Al tiempo que la gasolina marcaba un precio récord, el petróleo comenzó el jueves una fuerte caída que tuvo ayer continuidad. En Londres, el barril Brent cotizaba al cierre del miércoles a 121,19 dólares. Veinticuatro horas más tarde caía a 110,80 dólares, y ayer, el cierre de esta edición, se hallaba ya a 106,90. Hay que especificar que el del petróleo es un mercado de futuros y que estos precios son para un crudo que se entregará en junio. En Nueva York, el barril Texas se situó por debajo de los 100 dólares.

El descenso del jueves fue el más pronunciado del Brent en los dos últimos años, lo que situaba el precio en los niveles del mes de febrero, cuando el estallido de las revueltas en el mundo árabe desató una imparable subida.

Las caídas también afectaron a otras materias primas como el cobre, el estaño, el cacao, el café, el azúcar y el plomo, algo que los analistas atribuyen a las cifras del paro en Estados Unidos, que subió un 0,2% pese a que se crearon más empleos de los previstos.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, mostró su satisfacción al manifestar que «todo lo que vaya en la dirección de calmar los precios del petróleo y de las materias primas es bueno en todos los sentidos», ya que «en términos de consolidación de la recuperación económica» los altos costes tienen «un impacto inflacionista y depresivo».