Última jornada decisiva
La Real certifica la permanencia tras acordar las tablas con el Getafe
La Real jugará la próxima temporada en Primera División tras acordar en el segundo tiempo con el Getafe el empate que a ambos les valía para cumplir su objetivo. El cuadro madrileño se adelantó en el primer tiempo con un gol de Cata Díaz muy similar al que supuso el empate de Sutil. A partir de ahí, conocedores de los demás resultados que condenaron al Deportivo de Lotina, los dos equipos acordaron las tablas.
REAL SOCIEDAD 1
GETAFE CLUB DE FÚTBOL 1
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La Real cumplió con su objetivo y jugará la próxima temporada en Primera tras empatar con el Getafe en un partido que terminó cuando Sutil marcó el empate que llevó a los dos equipos a pactar las tablas y firmar un pacto de no agresión porque conocían los demás resultados que condenaron al Deportivo de Lotina a acompañar a Hércules y Almería en su viaje a Segunda.
Aunque Real y Getafe hicieron bien al concienciarse de que el descenso iba a estar en Anoeta, al final acompañaron los resultados de Riazor y Mallorca, que junto al empate de Sutil permitieron vivir unos últimos 25 minutos de absoluta tranquilidad tras pasarlo mal en la primera hora de partido tras adelantarse de entrada el Getafe.
Tras ese gol de Sutil, los dos equipos vieron que tenían un amplio margen para pactar el empate porque se hubieran mantenido incluso en el caso de que el Deportivo ganara al Valencia. El público de Anoeta no aceptó ni entendió el principio el pacto de sus jugadores y respondió con pitos a los pases horizontales de sus jugadores, pero eso es lo normal en el fútbol y los dos equipos hicieron bien en acordar el reparto de puntos que permitió que la última media hora se viviera con toda la tranquilidad que había faltado hasta entonces en las gradas.
Mazazo de entrada
Porque el partido comenzó mal para la Real, que desde el minuto 9 se vio por detrás en el marcador tras una falta lateral de Albín en la que Demidov defendió mal a Cata Díaz, que le ganó la posición y tocó lo justo para marcar el gol del Getafe.
Podía haberse adelantado antes el equipo blanquiazul, pero Tamudo remató a las manos de Ustari un buen centro de Carlos Martínez. El 0-1 hizo daño al equipo blanquiazul, que vio cómo en la siguiente jugada Albín pudo marcar. A partir de ahí, la Real atacó sistemáticamente por la banda derecha, con Xabi Prieto y Carlos Martínez, pero las únicas ocasiones de los blanquiazules llegaron en dos centros de Griezmann rematados por Tamudo y Demidov, que encontró una buena respuesta de Ustari, que perdió todo el tiempo que pudo.
El Getafe tenía controlado el partido y Martín Lasarte realizó desde el inicio del segundo tiempo el cambio habitual de los últimos partidos de Anoeta al dar entrada a Sutil en la izquierda en detrimento de Zurutuza y centrar la posición de un Griezmann que apenas había entrado en juego.
El Getafe también dio entrada a Mané en el lateral izquierdo para intentar controlar mejor a Xabi Prieto que Marcano, que paso al centro de la defensa. El cambio de la Real tuvo efectos en el marcador al empatar Sutil en un remate de cabeza en una falta de Xabi Prieto. Fue la primera oportunidad del segundo tiempo e iba a ser la única.
A partir de ahí el partido entró en una fase en la que quedó claro que los dos equipos acordaron el empate. Lasarte dio entrada a Markel como segundo pivote defensivo junto a Rivas en lugar de Griezmann y a Míchel sólo le faltó informar a Parejo de lo que se había acordado en el campo porque nada más salir realizó el único pase vertical de los últimos 25 minutos, que cortó Mikel González, lo que le valió una reprimenda de Mikel Aranburu.
A partir de ahí los dos equipos se limitaron a realizar pases horizontales sin ninguna presión con la tranquilidad que les daba que no se movía el marcador en otros campos. Arriesgaba más con el pacto el Getafe, que tuvo que esperar dos minutos tras el final del partido pendientes de la radio para celebrar su salvación y el descenso del Depor.
A partir de ahí fueron a celebrar la permanencia con los centenares de aficionados que se desplazaron a Donostia y que fueron los que más disfrutaron con lo vivido en Anoeta.
La afición blanquiazul apenas celebró la permanencia, tampoco le gustó demasiado la forma en la que la acordó su equipo, y todo el protagonismo de los últimos minutos lo acaparó Diego Rivas, que pidió el cambio y se despidió de la afición blanquiazul, que le dedicó el «Rivas, quédate» y recibió las muestras de apoyo de sus compañeros antes de dar una vuelta en solitario para despedirse del público.
Otros como Tamudo y Lasarte no asumieron ese protagonismo y no pudieron despedirse de su gente dentro de un ambiente extraño porque era un día para celebrar la permanencia y los únicos que lo celebraron fueron los seguidores del Getafe, que media hora después del partido seguían en el estadio acompañados por sus directivos para evitar los incidentes que se registraron antes del encuentro.
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