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GIRO 2011 Euskaltel vuelve tras dos años de ausencia con el objetivo de ganar con Igor Antón su primera etapa en la ronda italiana

Una prueba de deporte extremo

Una crono por equipos da inicio a la grande más dura que se recuerda, con sólo cuatro etapas para los sprinters, cinco de media montaña y nueve de alta montaña, con ocho finales en puertos de entidad. La participación no tiene nada que envidiar a la del Tour.

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Joseba ITURRIA

El Giro comienza la carrera más dura que se recuerda en Turín a las 15:50 con una crono por equipos en la que Euskaltel será el séptimo en salir. Ahí empezará a cubrirse un recorrido exageradamente duro, más propio de una prueba de deporte extremo que de una carrera ciclista, con etapas de hasta 6.500 metros de desnivel y 242 kilómetros de recorrido. Son nueve de alta montaña, ocho finales en alto y dos jornadas épicas al final de la segunda semana que han puesto los pelos de punta a los que las han reconocido.

Tanto por la dureza de las subidas como por el descenso del Crostis, ante el que Contador llegó a decir tras conocerlo que valoró bajarlo en mountain bike por su estrechez y peligrosidad por el abismo que amenazaba el borde de la ruta. Tras reconocer la parte final de estas dos etapas con las subidas terribles al Crostis, Zoncolan, Giau, Marmolada, y el Gardeccia, Carlos Sastre, que inicia hoy su 25ª grande, llegó a afirmar que «no he visto nunca unas etapas tan largas, tan duras y tan espectaculares».

En su afán de superación por buscar espectacularidad a su carrera, a los organizadores del Giro se les ha ido la mano con una dureza exagerada. Apenas hay tregua en cuatro etapas llanas para llegar al sprint, la crono por equipos de hoy y la final de Milán. El resto de las jornadas son de media montaña, con puertos cerca de meta o finales en subidas, o de alta montaña.

Dos finales en alto casi de inicio

Para la primera semana ya hay dos etapas de alta montaña. El viernes hay una explosiva de sólo 110 kilómetros que acaba a 1.260 metros de altitud en Montevergine di Mercogliano tras superar antes la Serra della Strada. Una jornada a la que los corredores llegarán tras recorrer el día anterior 216 kilómetros en una etapa de media montaña con final en subida. Y el domingo espera la doble ascensión al Etna, aunque en la primera no se llega hasta la línea de meta.

La dureza del Giro recomienda llegar fresco a los últimos nueve días, pero estas dos etapas van a realizar la primera selección. La mayor llegará el segundo fin de semana. Tras el final del viernes en la cima austriaca de Grossglockner, entre sábado y domingo esperan 440 kilómetros de tal dureza que pueden provocar que para entonces todo quede sentenciado.

Todo dependerá de cómo esté Contador. Si es superior a los demás, las diferencias tras esas etapas pueden resultar enormes, sobre todo en la segunda tras superar los 6.500 metros de desnivel que suman los cinco colosos que se van a subir ese día, entre los que destacan el Passo Giau, cima Coppi este año, la terrible Marmolada (Passo Fedaia) y el final en Gardeccia.

Son etapas tan duras que también se corre el riesgo de que la carrera se bloquee y nadie ataque desde lejos. Porque, como toda prueba de deporte extremo, será una carrera de eliminación en la que no se trata de atacar, sino de resistir y esperar que sean otros los que cedan.

La última semana tampoco tiene desperdicio, con una cronoescalada el martes, una etapa el miércoles de 230 kilómetros en los que se se suben Tonale y Aprica antes de llegar a Tirano, una jornada de media montaña el jueves y entre el viernes y el sábado otras dos de alta montaña con 225 kilómetros de media y llegadas en puertos de la envergadura de Macugnaga y Sestrieres tras superar antes el Mottarone y el épico Finestre.

Una participación de nivel

Lejos de asustarse con ese recorrido, muchos ciclistas de nivel han apostado por volver al Giro, aunque en algunos casos como Contador y Menchov, primero y tercero del último Tour, más por obligación que por devoción, porque no pueden marcarse la carrera francesa como objetivo del año. El Geox del ruso no ha sido invitado y Contador está a la espera de que el TAS le sancione por su positivo de clembuterol de la última edición del Tour.

Son los dos grandes favoritos de la prueba, sobre todo Contador, aunque este año se ha mostrado más irregular que en los anteriores. Falló en la crono del Algarve, en la etapa de montaña de Castilla León y en la Flecha tampoco estuvo con los mejores. Si está a su nivel será el rival a batir porque tiene un recorrido ideal. Otra cosa es la respuesta que pueda dar su equipo, que nada tiene ver con el del Astana con el que ganó su primer Giro en 2008 en su única participación en la prueba italiana.

Menchov, ganador de 2009 y quinto en 2008 sin forzar la máquina, fue tercero en Murcia y decimocuarto en Romandía, pero en ninguna prueba ha buscado la victoria. Ha querido llegar con las fuerzas intactas a un Giro muy duro y además cuenta con el apoyo de un buen equipo con escaladores del nivel de Sastre, Valls, Duarte y Blanco y sus dos corredores de confianza, Ardila y Kozontchuk, que conocen el Giro a la perfección.

Junto a ellos estará el mejor corredor del pasado año, Joaquim Rodríguez, que quería volver al Tour tras acabar octavo en su debut en la prueba y cuarto en la Vuelta, pero Katusha le ha pedido que se marque el Giro como gran reto para aprovechar la dureza de la prueba italiana.

También Astana ha encomendado a su fichaje estrella, Roman Kreuziger, que se marque el Giro como primer objetivo. Junto a ellos destacan los dos dominadores de la pasada edición de la Vuelta, Igor Antón y Vincenzo Nibali, que se retan en Italia antes de volverse a enfrentar en la ronda española.

Nibali, último ganador de la Vuelta y tercero en el pasado Giro tras Basso y David Arroyo, se presenta como el corredor más fuerte entre los italianos para defender su hegemonía en la prueba. Sólo Contador (2008) y Menchov (2009) han podido con los anfitriones en las últimas catorce ediciones. Michele Scarponi se presenta como la segunda baza italiana y liderará al Lampre, que está en un momento difícil por el proceso judicial abierto en Italia contra el equipo. Cuarto en el último Giro, llega en un buen momento de forma tras ser segundo en la Volta y primero en el Giro del Trentino en sus dos últimas pruebas.

Otros nombres

En el segundo escalón de favoritos, para la pelea por entrar el Top 10, hay que contar con David Arroyo por su segundo puesto del año pasado, Sastre, Machado, Hoogerland, Lövkvist, Le Mevel, Seeldrayers, Pozzovivo y Sella, que vuelve al Giro tras la sanción recibida por dar positivo de CERA en 2008 tras ser sexto en la general del Giro, ganar tres etapas y la montaña.

A parte de los escaladores, entre los sprinters destaca la presencia de Cavendish, Petacchi y Farrar, aunque lo más normal es que los tres se retiren tras los primeros quince días de carrera para empezar a pensar en el Tour. Junto a ellos estarán McEwen, Cardoso, Brown y Modolo.

LOS FAVORITOS

Contador, Menchov, Joaquim Rodríguez, Igor Antón, Nibali, Scarponi, Kreuziger, Arroyo, Machado y Sastre destacan entre los ciclistas que parten con la intención de disputar la general del Giro sin pensar en el Tour.

DOS días INFERNALES

Hay dos finales en alto de nivel en la primera semana y después se encadenan siete etapas de gran dureza entre las que destacan las del final de la segunda semana, tanto por la dureza de las subidas como por una bajada del Crostis muy peligrosa.

La participación vasca se limita a los nueve corredores del Euskaltel

La participación vasca del Giro se reducirá a los nueve ciclistas con los que Euskaltel vuelve a la carrera a la que renunció en las dos ediciones anteriores. Igor González de Galdeano regresa a la prueba italiana con Igor Antón, Mikel Nieve, Juanjo Oroz, Iñaki Isasi, Javier Aramendia, Jorge Azanza, Pierre Cazaux, Miguel Mínguez y Daniel Sesma. Al final Movistar se decantó por Carlos Oyarzun, primer chileno que corre el Giro, para sustituir a Andrei Amador, cuando parecía que se disputaba una plaza con Javier Iriarte. Arkaitz Durán, que era el único vasco de los equipos que corren en el Pro Tour que tenía en su calendario el Giro, no ha confirmado la buena forma que mostró en la primera carrera de Mallorca y no ha entrado en el nueve del Geox.

El bloque naranja está pensado en arropar a Igor Antón en el Giro y la Vuelta, donde repetirán Nieve tras su gran nivel en la última edición, Isasi y Oroz. Ellos deberán asumir la mayor responsabilidad en el Giro en un equipo en el que los demás tendrán que trabajar para su líder e intentarán dejarse ver en las escapadas. No será fácil porque el recorrido de este Giro resulta tan salvaje que a partir de la novena etapa pocos van a tener el ánimo y las energías para buscar una escapada.

La dureza de este Giro es tal que Igor González Galdeano ha preferido no hacer debutar allí a dos de los mejores jóvenes que en principio tenían en su calendario la prueba italiana, Gorka Izagirre y Jonathan Castroviejo. Sólo debutarán en una grande un corredor resistente como Sesma y un escalador puro, pero también resistente, como Mínguez tras su buen inicio de año, al ser el mejor Euskaltel en Murcia y la Volta y llegar a meta en la París Roubaix, aunque fuera de control. Ha superado las secuelas de la caída sufrida en Castilla León. Llama la atención la presencia de cinco navarros en el nueve para hacer valer el espíritu de sacrificio que les caracteriza y que será necesario para acabar la prueba.

Igor Antón, como explica el de Galdakao en la entrevista que publicará mañana GARA, se va a centrar en buscar la primera victoria de etapa del Euskaltel en el Giro y no quiere pensar en la general para poder llegar fresco mentalmente a su gran objetivo del año, la Vuelta. El trazado le ofrece muchas opciones para ganar alguna etapa y más si no disputa la general, lo que le dará una mayor libertad. Su preparación ha ido por el buen camino, al estar con los mejores en Castilla León y las clásicas y llega fresco y muy motivado. Joseba ITURRIA

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