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Disminuye el número de cigüeñas reproductoras en Nafarroa por la destrucción de sus nidos

GARA | IRUÑEA

Ni por San Blás las veremos de confirmarse la tendencia. Por primera vez en 25 años, la población reproductora de cigüeñas ha descendido en Nafarroa, según ha alertado Gurelur, por la «indiscriminada eliminación de sus nidos y los tendidos eléctricos». Este colectivo ha revelado que el año pasado se censaron 855 parejas reproductoras y que, aunque el número de parejas que han podido iniciar la reproducción durante el 2011 ha sido superior a las 846, algunas no la han podido concluir al haber sido eliminados sus nidos o morir por electrocución al ubicarlos en postes de tendidos eléctricos.

Funes, con 89 parejas, es la primera localidad cigüeñera navarra, debido al aumento de los ejemplares que utilizan para nidificar los Sotos de Gil y Ramal Hondo, mientras que Corella es el segundo municipio al albergar 82 parejas. Le siguen a estas localidades Lodosa con 71, San Adrián con 67 parejas reproductoras, Tutera con 60, y Cortes con 58.

Estas seis localidades soportan más de la mitad de la población reproductora, según ha indicado Gurelur, que ha precisado, además, que las mayores concentraciones de nidos en un sólo inmueble se hallan en el viejo edificio de la azucarera de Cortes con 58, la iglesia nueva de San Adrián con 48 nidos en sus torres y tejados, y la catedral de Tutera con 24.

En enclaves naturales destacan los Sotos de Gil y Ramal Hondo en Funes, que tiene 86 parejas; la colonia existente en las orillas del Ebro en Lodosa con 70 nidos; y los cortados de Faltzes y Azagra, con 31 y 26 nidos, respectivamente.

Más nidos en árboles

Dicho colectivo ha indicado, además, que, siguiendo con la tónica iniciada en los últimos años, ha aumentado «significativamente» el número de cigüeñas que han elegido para ubicar sus nidos en los árboles, donde ya tiene controlados 254. Otra ubicación natural que acoge una importante población son los riscos cercanos a los pueblos, como es el caso de Azagra, Faltzes y Milagro, donde hay 87 parejas nidificando.

Para Gurelur, esta tendencia a ubicar cada vez más nidos en enclaves naturales está evitando parte de los problemas que originan los nidos en algunos edificios.

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