ELECCIONES EN EUSKAL HERRIA
El PNV mantiene su primacía en Bizkaia pero vuelve a perder fuelle
El PNV mantiene su primacía en Bizkaia, pero como le sucedió hace cuatro años, vuelve a perder fuelle haciendo tambalear mayorías en muchos municipios del herrialde. La fuerza emergente es Bildu, que recupera antiguas plazas del independentismo, mantiene otras alcanzadas en 2007 y pone en peligro el gobierno para los jeltzales en feudos históricos del partido de Iñigo Urkullu. El batacazo del PSE se atempera con victorias en Barakaldo, Portugalete y Ermua.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Victoria jeltzale en Bizkaia, donde siempre se ha impuesto en comicios municipales desde 1979, pero que no es todo lo dulce que quisiera el partido que lidera en el herrialde Andoni Ortuzar. El PNV aumenta su apoyo en las urnas respecto a las elecciones locales de hace cuatro años en algo más de 10.000 sufragios, obteniendo 218.979 votos (37,39%) y 523 concejales, 112 actas menos que en 2007.
En la práctica supone la pérdida de alcaldías en Ea, Elantxobe, Sopela, Larrabetzu, Mañaria, Urduña, Zaldibar y Zeberio, que pasan a manos de Bildu, en las que la gestión de sus cargos públicos recibe un rotundo suspenso. Si era previsible que el desgaste pasara factura en estas localidades, la sorpresa se produjo en Enkarterriak, en Zalla, donde cae de 10 a 4 concejalías y el jelkide Leandro Capetillo tendrá que conformarse con ser un corporativo más después de ser alcalde desde 1991. Aralar logra mayoría absoluta con 2.326 votos y 7 concejales; la única de Bizkaia.
Los jeltzales tienen en la mayoría absoluta de Iñaki Azkuna en Bilbo uno de sus hitos, aunque también recupera plazas en las que se impuso al PSE como Basauri y Sestao. El ``efecto Azkuna'', con su discurso populista, arranca 9.144 votos más hasta alcanzar los 74.025 y los 15 ediles que le dan la mayoría absoluta, gracias al batacazo de la lista de Txema Oleaga (PSE), que se deja 12.126 sufragios y pasa a ser la cuarta fuerza política de la capital vizcaina y muy tocado, al situarse tras PNV, PP y Bildu.
Un rápido repaso de los datos permite comprobar que la situación no es cómoda en otras localidades vizcainas para el PNV, donde no dispone de mayorías y puede perder el control, sucede en Markina-Xemein, donde un pacto Bildu-Aralar puede arrebatarle el gobierno que siempre han ostentado.
En Lemoa, el PNV es la segunda fuerza tras Bildu y sólo puede mantener la Alcaldía con el respaldo del PSE, con un concejal. En Muxika, una alianza entre la coalición independentista y soberanista de izquierda pueda arrebatar la Alcaldía a los jeltzales con un pacto con una plataforma ciudadana. En el mis- mo Sestao, necesita del apoyo de Bildu para afianzar un gobierno frente al tandem PSE-PP.
La fuerza emergente es Bil- du que se sitúa como segunda fuerza con 124.805 respaldos (21,35%) y 408 corporativos. La coalición que agrupa a independentistas y soberanistas de izquierda se hace con consistorios gobernados hasta ahora por el PNV gracias al apartheid política de la izquierda abertzale como Bermeo, Lekeitio, Ondarroa, Nabarniz y Dima. En municipios donde la izquierda abertzale se impuso en 2007, Bildu pasa a ser la primera fuerza como Atxondo, Elorrio, Izurtza, Mallabia, Otxandio e Igorre y en otros controlados por EA como Meñaka y Sopuerta, o donde ya había pactos de gobiernos entre ambas fuerzas como Busturia y Gernika. Sobresale la mayoría absoluta en la villa foral y en Larrabetzu. En Elorrio, el PP puede dar la Alcaldía al PNV,
Batacazo del PSE
El PSE se hace con un respaldo de 90.593 vizcainos, aunque sufre un fuerte batacazo al perder cerca de 32.900 votos y 45 ediles. En Barakaldo, el PSE sigue siendo la primera fuerza, aunque pierde 6.128 sufragios y tres actas de concejal. Tontxu Rodríguez tendrá que pactar con PNV o PP para mantenerse al frente. En Portugalete, la bajada es menor y así mantiene la victoria.
En Basauri, Loly de Juan se tiene que conformar con la segunda posición, al dejar de contar con el apoyo de 1.400 vecinos y dos ediles. Han sido cuatro años de hacer oídos sordos a los basauritarras y unido al descenso general del PSE, la derrota de la hasta ahora alcaldesa era una posibilidad muy asentada.
En Ermua pierde también fuelle el partido de José Antonio Pastor, pero mantiene la primacía con 3.036 respaldo, 673 votos menos y dos corporativos menos. En Trapagaran, otra de sus plazas, es la primera fuerza, aunque su control del Consistorio puede peligrar por una alianza entre PNV y Bildu (9), que sumaría más actas de concejal que la de PSE y PP (8).
Los jeltzales mantienen la primacia en los ayuntamientos de Abanto, Alonsotegi, Arantzazu, Areatza, Arratzu, Arrieta, Arrigorriaga, Artea, Artzentzales, Bakio, Balmaseda, Barrika, Basauri, Bedia, Berango, Berriz, Bilbo, Ereño, Etxebarria, Erandio, Ereño, Errigoiti, Durango, Derio, Fruiz, Forua, Getxo, Gordexola, Gorliz, Gueñes, Iurreta, Isparter, Kortebuzi, Karrantza, Lanestosa, Laukiz, Lezama, Loiu, Markina-Xemein, Maruri-Jatabe, Mendata, Mendexa,Morga, Munitibar, Mundaka, Mungia, Muskiz, Muxika, Orozko, Urtuella, Santurtzi, Sestao, Sondika, Sukarrieta, Turtzioz, Ugao, Urduliz, Zamudio, Zeanuri, Ziortza-Bolibar y Zornotza. Bildu obtiene las alcaldías de Ajangiz, Arakaldo, Aulesti, Atxondo, Bermeo, Busturia, Elantxobe, Elorrio, Ea, Dima, Gamiz-Fika, Gernika, Izurtza, Igorre, Larrabetzu, Mallabia, Mañaria, Meñaka, Nabarniz, Ondarroa, Sopuerta, Sopela, Urduña, Zeberio y Zaldibar
Para el PSE queda Barakaldo, Portugalete, Ermua y Trapagaran. Aralar se hace sorpresivamente con Zalla.
El PNV es la segunda fuerza en localidades como Elorrio y Lemoa, donde se ha impuesto por votos Bildu. En la primera, por el empate a 6 concejales, el PP puede darle la Alcaldía. En Lemoa, el PSE puede hacer lo propio. En Sestao necesita del respaldo de la coalición abertzale y de izquierdas.
El PNV es la primera fuerza en las Juntas Generales de Bizkaia con 21 actas de apoderados, dos menos que en 2007, aunque suma 216.273 apoyos, 6.770 más que hace cuatro años. Sin duda, la sorpresa, a la vista de la encuestas publicadas por muchos medios de comunicación, fue Bildu, que es la segunda fuerza en la Cámara vizcaina con 12 junteros y 122.056 votos, por delante del PSE (96.980 votos y 9 junteros) y PP (80.203 sufragios y 8 apoderados), que pierden espacio en Gernika respecto a hace cuatro años cuando el apartheid político les benefició. Aralar y Ezker Batua pasan a no tener representación en la institución foral.
El candidato jeltzale a diputado general, José Luis Bilbao, tiene dos opciones para lograr un gobierno sólido, o pacta con Bildu o con el PSE. La segunda opción parece que es la que tiene más posibilidades, por la experiencia de alianzas que tienen los partidos que lideran en el herrialde Andoni Ortuzar y José Antonio Pastor. La sintonía entre PNV y PSE en el pasado cercano y lejano en temas como la incineradora, la política de grandes ejes viarias, política fiscal y bienestar social ayudarán sin duda a que finalmente tras algún escarceo mediático se llegue a un acuerdo, aunque no tiene porque materializarse en un pacto de gobierno estable. Los de Pastor salieron ayer muy tocados de las urnas y no están para poner muy alto el listón a un candidato con el que han mantenido fuertes enfrentamientos.
También puede llegar la hora en que los jeltzales se tomen la revancha de los fuertes choques públicos que mantuvieron la Diputación vizcaina y el Ejecutivo de Lakua en instituciones como el Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB), donde algunos cargos del Gabinete de Patxi López como el viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco, se cebaron en algunas críticas ácidas y sangrantes para pesos pesados del PNV.
Bildu tiene un programa claro, muy alejado de las prácticas del PNV, por lo que José Luis Bilbao hará de tripas corazón y olvidará las rencillas pasajeras con el PSE. A. G.
El PNV es la primera fuerza de Muskiz, con 5 concejales, quedando en segunda posición Biltzen, con 3. EA, que ostentaba la Alcaldía, se debe confirmar con el cuarto puesto. Los jeltzale necesitarán del apoyo del PSE.
Iñaki Azkuna consigue la mayoría absoluta gracias al batacazo del PSE, quinta fuerza política, y al mensaje populista del candidato a la reelección. El PP es la segunda fuerza con 6 ediles y Bildu consigue 4 actas de corporativos.