La Peña Montañesa se está convirtiendo (o ya se ha convertido) en uno de los terrenos predilectos de pared alpina para los pirineístas de ambas vertientes de la cordillera. Con eso no queremos decir que esté de moda, y es que en sus murallones no se regala nada. No hay líneas con un espíritu estrictamente deportivo; lo que sí ofrece es un espectacular escenario para la práctica de la escalada alpina.

Aunque no haya ningún tipo de reglas impuestas, las actividades que se han realizado hasta el día de hoy en la Montañesa presentan una ética muy respetuosa. Y un claro ejemplo de ello es la última apertura realizada hace escasas fechas por el trío formado por Oriol Anglada, Marisol Monterrubio y Jesús Ibarz: «Super Energy» (420 m, 8a).

Nada de apertura con taladadro desde arriba, sino todo lo contrario, como aseguran los propios protagonistas: «Todos los largos los hemos abierto desde abajo, forzando en libre todo lo que podíamos, combinando artificial cuando se ponía muy duro, protegiendo cuando se podía y, cuando no podías meter nada, en las placas, pues poníamos un parabolt. La ética era meter el mínimo de parabolts».

Propuesta de primer 8a

Los escaladores apostaron por una apertura de mucho respeto a ese terreno alpino. Y si todo ello fuera poco, apretaron tanto en libre que, por primera vez en la historia de la Montañesa, han propuesto el primer 8a .

La vía tiene 420 metros y se encuentra en la proa llamada el Pilar del Sobrarbe: «Aparte de abrir, también la encadenamos, proponiendo para el largo clave 8a. Es muy guapa sobre roca excelente. También es mantenida y exigente, y los tramos muy obligados con los seguros lejos. El largo de 8a lo abrimos como los demás, desde abajo. Nos íbamos turnando los tres para abrir las tiradas. Además la línea tiene tramos obligados (hasta 7b) que hay que escalar con los seguros lejos y sin opción a proteger. Fijábamos cuerda y todos los días bajábamos a pie de vía donde vivaqueábamos».

Sobre el material a llevar, los aperturistas aconsejan un juego y medio de Aliens, un juego y medio de Camalots hasta el número 3, un juego completo de fisureros y cuerdas de 60 metros. Comentar asimismo que Ibarz encadenó todos los largos en un ataque de dos días.

Libre hasta 7c

Sin salir del mismo escenario, pero con distinto objetivo, Unai Mendia y Albert Salvadó se presentan ante la vía «Magnum Triple» (ED+, 6c/A2+) con el objetivo de liberarla.

Abierta en el 2001 por Bruno Sourac, Chemari Andrés y Sepu, esta línea y su apertura también tiene unas características a tomar en cuenta: dura y exigente, con un estilo mixto de libre y artificial y una filosofía de mínima expansión. A diferencia de la apertura anterior, los protagonistas de «Magnum Triple» no la liberaron. Pero, después de 10 años de su apertura, le ha llegado su punto rojo.

Tanto Mendia como Salvadó conocen muy bien los entresijos de la Peña Montañesa. Les va y mucho ese terreno, y es que llevan ya unas cuantas temporadas dándole tanto a las aperturas como a líneas que no contaban con el punto rojo de la escalada en libre.

La «Triple Magnum» es una ruta que se encuentra a la izquierda del Pilar del Sobrarbe. Según Salvadó, la vía no da concesiones: «Está abierta por tres escaladores muy fuertes y curtidos. La vía es muy recomendable para quienes buscan el auténtico terreno de aventura. La línea tiene una travesía de 40 metros al penúltimo largo que la cruzamos sin saber mientras abríamos «Lágrimas en la Roca». Pusimos una reunión en la parte final de la travesía (de 6b+). Y por eso la queríamos repetir. Está claro que la afectamos: una reunión de dos parabolts siempre interfiere. Quería saber si le restamos compromiso o si modificamos la dificultad del largo. Llamé a uno de los aperturistas, Chemari, para pedirle disculpas y para saber su opinión».

Querían escalarla y si era posible forzarla en libre, y la «jugada» les ha salido muy bien. Y es que esta cordada escalaba todas las tiradas en libre, incluso el largo clave , el cuarto que estaba cotado de 6b/A2+.

Varios tramos autónomos

Como se observa en el croquis realizado por el escalador catalán, no siguieron totalmente la línea original, ya que para recrearse en el libre prefirieron hacer varios tramos autónomos: «El cuarto largo es grandioso, difícil y comprometido. Unai dio una lección renunciando a pitones y además la libera proponiendo esa tirada de 7c. Complementó los pocos espits originales con fisureros y algún camalot mediano. Tiene secciones de 7b obligado con seguros poco evidentes si se escala en libre».