Como era de prever, el Caja Laboral Baskonia se impuso en el derbi de Zurbano contra Lagun Aro GBC. No obstante, los hombres de Dusko Ivanovic dejaron unas cuantas dudas de cara a la eliminatoria por el título, sobre todo en una primera mitad en la que jugaron sin tensión.

Mientras, Lagun Aro GBC jugó un partido muy serio. A pesar de contar con la baja de última hora de Panko, que se quedó en Donostia por culpa de una gastroenteritis y de que Baron también estuviera mermado por el mismo motivo -Teletovic tampoco jugó, debido a que tiene problemas con el tendón de Aquiles, aunque se espera que esté listo para el primer partido de play offs-, los hombres de Pablo Laso, con Lander Lasa de titular, salieron sin complejos y dispuestos a lograr su decimotercera victoria.

Tal vez mermado por los problemas gástricos, pero tan profesional como siempre, Baron fue el principal estilete de un Gipuzkoa Basket que dejó en evidencia a los baskonistas. Salgado y Uriz movían a su equipo con soltura, y lograban encontrar a Baron con facilidad. El «búho» de Rhode Island agradecía la buena circulación de sus compañeros anotando con su habitual facilidad, ya que nadie lograba defenderlo siquiera con decencia.

Mientras, el ataque baskonista no podía mantener el ritmo de su rival. Barac -que acabó con 27 tantos- era el único que encontraba el camino hacia el aro en el cuadro gasteiztarra, pero apenas tenía ayuda. Con todo, Dragicevic ofreció buenos minutos, mientras que Palacio -cuyo rol limitó Dusko Ivanovic a «mantener el nivel durante 5 ó 10 minutos»- se mostró algo falto de ritmo.

En un segundo cuarto prototípico del eslogan «el mundo al revés», el Caja Laboral Baskonia pareció un equipo mediocre frente a un Lagun Aro GBC que rozó los 20 puntos de ventaja, cuando situó el marcador en un más que sorprendente 31-48. Aparte de Jimmy Baron, también cabe destacar la actuación de Kone, que devolvió canasta tras canasta a Barac, mostrando una irresistible querencia al vuelo por encima del aro, y deleitando a los aficionados desplazados desde Donostia con sus habituales mates a pase de un Javi Salgado que tiene en el costamarfileño un aliado la mar de seguro.

Sólo un parcial de última hora dejó el partido con un 35-49 en el descanso. Se intuía que la bronca de Ivanovic iba a ser fenomenal y que los suyos, qué remedio, tendrían que volver a la cancha con otra mentalidad. Ante ese presumible «toque de corneta», Gipuzkoa Basket no podía sino verlas venir.

Ribas, en el ensayo ante Carroll

Como era de prever, la predisposición defensiva de los hombres de Dusko Ivanovic fue otra en los 20 minutos posteriores al receso. Una de las claves en el parcial de 21-2 con el que los baskonistas culminaron su remontada antes de acabar el tercer período fue el marcaje de Pau Ribas sobre Jimmy Baron.

Ribas, tal y como le sucediera el año pasado, parece que volverá a ser relegado a jugar de escolta a tiempo completo, ejerciendo junto a Oleson la labor de «secante» del tirador rival, mientras que Logan -ayer volvió a jugar sólo 5 minutos, y cuando fue preguntado por el jugador de pasaporte polaco, Ivanovic zanjó la cuestión de forma especialmente desabrida- parece condenado al ostracismo. El jugador badalonés defendió cara a cara a Baron, que sufrió una barbaridad no ya para lanzar a canasta, sino para recibir, y cuando lo hacía, se veía obligado a soltar el balón antes de mirar el aro.

Así las cosas, en este tercer cuarto los hombres de Dusko Ivanovic lograron varios objetivos; a saber, desterrar su fantasma en los terceros períodos, recuperar una gran desventaja y, dado que «radio macuto» informaba que Valencia Basket había asegurado su tercera plaza, y que Gran Canaria estaba ganando en Granada, convertir el marcaje al «búho» donostiarra en un ensayo general de la defensa que habrá que hacer sobre Jaycee Carroll.

Con el partido 60-57 al inicio del último cuarto, podría decirse que los baskonistas tenían el partido en sus manos, pero no fue así. Los de Laso siguieron peleando y Baron y Kone volvieron a anotar, de modo que los donostiarras dispusieron de varios lanzamientos para volver a aferrarse al partido; en concreto tres triples de Salgado, Baron y Freimanis, respectivamente. Sin embargo, ninguno de esos tiros entró, y el Caja Laboral Baskonia abrió la brecha que precisaba para un final tranquilo gracias a Barac, que aprovechó como nadie los servicios de Ribas, Huertas y San Emeterio.

Al final, el conjunto baskonista logró imponerse por 79-70, pero en el ambiente flotó la sensación de que ante el Gran Canaria no estarán permitidas esas lagunas de concentración, ni que será posible remontar desventajas de casi 20 puntos.