Joxe Mari Mujika vuelve a Orereta tras casi veinte años de cautiverio
Una treintena de familiares y amigos se trasladarón ayer desde Orereta hasta Villena (Alacant) para esperar a su salida de prisión a Joxe Mari Mujika, que ha permanecido preso 20 años. Tras horas de viaje de vuelta a Euskal Herria, el ex preso fue recibido por medio millar de personas. A su llegada, quiso enviar todo el calor recibido a los presos políticos. Por otra parte, mañana recuperará su libertad Jon Agirre Agiriano, de Aramaio, que lleva 30 años encarcelado.
GARA | ERRENTERIA
Después de sufrir en sus propias carnes durante veinte años la política de dispersión penitenciaria, el oreretarra Joxe Mari Mujika Pikabea, Jitxo, abandonó ayer la prisión alicantina de Villena al cumplir en su totalidad la pena impuesta en 1995. Tenía 22 años cuando fue detenido y ha salido con 42.
La salida del vecino de Errenteria se produjo hacia las 8.30 y en la puerta le esperaban una treintena de familiares y amigos con ikurriñas y banderolas por la repatriación de los presos políticos en mano. Mujika abandonó la prisión emocionado al abrazarse con los suyos y algo nervioso por la algarabía que creó su salida entre los vecinos de Errenteria. La Policía española identificó, uno por uno, a todos los vascos que viajaron hasta el Levante durante la noche.
Según relataron vecinos de la localidad guipuzcoana a GARA, en Villena pudieron hablar durante una hora y trasladar todo su apoyo a las presas vascas que se asomaron por la ventana. Momentos emocionantes se vivieron también cuando el preso de Errenteria Joseba Agudo se asomó entre los barrotes.
Ongi-etorri en Errenteria
Tras recorrer los 748 kilómetros que separan Errenteria con Alacant, el ya ex preso fue recibido en su localidad natal. A su llegada pudo abrazar a su hija, que se encontraba entre los cientos personas que se reunieron en la Plaza Xenpelar y que con un aurresku y ramo de flores le dieron la bienvenida.
Mujika tuvo palabras de agradecimiento para las decenas de personas que lo acompañaron a la salida de prisión en Alacant y para todos aquellos que le dieron la bienvenida ya en Orereta, aunque en esos momentos se acordó sobre todo de los compañeros que ha dejado atrás. Así, quiso enviar el calor que recibió a todos los presos políticos vascos. Asimismo, animó a afrontar «con fuerza y con ganas los tiempos que vienen».
Joxe Mari Mujika fue detenido el 17 de julio de 1991 y en 1995 la Audiencia Nacional española le condenó a 25 años de prisión. Desde entonces ha permanecido en casi una decena de cárceles españolas. Desde que ingresó en Carabanchel (Madrid), ha conocido los centros de Alcalá Meco (Madrid), Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Cáceres I (Cáceres), Cartagena (Murcia), Valdemoro (Madrid) y, durante los últimos nueve años, el de Villena (Alacant).
Otros actos
En defensa de los derechos de los presos políticos vascos, el sábado celebraron el Zizurkil el II. Aiztondora! Elkartasun Eguna. Al mediodía, en un acto que sucedió la comida popular, exigieron la repatriación de los presos y rindieron homenaje a sus familiares.
Asimismo el viernes se reunieron 123 personas en Soraluze y el sábado 65 en Hondarribia.
Joxe Mari Mujika fue detenido en 1991, con 22 años, y ha salido de prisión con 42. Durante este tiempo ha conocido siete prisiones españolas y los últimos nueve años ha permanecido en Alicante, a 748 kilómetros de su localidad.
Mañana recuperará su libertad Jon Agirre Agiriano con 69 años, tras permanecer 30 años encarcelado. Agirre Agiriano, natural de Aramaio, fue detenido en mayo de 1981 por la Guardia Civil en Arrasate y condenado a 30 años de prisión. En mayo de 1996 cumplió las tres cuartas partes de su condena y en octubre de 2006 la pena en su totalidad. Aun así, en setiembre de ese mismo año le aplicaron la nueva doctrina del Tribunal Supremo, alargando la condena en cinco años más. El preso, que padece enfermedades graves e incurables, se encuentra actualmente en Basauri. Agirre Agiriano sufre de artrosis generalizada en ambas caderas -en 2005 le implantaron una prótesis- y una hernia discal. Además, padece diabetes mellitus diagnosticada en 1998 y, a consecuencia de la misma, miopía, hipercolesterolemia, hipergliceridemía y grave riesgo de infarto de miocardio, además de otras como enfermedad de Dupuytre, retracción de la palma de la mano.
En un informe elaborado sobre el estado de Agirre Agiriano, Etxerat denuncia que «no es casualidad» que sufra tantas afecciones relacionadas con los huesos o articulaciones. «Las estructuras físicas de las cárceles han hecho posible esta situación: los pisos de cemento, las celdas pequeñas, las escaleras... afectan a cualquiera y Jon es un ejemplo claro de ello». GARA