Gerediaga Elkartea recordará hoy al arquitecto suizo Alfredo Baeschlin, quien vivió en Abadiño durante dos años y publicó en 1929 un libro sobre la arquitectura del caserío vasco, en el que recogió muchos ejemplos de los caseríos del Duranguesado y que fue durante décadas «referencia indiscutible en la mayoría de los trabajos sobre arquitectura». A los 128 años de su nacimiento, Gerediaga Elkartea restablecerá la placa conmemorativa que en el año 1984 se colocó en la ermita del barrio Astola de Abadiño.

Baeschlin nació el 28 de abril de 1883 en Suiza. Estudió arquitectura en Zurich y Alemania y fue profesor de la escuela de arte y oficios en Berna. Fue defensor de la arquitectura regional y trabajó en la generación de un estilo neovasco y en 1920 construyó el palacio Ajuria Enea.

En los años 1926-1927 vivió en Abadiño, en el palacio Bengoa, situado en la calle actualmente dedicada a él. Allí inició sus primeras investigaciones sobre la arquitectura popular, que publicaba asiduamente en la revista «La tarde», del PNV de Bilbo. También aprendió euskara mientras residió en Abadiño.

En 1929 publico el libro «La arquitectura popular del caserío vasco», considerado durante decadas una investigación básica a la hora de estudiar la arquitectura popular vasca.

El 28 de abril de 1984, con motivo del 101 aniversario de su nacimiento, Gerediaga Elkartea colocó una placa en su honor y recuerdo junto a la ermita de San Vicente de Astola. Dicha placa hubo de ser repuesta por haber sido rota. La siguiente también corrió la misma suerte, por lo que Gerediaga Elkartea volverá a poner hoy una nueva en recuerdo de Alfredo Baeschlin.