ELECCIONES EN EUSKAL HERRIA
Bildu rompe en las urnas hasta las mejores previsiones
El «efecto suma», como lo definió al cierre de la campaña su candidato a diputado general, Martin Garitano, arrastró una auténtica marea de votos hacia Bildu en Gipuzkoa. No sólo fue la primera fuerza, sino que además la diferencia sobre PNV y PSOE fue tan holgada que puede considerarse como una auténtica sorpresa, al igual que la que se registró en Donostia, donde superó a la lista encabezada por Odón Elorza.
Txisko FERNÁNDEZ | DONOSTIA
La ajustada disputa a tres bandas prevista en Gipuzkoa se quedó en las encuestas y previsiones manejadas hasta el cierre de las urnas. Cuando se inició el recuento de papeletas -las primeras fueron las de los comicios municipales-, el panorama se fue configurando de forma muy distinta: Bildu fue ascendiendo de forma imparable, con un PNV que no aguantó el tirón de la coalición y un PSE que se quedó descolgado en las primeras rampas y, lo que fue más significativo, también en la capital.
Los votos a Juntas Generales no podían si no confirmar esas tendencias. Bildu colocó a Martin Garitano a las puertas del despacho del diputado general con 22 junteros sobre un total de 51 y más de un tercio de los votos válidos. El PNV se tuvo que conformar con 14 procuradores -dos menos que en las anteriores elecciones- y el PSE se quedó en 10 -seis menos que en las Juntas configuradas en base a la ilegalización de la izquierda abertzale-.
La nueva Cámara foral se completa con 4 junteros del PP -que pierde dos- y con 1 de Aralar, el único que conserva de los 6 que sumó en coalición con Ezker Batua en 2007.
Hamaikabat, que tras la escisión consumada hace dos años arrebató a EA los siete junteros logrados en las urnas en 2007, no obtuvo ni un solo escaño. Y sólo cosechó una docena de ediles en el conjunto de Gipuzkoa.
El «efecto suma» en torno a la coalición soberanista se extendió por todo el territorio, mucho más allá de los considerados feudos tradicionales de la izquierda abertzale y de EA. El resultado alcanzado en Donostia lo dice todo: primera fuerza, con 8 concejales, superando al PSE, que se quedó en 7, mientras que PP y PNV logran 6 cada uno, con los jeltzales como cuarta fuerza en número de votos. Ni Aralar ni EB formarán parte de la nueva Corporación, como tampoco lo hará Iñaki Galdos, cabeza de lista de Hamaikabat.
Lo que era impensable hasta ayer, que la candidatura de Odón Elorza fuera derrotada en las urnas por cualquier otro rival, lo logró la lista encabezada por Juan Carlos Izagirre. El recuento fue tan lento como emocionante en la capital, ya que si bien desde un primer momento los datos de Bildu y PSE eran parejos, todavía era difícil creer que se iba a producir este vuelco histórico en uno de los feudos más importantes del PSE, donde hasta ahora el carisma personal de Elorza era el «efecto suma» con el que contaba el partido de Patxi López.
Otro dato histórico que puso sobre la mesa la ciudadanía y que viene a apuntalar la idea de que ayer se inició un cambio de ciclo.
Municipios más poblados
Los resultados en los municipios de más de 10.000 habitantes -que se especifican en las siguientes líneas- vienen a completar la visión general con la que se despierta hoy el herrialde.
No hubo sorpresa, siempre con Bildu como primera fuerza, en Arrasate, Hernani, Bergara -con mayoría absoluta-, Pasaia y Zarautz. Relativa fue en Tolosa -por delante del PNV en votos y con un concejal más-. Y mucho más notables en Errenteria -por delante del PSE-, Oñati -mayoría absoluta-, Andoain -por delante del PSE-, Azpeitia -otra mayoría absoluta-, Azkoitia -con dos ediles más que el PNV- y Beasain.
El partido jeltzale únicamente aguantó como primera fuerza en Hondarribia y Elgoibar -en la segunda con los mismos concejales que Bildu-.
Y el PSE se mantiene como fuerza más votada en Irun -9 ediles, por 5 de PNV y 5 de Bildu-, Zumarraga -pierde la mayoría absoluta que le otorgó el apartheid político hace cuatro años- y Lasarte-Oria; en estas dos últimas, Bildu es segunda.
En las otras dos localidades que rondan los 10.000 habitantes, Zumaia y Oiartzun, se constató la victoria de la coalición -en la segunda con mayoría absoluta, al igual que en Usurbil-.
En total, con el 98,90% de los votos escrutados -para entonces faltaba de completar el recuento de Donostia-, Bildu obtuvo 43 mayorías absolutas y otras 13 relativas. Es decir, si se respetase la lista más votada, lograría casi la mitad de las alcaldías. El número de concejales de la coalición superará los 450, incluyendo los cinco obtenidos en Deba por la lista conformada por los independientes y Alternatiba -primera fuerza-, y los dos de la candidatura de Eusko Alkartasuna.
Tras cuatro años con la Alcaldía ocupada por Regina Otaola, Bildu se hizo con los siete concejales. En Aduna, el PP no pudo repetir la «jugada» de Lizartza: sólo reunió 12 votos frente a 287 blancos.
Cuando Martin Garitano subió al escenario de la fiesta organizada por Bildu en Donostia, a las doce menos cuarto, sus palabras sonaron tan atronadoras en el frontón Atano como el silencio que todavía guardaban el candidato a diputado general del PNV, Markel Olano, y el alcaldable del PSE en la capital, Odón Elorza. El cabeza de lista de la coalición soberanista en las elecciones a Juntas Generales subrayó el balance general obtenido en Hego Euskal Herria y agradeció el apoyo recibido por parte de la ciudadanía: «Euskal Herria aurrera doa zuei esker».
Como se puede repasar leyendo la entrevista publicada en GARA el pasado sábado, Garitano recordó que durante la campaña incidió en que «tras la noche mágica» del 5 de mayo, en la que llegó la noticia de que los votos de Bildu serían legales, la de ayer sería una «noche histórica», y se reafirmó en ello.
Cumplida la medianoche, ni Markel Olano ni Miguel Buen -el candidato del PSE a presidir la Diputación- ni Odón Elorza ni Eneko Goia -el alcaldable del PNV- habían hecho públicas sus reflexiones sobre lo acontecido tras el recuento -que ya había concluido en el Ayuntamiento donostiarra y estaba rozando el 100% en las Juntas Generales-. Situación que hacía pensar que ambos partidos habían iniciado anoche una profunda reflexión sobre cómo maniobrará cada uno de ellos a la hora de configurar los nuevos equipos de gobierno.
Sólo un pacto entre PNV y PSE podría impedir a Bildu presidir la Diputación de Gipuzkoa, pero sería una apuesta con muy escasa legitimidad, ya que la coalición ha obtenido 22 junteros y la suma de esas otras dos fuerzas apenas supera esa cifra, con 24.
En el Ayuntamiento de Donostia las opciones están incluso más reducidas. Si se respeta la lista más votada, habría relevo en la Alcaldía, que pasaría a ocupar Juan Carlos Izagirre. Y sólo hay una posibilidad de que no sea así: si PSE, PNV y PP votan al mismo candidato. Algo que resultaría insólito en el contexto actual y que sería muy difícil de digerir por la ciudadanía donostiarra. GARA