Más de uno se dejó la garganta en el intento. En los dos últimos minutos no había manera de ver nada sino poniéndose de pie y hasta volvió la celebración al son del YMCA. Bizkaia Bilbao Basket se enfrentará al Real Madrid en la semifinal, después de saber sufrir ante un Valencia Basket al que superó por no perder la fe en sus opciones.

Tanto el equipo taronja como el cuadro vizcaino demostraron que son como garrapatas. Pese a sufrir parciales adversos se agarran a los partidos, no se vienen abajo y exprimen sus opciones, sea por talento o por agallas. Los hombres de negro fueron inferiores en muchos momentos al Valencia Basket, sobre todo cuando las estrellas valencianas, De Colo, Savanovic, Cook y Rafa Martínez -se echó de menos al mejor Claver, que fue uno de los «culpables» de la remontada local con una rigurosa antideportiva a un minuto del final- entraban en ebullición, pero se mantuvieron siempre en la brecha merced a no desesperarse.

El factor Hervelle

Y también gracias a Hervelle. Si Blums fue el máximo anotador con 16 tantos -y con triples vitales-, si Vasileiadis -15 puntos- selló la victoria con varios tiros libres en el último minuto, el ala-pívot belga fue el hombre clave en el triunfo local. Con 12 tantos, 9 rebotes -6 en ataque- y 5 recuperaciones -de los 13 de su equipo-, su garra y su brega, acentuada por la ausencia de Hernández-Sonseca por lesión y los problemas de faltas que lastraron a Mavroeidis, mantuvo a los de Katsikaris en los peores momentos.

De la mano de Chris Warren, Bizkaia Bilbao Basket arrancaba con brío, adelantándose 18-9 ante un Bilbao Arena entregado. Jackson frenaba a Cook y el ritmo del juego era local.

Pero entraron De Colo y Rafa Martínez y con ellos llegó el escándalo. El partido era una sucesión de faltas y tiros libres que apagó la alegría vizcaina mientras que los taronja despertaban. Un triple de Savanovic adelantaba a los de Pesic 31-32, llegándose al descanso con un peligroso 41-45, después de que Cook reapareciera a base de asistencias marcas de la casa. en el bando bilbaino, Jackson no terminaba de carburar y Mumbrú no aparecía.

El cuadro bilbaino no se iba a dejar dominar -le provocó 24 pérdidas a su rival- y con un parcial de 10-0 tomó la delantera nada más iniciarse la segunda mitad. Pero las faltas comenzaron a lastrar a los de Katsikaris y Valencia Basket aguantó el tirón. Con el último cuarto, los de Pesic dieron un último tirón, basándose en su dominio al rebote, adelantándose 67-74 tras un chaparrón triplista de Rafa Martínez y Savanovic.

Miribilla se dejaba su garganta en el último intento lleno de emoción e intensidad. Mumbrú, con 5 puntos clave y Vasileiadis, con unos tiros libres que cortaban la respiración guiaban un parcial de 12-1 definitivo. La defensa local se fajó hasta la extenuación porque creía que podía ganar el partido, y logró descentrar a un Valencia Basket que mereció mejor suerte. Que se prepare ahora el Real Madrid.