, ya sea hablando de mujeres que han marcado la historia, de autores que no deben faltar en una biblioteca que se precie o hurgando en los mitos y leyendas constitutivos de nuestro mundo. Se presenta ahora la obra del florentino que fue editada por Seix Barral en 1998 y que hacía tiempo que estaba descatalogada, y es de aplaudir la iniciativa, pues se pone al alcance de la mano un libro que resulta recomendable se mire por donde se mire.

Todo un amplio abanico del imaginario simbólico, de las leyendas tomadas de la literatura o de los textos supuestamente sagrados, de distintas procedencias geográficas y culturales, son puestos en movimiento en este libro. Es como un destello, como un guiño que arroja el cielo a los humanos como quien entrega una brújula con la que orientarse en la compleja realidad. En cinco bloques nos son expuestas las visiones de diferentes horizontes ideológicos, religiosos y culturales. El legado griego, el cristianismo, el Tao, el islam y un poupurri que nos lleva desde la caída de los aztecas a la visión pesimista de Leopardi.

Rastrea el libro por todos los territorios nombrados, que como rebotados del pensar humano, quedan plasmados en textos que son como mensajes orientadores en la ignorancia perpleja de los humanos, sin guía, sin verdad, sin norte ni sur. Retazos de sabiduría forjada en noches en vela y en días de ocio reflexivo que han balizado el caminar de los humanos y que aún perduran con su alargada sombra. Pietro Citati presenta este amplio panorama entrelazándolo de manera magistral en estas «páginas amarillas» de las creencias.

Ejemplar y aleccionador repaso que resulta quizá hoy más atractivo que nunca en estos tiempos en que los agoreros se empeñan en anunciar el apocalipsis. «Ahora, hemos llegado verdaderamente `allí', más allá de la vida, más allá del dominio mismo de la esquizofrenia, al vacío, donde no hay grito que rompa el silencio mortal de la invencible noche». Así, despojados de la luminosa esperanza, nos queda la vida, el verbo y este cúmulo de bellas narraciones que han forjado durante años la armazón de las creencias humanas, base sobre la que han flotado esos seres de los que dijese Aristóteles que por naturaleza querían saber, cuando quizá resulte más exacto afirmar que lo que han querido es creer. Allá donde haya humanos habrá historias y notarios, como Pietro Citati, para transcribírnoslas y deleitarnos con ellas.