Descalabro electoral del PSOE, que pierde sus principales feudos
Sin paliativos. El PSOE ha cosechado los peores resultados en unas elecciones locales de su historia, perdiendo a jirones poder en feudos hasta ahora considerados intocables. El presidente Zapatero descartó, pese a ello, un adelanto electoral «en estos momentos». Pero el PP, que mantiene con firmeza su intocado y consistente suelo electoral, sale reforzado tras dibujar de azul casi por completo el territorio estatal.
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El PP arrasó en las elecciones del Estado español y pasó por encima de un PSOE en barrena, logrando su objetivo de convertir los comicios en unas primarias de cara a las generales, previstas, en principio, para 2012.
Y lo hizo sacando alrededor de 10 puntos de ventaja (dos millones de votos) a la formación que detenta el Gobierno español en las elecciones locales, una diferencia abismal y que, no ya retrotrae, sino que supera con creces al escenario vivido en 1995, cuando la formación, liderada entonces por José María Aznar, utilizó los comicios (que ganó con 4.5 puntos de diferencia) como trampolín, forzando un adelanto electoral que le llevó un año después, aunque ajustadamente, a la Moncloa.
La derecha confirma su suelo electoral (8 millones de votos) pero no logra unos resultados absolutos que supongan un gran incremento de sus apoyos. Por contra, con seis millones de sufragios, el PSOE, que siempre se ha tenido por un partido de honda raigambre municipalista, cosecha los peores resultados de su reciente historia.
El PP ratifica frente al PSOE su triunfo en buena parte de las Comunidades Autonómicas en juego y arrebata al PSOE la simbólica plaza de Castilla-La Mancha, que ya se apuntaba como el primer dique a batir para la conquista del sur del Estado.
Vuelco en Andalucía
Más allá de simbolismos, la victoria en votos en las elecciones locales del PP en Andalucía -las autonómicas están previstas para marzo del año próximo- tiene una clara lectura en clave estatal. El PSOE pierde su histórica mayoría en el territorio con mayor población y en su principal granero de votos. La anunciada derrota del PSC en Barcelona, donde ha detentado la Alcaldía en los 32 últimos años -desde las primeras elecciones del postfranquismo- no hace sino confirmar los peores pronósticos para la formación.
Descalabro total
El descalabro para el PSOE no tiene paliativos. Por primera vez en mucho tiempo, la ventaja de hasta diez puntos que las encuestas otorgaban al PP tiene su correlato en la realidad. El impacto de la crisis económica y, sobre todo, de las medidas de recorte draconiano arbitradas por el Gobierno de Zapatero por presiones del capital financiero le han pasado una dura factura. La irrupción en la calle del Movimiento 15-M ha terminado de dar la puntilla al partido en el Gobierno al haber destapado la falacia bipartidista en la que está sumergida la política española desde los ochenta,
Y el problema para el PSOE es que no se puede refugiar en la excusa de un eventual incremento de la abstención. Al contrario, con un 65,45% de votos, la participación registró un ligero incremento de 1,5 puntos respecto a los comicios de 2007. Los votos nulos y en blanco sí registraron incrementos. En el caso de los sobres vacíos alcanzaron con un 2,57% (un medio millón largo) el récord en unos comicios en el Estado español.
Tampoco la debacle del PSOE ha tenido su correlato en un incremento de la opción por Izquierda Unida, que en ningún caso logra arrastrar apoyos con la marea popular creada en torno al fenómeno de los «Indignados». Y es que la formación de izquierda estatal incrementa su proporción en un escaso punto, hasta llegar al 6% y pierde su prácticamente único feudo en el Estado, la ciudad de Córdoba.
Ni siquiera logra el PSOE que un eventual repunte de IU le permitiera mantener la mayoría de sus feudos en juego. En el caso de Extremadura, el PP acariciaba por momentos la posibilidad de arrebatar la Junta a un PSOE que perdía entre ocho y nueve diputados y que lo fiaba todo a los tres escaños logrados por IU. Eso sí, en un recuento de infarto.
La portavoz del Comité Electoral del PSOE, Elena Valenciano, había vaticinado minutos antes del cierre de las urnas de que «ésta (por la de ayer) no será una buena noche para el PSOE». Se quedó corta.
Si el PP había logrado en los últimos quince años arrebatar al PSOE casi todas las capitales de provincia de Andalucía, la derrota estrepitosa de los socialdemócratas en Sevilla es otro de los resultados que confirman el carácter histórico de estos comicios. El PP no sólo vuelve a vencer en la capital de la Junta andaluza sino que lo hace con una mayoría holgada de diecinueve de los 33 ediles.
Otro tanto ocurre en Córdoba, el otrora bastión comunista de Julio Anguita. IU pierde la friolera de siete concejales (pasando de once a cuatro), abriendo el paso a la mayoría absoluta del PP. De poco sirve que el PSOE mantenga sus cuatro ediles.
Madrid y Valencia se confirman como feudos incontestables del PP, tanto en las municipales como en las autonómicas.
El vicepresidente primero del Gobierno y favorito para liderar la candidatura del PSOE en las generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, felicitó al PP por haber ganado «ampliamente» las elecciones y remitió al presidente Zapatero para que fuera él quien respondiera sobre un adelanto de los comicios generales.
Esperando a Zapatero
En una comparecencia desde la sede del partido en Ferraz (Madrid), Zapatero reconoció el «retroceso amplio» del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales pero rechazó un adelanto electoral. «El respeto de los tiempos y de los mandatos políticos me parece bueno para nuestro sistema democrático», zanjó. El presidente español aseguró que es un «momento trascedente» para terminar las reformas y que se mantendrá en el Gobierno para «alcanzar cuanto antes la recuperación económica y el empleo».
El responsable de Comunicación del PP, Esteban González Pons, valoró que el resultado provisional del 22-M supone un éxito «arrollador» para su partido y llegó a colegir que, si se trasladaran estos números a las elecciones legislativas, ganarían «por unos 20 puntos».
En una conversación informal con los periodistas en la sede del partido en Madrid, el vicesecretario del PP anunció como «casi segura» una comparecencia de Rajoy ante la prensa.
Pons incidió en que, por regla general, quien vence en las municipales, logra la victoria en las generales del año siguiente.
En el PP, por lo que señalan las fuentes, consideran que el escenario que se abre a partir de hoy, con un PSOE en la «debacle», en palabras de Pons, y con una relevante contestación en las calles, conduce ineludiblemente al adelanto electoral.
En espera de la lectura de Rajoy, no hay duda de que el triunfo en Castilla La-Mancha de su mano derecha, María Dolores de Cospedal, supone un espaldarazo a su candidatura a La Moncloa. Escrutado el 89,50% de los votos, el PP mantenía una diferencia de tres escaños con respecto al PSOE, (26-23), lo que matemáticamente hacía casi imposible un vuelco.
Con estos resultados, Rajoy va lanzado camino de su tercer intento de llegar a La Moncloa. Y, fuera de siglas, la izquierda española se halla ante una verdadera encrucijada. El camino no es fácil. Pero seguro que pasa por la Puerta del Sol. ¿Y acaso por Euskal Herria?
El alcalde Jordi Hereu (PSC) perdería con 11 concejales las elecciones en Barcelona ante su rival de CiU, Xavier Trias, que obtendría 14, mientras que el PP crecería en 2 ediles hasta los 9, ICV-EUiA hasta los 5 y Unitat per Barcelona (ERC) se quedaría con 2.
El PSOE pierde su tradicional feudo de Castilla-La Mancha, donde el PP lograría la mayoría absoluta. En Extremadura, el PSOE trataba de amarrar la Junta con los tres diputados de IU pese al triunfo del PP y en un recuento de infarto.
El PSOE perdía su histórico feudo asturiano al quedar en segundo lugar tras el FAC del ex ministro del PP Francisco Álvarez-Cascos. Si este uniera sus votos a los de sus antiguos correligionarios, nada podrían hacer PSOE e IU.
Los «indignados» concentrados en la madrileña Puerta del Sol acordaron mantener las concentraciones al menos durante una semana más, hasta el próximo domingo a las doce del mediodía, para articular mejor el movimiento y poder conseguir así un cambio social.
El movimiento 15M, originado a raíz de la manifestación del pasado 15 de mayo convocada por Democracia Real Ya, aseguraba ayer al cierre de los colegios que no tiene «nada que valorar» porque los partidos que se han presentado a los comicios «no nos representan» y «la democracia» está en Acampada Sol, según afirman sus portavoces en un tuit lanzado a través de la red social Twitter.
En relación a la protesta que algunos medios han relacionado con la que protagonizó en pueblo egipcio en la plaza Tahrir, los concentrados se proponen establecer turnos para no agotar las fuerzas si la movilización se prolonga demasiado y para evitar así que «el movimiento muera de viejo». Se han propuesto también descentralizarla a los barrios, a los municipios y a internet para darle permanencia en el tiempo.
No existe todavía consenso sobre el rumbo que debería seguir el movimiento. Unos plantean mantenerse en la plaza indefinidamente, otros extenderlo a barrios y municipios, otros concentrarse en la Puerta del Sol sólo los fines de semana, y la mayoría aprueba que el debate se traslade coordinadamente a la red.
Las decisiones fueron acordadas en asamblea general, órgano soberano de decisión, después de ser expuestos en público, en una reunión de tres horas, los planteamientos de las distintas comisiones y grupos de trabajo, así como la voz particular de los concentrados.
El orden del día de la asamblea, encuentro celebrado en un ambiente muy participativo y multitudinario, pese a las altas temperaturas, incluyó también el debate sobre el protocolo a seguir en caso de desalojo de la plaza, y el suministro de energía al campamento, con la decisión de que sea autónomo mediante placas solares y autogeneradores.
La asamblea se inició con la lectura de un comunicado escrito por las personas detenidas el 15 de mayo, primer día de las concentraciones, en el que se denuncian «la represión policial y las vejaciones» a las que fueron sometidos. Los presentes reaccionaron con una sonora ovación, al grito de «ser policía, vergüenza me daría» y, como en los años 70 y 80, «policía, asesina». Los concentrados insisten en permanecer el tiempo necesario en la Puerta del Sol y, en su momento, a partir de la próxima semana, abandonarla «de forma bonita y festiva», una vez logrado un compromiso de cumplimiento de sus reivindicaciones. GARA