El líder del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero eligió su tierra natal, Castilla y León, para iniciar su debut en la campaña electoral para los comicios autonómicos y locales del próximo 22 de mayo. Después de presidir el Consejo de Ministros, el jefe de gobierno aprovechó la simpatía que genera en su provincia natal para catar los apoyos que estos últimos meses ha carecido. Y es que se prevé que la crisis económica por la que atraviesa el Estado español y la presión que ejerce la oposición, jueguen una mala pasada al mandatario en su última campaña como presidente del Gobierno.

Precisamente, fueron la mala gestión del Ejecutivo y el alto nivel registrado de parados, las bazas principales con las que jugo ayer su principal rival, el Mariano Rajoy. El líder del PP optó por participar en un mitín en territorio enemigo, en Extremadura, que tradicionalmente ha estado en manos del PSOE. No obstante, las encuestas auguran un incremento desorbitado de los populares en esas tierras, lo que muestra la debacle en la que se encuentra el PSOE.

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, protagonizó un acto público en Valladolid.