La mañana de ayer en las carreteras vascas se vio sacudida por el vuelco de un convoy de Bizkaibus a su paso por la circunvalación oeste de Bilbo. Un suceso que se saldó con dieciséis heridos: quince leves y uno con pronóstico reservado.

El autocar, en el que viajaban 23 pasajeros, perdió el control a las 11.25 en la bajada de Castrejana, que conecta la A-8 con la carretera de Balmaseda a su paso por Zorrotza. Tras recorrer unos metros por un costado de la calzada, el bus acabó precipitándose a una zanja de obra.

En cuanto a los heridos, seis de ellos fueron evacuados al Hospital de Cruces, tres al de Basurto, otros tantos a un centro sanitario de Rekalde y dos a Deustua.

En el rescate de los pasajeros atrapados colaboraron varias dotaciones de la Ertzaintza y un equipo de Bomberos.

Como consecuencia del accidente, el tráfico procedente de Balmaseda en dirección a Bilbo quedó paralizado hasta las 13.30, cuando la Diputación anunció el restablecimiento de la circulación.

En cuanto a las causas que provocaron el siniestro, desde Diputación se descartó la presencia de aceite sobre la superficie de la calzada. Distintas fuentes destacaron que en el momento del accidente caía un copioso sirimiri sobre Bilbo.

En Kanpazar, muy grave

Un joven de 27 años resultó herido de pronóstico muy grave en un accidente registrado sobre las 15.45 en las inmediaciones del alto de Kanpazar, en el municipio de Arrasate. El herido viajaba de copiloto cuando el coche se salió de la carretera y colisionó contra el talud del monte. Fue trasladado a Txagorritxu, en Gasteiz.