Su idea era mantener una teoría: la costa vasca fue, al principio, pobre, y sus gentes fueron capaces de salir adelante y buscarse el sustento donde fuese necesario, estuviese lo lejos que estuviese. A través de la historia se ha demostrado que han sido capaces de sobrevivir a las desgracias, tanto económicas como de la guerra. Luis Jimenez de Aberasturi señala que el subtítulo del libro, «Rumbo de los audaces», define muy bien a la costa vasca.

La audacia subyace en todas las historias del libro.

Es una especie de demostración a través de un libro de que hay una cantera de gentes emprendedoras que han sido capaces de salir adelante superando todas las dificultades: geográficas, políticas, climatológicas...

Siempre hay una renovación.

Por citar un ejemplo conocido, la pesca hoy es minoritaria en el País Vasco; los grandes puertos se han trasladado a Algeciras o a Vigo. Sin embargo, una de las mayores flotas atuneras es de Bermeo. Hay carácter emprendedor. No hay pescado, pero hay empresas que se han dedicado a comercializar gulas y productos de ese tipo y a crear viveros para peces, las piscifactorías, que son otra alternativa. Es decir, no se han quedado a llorar diciendo que les han quitado los bancos de pesca.

Por eso, afirma que esa capacidad de sobreponerse es la que distingue a los pueblos que siguen navegando de los que han naufragado.

Ha habido iniciativas para la pesca, pero también para el comercio, la industria, la exportación, la importación, y en este momento para crear puertos deportivos, para preparar sitios donde puedan amarrar los transatlánticos, como en Bilbo. Se trata de buscar alternativas.

¿Cómo ha sido el proceso de elaboración del trabajo?

Lo más difícil ha sido la labor de sintetizar. Hay que tener en cuenta que hay enciclopedias magníficas de ocho-diez tomos; hay museos navales; hay gente que ha hecho trabajos monográficos formidables. Elaborar un libro en doscientas y pico páginas es una labor muy complicada, pero es la base. He procurado escribir un texto muy ágil pero, a la vez, añado una bibliografía y unas notas que apoyan y son la guía para el que siga adelante. Lo que le digo a la gente es que esto no es todo, que hay mucho más.

Trata la controversia de quién es vasco y quién no, a nivel documental.

En los documentos, a los laburdinos, normalmente, se les cita como basques. En cambio, cuando se indica que hay una plaza de los vascos en Bruselas, con toda posibilidad se habla de vizcainos y guipuzcoanos. Cuando hablamos de personas de Bizkaia y Gipuzkoa, es más normal que se les llame vizcainos, que se englobe a los guipuzcoanos con ellos. También tenemos ejemplos de gente de Castro Urdiales considerada como vasca. Por otro lado, muchas veces vascos de Gipuzkoa y Bizkaia se embarcan en barcos laburdinos, porque si eran capturados por los ingleses, éstos eran más suaves con ellos.

¿Qué relación tienen el mar y la brujería?

La relación es muy interesante, porque así como en España la Inquisición duró mucho más tiempo -no nos olvidemos que en la Primera Guerra Carlista los carlistas reivindicaban que se volviese a imponer la Inquisición-, en Francia fue más corta pero más cruel. Tenía otras connotaciones. El rey de Francia que quería apoyar su poder sobre la parte de Iparralde-Navarra, utiliza la represión por la brujería para afianzar su poder. De Lancre se ceba principalmente con los pescadores y con sus mujeres y parientes.

Habla también de corsarios y piratas.

El corsario es importante económicamente y políticamente. Durante la Guerra de los 30 años los corsarios de Gipuzkoa y Bizkaia machacan a los de Iparralde. La palabra no es exagerada, porque se llegan a quedar sin un solo cañón en sus embarcaciones y les causan unos daños terribles.

Explíquenos qué pasó con la pesca de la ballena y del bacalao.

Es la iniciativa de unos pescadores que se les acaban las ballenas en sus costas y se van a buscarlas. La enorme diferencia que hay entre el bacalao y la ballena es que hay menos ballenas y duran menos tiempo porque son relativamente fáciles de cazar. El bacalao dura hasta hoy. Una prueba de la iniciativa de los vascos cuando son expulsados de los caladeros por los ingleses y los holandeses es que saben que no tienen el respaldo de su reino, que no pueden hacer nada en contra de Inglaterra y Holanda, pero tienen una gran ventaja: saben curar y comercializar el bacalao, y terminan comprándoselo a los ingleses y portugueses.

La industria naval también es muy relevante.

Sí, porque tiene una gran ventaja. Cuando el Reino de Castilla y León está en su máximo esplendor, véase reyes católicos, Carlos V, Felipe II etcétera, necesita de una marina para luchar en el Mediterráneo y conquistar América. ¿Quiénes son los que están mejor preparados? Los astilleros de Bizkaia y Gipuzkoa, que son los que facilitan el mayor número de navegantes con nombres tan conocidos como los Okendos, Txurruka... Y, a la vez, son los que tienen la madera y las ferrerías para hacer los barcos.

Cuéntenos la historia de Juan Sebastián Elcano.

Fue un marino hundido por el rey. Nadie se acuerda o no quiere acordarse de que Elcano era un prófugo de la justicia cuando se embarcó a darle la vuelta al mundo, y era un prófugo por la cosa más absurda del mundo, porque había partido a luchar por el Reino de Castilla y León en el Mediterráneo con su barco. Cuando termina victorioso y pide que se le paguen sus servicios, no le pagan. Él a su vez tiene que abonar a su tripulación los sueldos, y como no tiene dinero, les pide un préstamo a unos bancarios-mercaderes de Génova. Los genoveses le prestan el dinero con el aval del banco. La corona sigue sin pagarle y, entonces, lo que tiene que hacer es ejecutar el embargo. Como la ley prohíbe vender barcos a los extranjeros, le persigue la justicia por haberlo hecho, aunque no lo había vendido, simplemente, le habían embargado. Huye, y cuando consigue dar la vuelta al mundo y el rey le recibe, lo único que consigue es que le perdone el delito.

¿Cómo ve el mar de los vascos hoy en día?

Totalmente cambiado. En el futuro no hay otra solución que lo que están haciendo los bermeanos: Ir a buscar a mares más lejanos, lo cual exige grandes inversiones. Sigo pensando que el mar, si nos salimos de la piscifactoría, no tiene futuro. En las piscifactorías se pueden hacer cosas maravillosas, incluso me atrevería a decir que más sanas. Hoy por hoy, no se pueden cultivar todos los peces, pero no nos olvidemos que el bonito, el pez espada y otras especies acumulan plomo en sus carnes. Esto viviendo en mar abierto. La piscifactoría, a veces, puede tener una garantía mayor. Ahora, uno de los mayores cultivadores de salmón, Chile, tuvo que cerrar suspiscifactorías debido a la polución creada por los excrementos de estos peces. Esta industria requiere inversiones y estudiar mucho. En otro lugar no hay futuro, porque la humanidad nunca ha tenido tantas mujeres y hombres como ahora, y si nos ponemos todos a comer, el pescado no se puede recrear. Luego hay cambios climatológicos: Sigo pensando que la desaparición del bacalao en Terranova se debe a un aumento de la temperatura del agua, más que a una sobreexplotación.

El gran enemigo que tienen ahora las piscifactorías es que antes se alimentaban de especies no comerciales: verdeles, chicharros... Pero ahora, como ha subido tanto el precio, los que antes se tiraban se comercializan. El enemigo para el consumo puede ser qué salto se va a dar para alimentar a esos peces, si va a ser con componentes de petróleo o con qué.

Dedica el libro a dos buenos amigos, Luis Pedro Peña Santiago y Julio Caro Baroja.

Sí, pero la dedicación es a todos los autores con los cuales trabajé y que han fallecido. A alguien tal vez le llame la atención que aparezca Jorge Oteiza, con el cual terminamos en juicio, pero lo pongo ahí porque no me acuerdo de nada más que cuando me lo pasaba bien con él. Es mi homenaje y recuerdo a ellos.