Amparo Lasheras

A los candidatos a futuros cargos electos, el pueblo, los votantes, la gente, tenemos que exigirles más de lo posible. Tal vez así en sus programas cumplan con lo difícil y se atrevan a intentar lo imposible, como diría la máxima revolucionaria. En esta misiva que no tiene destinatario concreto ni oficial, yo también voy más allá. Parto de la realidad ineludible de que la o el candidato al que pediría el importante compromiso de llevar a cabo cambios políticos y sociales que encaminen a Euskal Herria hacía un nuevo ciclo está excluido de la participación política y forma parte de una larga lista de presas y procesados políticos vascos. Mi carta va dirigida a los hombres y mujeres de esa joven y emergente candidatura, Bildu, que la Ley de Partidos no ha podido vetar; esa coalición que, con el apoyo popular, ha resistido los envites políticos del Gobierno y de la Judicatura española. El 23 de mayo ocuparán con todo derecho las instituciones locales de nuestro pueblo, entonces quisiera decirles que, además de cumplir con el herri programa de cada localidad, trabajen encarecidamente porque, en el futuro, nadie sea excluido del derecho a la participación política, ni por sus ideas ni por la lucha con que las defendió.