La expedición de Edurne Pasaban ha abortado por el momento su intento de alcanzar la cima del Everest sin oxígeno. La tolosarra, Asier Izagirre, Nacho Orviz y Ferrán Latorre se vieron obligados a desistir por problemas de los sherpas y porque las condiciones meteorológicas eran peores de las previstas. Instalados en el campo 4, habían decidido salir el viernes a las 22.00 hacia la cumbre, pero Pasang y Mingma, sus acompañantes habituales, aquejados del mal de altura, tuvieron que permanecer conectados al oxígeno para poder recuperarse. También el fuerte viento terminó por confirmar la decisión.

El doctor de la expedición Desafío 14+1, Pablo Díaz-Munio, explicó en la página web de la alpinista que el viento no había dado tregua en el campo 4 y que los montañeros habían pasado «una noche de perros», sin poder siquiera salir de la tienda.

Al amanecer, tras descartar la posibilidad de permanecer en el campo 4 a esperar que cambiaran las condiciones meteorológicas, los montañeros iniciaron el descenso, aunque dejaron «un pequeño retén de material para cubrir la oportunidad de hacer un nuevo intento».

A su llegada al campo 3, les informaron desde el campo base de que para los días 24, 25 y 26 se abría una ventana de poco viento -el martes y el miércoles con sol, y el jueves «calmo pero con bastante nieve»-, por lo que cabía la posibilidad, «complicada», de esperar en el campo 2.

Demasiado cerca

Sin embargo, consideraron que «esa ventana nos pilla muy cerca, no es una opción real, no estaríamos recuperados». Así que desde el campo base fueron a recibirles a la cascada. Según el médico llegaron «muy bien, muy animados y con muy buena cara. A los que se les adivina el mal trago es a los sherpas, pero poca cosa porque creo que todos entendemos que son circunstancias de la montaña».

Tras el descanso, con otro parte por delante, será el momento de valorar cuál es el siguiente paso a dar, aunque las primeras impresiones apuntan a esperar una nueva oportunidad. Tampoco esta vez la tolosarra ha logrado el Everest en la primera ocasión. Justo mañana se cumplen 10 años desde que se encaramara al techo del mundo, aunque con ayuda de oxígeno artificial. Lo logró a la tercera, tras los intentos fallidos de 1999 y 2000. Sólo cinco mujeres han subido al Everest sin bombona.

El vizcaino Unai Llantada ascendió ayer con oxígeno, consciente desde el principio de que esa era su fórmula para lograr el objetivo. Horas después, el montañero de Enkarterri descansaba en el campo 2.