La jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, inauguró ayer una representación europea permanente en un hotel de Bengasi, feudo de la revuelta contra Gadafi, y, en una comparecencia pública junto con el presidente del Consejo Nacional de Transición, Mustafah Abdeljalil, se comprometió a «apoyar (a la rebelión) todo el tiempo que el pueblo libio lo necesite». El régimen de Gadafi señaló que «estamos ante el reconocimiento de una entidad ilegítima y de la división de Libia, contrariamente a las resoluciones de la ONU».