Israel ensangrenta la conmemoración de la «Naqba» en Líbano, Siria y Gaza
Diez muertos en Líbano, otros cuatro en los Altos del Golán y uno más en Gaza. Israel tiñó ayer de sangre la conmemoración de la «Naqba», fecha que marca el inicio del exilio forzoso y la pérdida de casas y tierras palestinas que supuso a creación del Estado de Israel en 1948. Las autoridades sionistas decretaron el estado de alerta militar en sus fronteras con Líbano y Siria, a cuyos gobiernos responsabilizaron de lo ocurrido.GARA |
Al menos quince personas murieron y cerca de 200 resultaron heridas por la intervención del Ejército israelí contra los manifes- tantes palestinos que ayer conmemoraban el 63 aniversario de la «Naqba» (catástrofe) cerca de sus fronteras en Líbano y Gaza y en los territorios ocupados de Cisjordania y Altos de Golán. Es el balance más trágico en esta fecha desde que en 1998 cinco palestinos murieran en la Franja de Gaza y en Cisjordania.
El mayor número de muertos se registró ayer en el sur de Líbano cuando soldados hebreos desplegados en la frontera dispararon contra los refugiados palesti- nos que sobrepasaron las barreras colocadas por el Ejército libanés y lanzaron piedras contra posiciones israelíes. El saldo fue de al menos diez fallecidos por disparos, lo que constituye el incidente más grave en esta frontera desde la guerra entre Israel y Hizbulah de verano de 2006.
Miles de refugiados palestinos se habían reunido en Maroun al-Ras, a un kilómetro de la frontera, igual que sus compatriotas en los territorios palestinos y del Golán sirio anexionado por Israel. En Líbano hay entre 300.000 y 400.000 refugiados palestinos, la mayoría de ellos hacinados en doce campos superpoblados y fuertemente armados.
Hombres, mujeres y niños habían abandonado por la mañana la Bekaa para dirigirse a la localidad fronteriza en autobuses con los nombres de las aldeas árabes que los palestinos fueron forzados a abandonar, con el propósito de «recordar a las nuevas generaciones nacidas fuera de las fronteras de la patria que las tierras de nuestros padres y abuelos fueron robadas por los judíos, que los expulsaron de ellas y que nosotros debemos recuperar», dijo uno de los organizadores de la marcha, Ayad Abu al-Aynayn.
La tensión subió cuando decenas de jóvenes se acercaron a la alambrada y lanzaron piedras a los soldados israelíes, que respondieron disparándoles, según las fuerzas de seguridad y el Ejército libaneses. Fuentes médicas indicaron que los muertos presentaban disparos en la cara, el estómago y el corazón.
«Disparos de advertencia»
El Ejército sionista justificó su acción señalando que «intentaron cruzar la valla fronteriza e infiltrarse en territorio israelí», por lo que sus fuerzas tuvieron que responder con «disparos de advertencia». Además, dijo que parte de las víctimas sucumbieron a las balas de las tropas libanesas.
El presidente libanés, Michel Suleiman; el primer ministro, Saad Hariri; el primer ministro elegido, Najib Mikati, y Hizbulah expresaron su indignación por la la «barbarie» israelí.
De la misma forma actuaron los soldados israelíes desplegados en los Altos del Golán, donde dispararon contra varios centenares de palestinos que cruzaron desde Siria la línea divisoria a la altura de la «Colina de los Alaridos (donde los drusos del Golán ocupado se comunicaban con sus familias de Siria) para manifestarse en la ciudad drusa de Majdal Shams. El saldo fue de al menos cuatro fallecidos.
Los que lograron llegar a la plaza Tharir de Majdal Shams se manifestaron, con masivo apoyo de la población local, al grito de «Devolvednos nuestra tierra».
El de ayer fue uno de los incidentes fronterizos más graves entre ambos países desde la guerra árabe-israelí de 1973.
El Ejército hebreo acusó a Damasco de haber organizado la manifestación violenta para desviar la atención sobre lo que está ocurriendo dentro de sus fronteras, mientras que el Gobierno sirio condenó los «crímenes israelíes» en Siria, Líbano y Palestina.
Las autoridades militares israelíes acusaron a Beirut y Damasco de no haber hecho nada para impedir las protestas, y tildaron de «provocación iraní» la infiltración de cientos de personas en los Altos del Golán.
La décimo quinta víctima mortal es un joven palestino que participaba en una manifestación de varios miles de personas en Gaza y que también fue repelida por el Ejército israelí cuando un millar de personas se aproximó al paso de Erez. Cerca de 70 personas resultaron heridas. En este caso, la versión sionista fue que el fallecido se disponía a «colocar un artefacto explosivo» en la frontera.
63 segundos de silencio
Decenas de miles de personas se manifestaron con banderas palestinas y enseñas negras en las que se leía la palabra «No» en Ramallah, Cisjordania, donde guardaron 63 segundos de silencio para recordar la catástrofe que para ellos supuso la creación del Estado de Israel. Por primer año desde 2007 las distinas facciones palestinas se unieron para conmemorar la «Naqba».
En el paso fronterizo de Qalandia, que une Jerusalén y Ramallah, cientos de personas se acercaron a la valla y arrojaron pie- dras a las fuerzas israelíes, que respondieron a tiros, dejando 20 heridos. Otros nueve palestinos resultaron heridos en Hebrón.
La jornada transcurrió con mayor calma -36 arrestos- en Jerusalén Este, donde el sábado murió un adolescente palestino por los disparos de un colono.
La Policía jordana hirió a 19 personas que participaban en una marcha que se dirigía a la frontera con Cisjordania.
El viceprimer ministro israelí, Danny Ayalon, reconoció ayer que Israel tiene muy difícil el impedir que la Asamblea General de la ONU se pronuncie sobre la creación de un Estado palestino, pero insistió en que el resultado de la votación no es vinculante.
Según Ayalon, Israel está tratando de convencer a entre 60 y 70 países para que se opongan a la declaración unilateral de un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU de setiembre, como dice que hará el presidente de la ANP, Mahmud Abbas.
«Queremos frenar la batalla sobre esta decisión, que no tiene ninguna validez legal», admitió Ayalon en declaraciones a la radio israelí. Según él, "existe una mayoría automática contra Israel en la ONU y no podemos cambiarla, pero el Consejo de Seguridad es el órgano que cuenta». En este sentido, reconoció que el acuerdo de reconciliación nacional alcanzado recientemente por al-Fatah y Hamas ha bloqueado la mayoría de las opciones diplomáticas de Israel. GARA
Mahmud Abbas afirmó ayer que la «sangre derramada por la libertad de los palestinos no será en vano». «La voluntad del pueblo es más fuerte que el poder de las fuerzas opresoras», aseguro.