Zapatero mantiene las primarias frente a quienes piden un congreso
Muchos barones y dirigentes del PSOE, incluido algún ministro, son partidarios de adelantar el congreso federal del partido para elegir a su nuevo candidato para las elecciones generales previstas para marzo de 2012, en lugar de recurrir a las primarias, pese al empeño de Rodríguez Zapatero de recurrir a esa fórmula. Hay quien plantea incluso «derribar y volver a construir» el PSOE.
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El presidente del Gobierno español y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró ayer su compromiso con la celebración de elecciones primarias frente a un con- greso extraordinario para definir un programa y elegir a su sucesor como candidato a las elecciones de 2012, tal y como están pidiendo muchas voces en el seno de su partido.
Al día siguiente de la debacle electoral, se empezaron ya a escuchar algunas voces discordantes en el PSOE, pero la caja de los truenos la abrió el martes el lehendakari Patxi López al comunicar que la Ejecutiva del PSE había acordado por unanimidad decantarse por adelantar el Congreso Federal, previsto para 2012, una postura a la que se han ido sumando otras federaciones y dirigentes.
Su petición encontró respaldo, pero Zapatero insistió en la celebración de las primarias e incluso ayer trató de desactivar el debate en el seno de su partido al decir que había hablado con López y que ambos compartían esa fórmula. Señaló que coincidía con el lehendakari de la CAV en que son necesarias «una profunda reflexión» y «una renovación de ideas», aunque no se haga en un congreso.
Reiteró que su apuesta es que el sábado se abra el proceso de primarias y agregó que había explicado a López que convocar un congreso supondría crear una «distorsión» en el PSOE y sería «contraproducente», y le transmitió «cómo vamos a hacer las cosas y hemos estado completamente de acuerdo».
El PSE matiza
Sin embargo, la coincidencia no debió de ser tal cuando fuentes cercanas al lehendakari López informaron a primera hora de la mañana a Efe de que éste había aceptado, en su conversación con el presidente del Gobierno español, que no se convoque un congreso siempre que se haga una profunda reflexión interna, y horas después el PSE, a través de un comunicado, evidenciaba el desacuerdo al reafirmarse en su postura.
El PSE matizaba las palabras de Zapatero al señalar que su secretario general le había transmitido telefónicamente que «lo más conveniente» para afrontar la situación del partido y la derrota electoral era convocar un congreso. «Pensamos -indicó la Ejecutiva del PSE- que la mejor solución es definir primero el qué y el para qué, es decir, qué ofrecemos a los ciudadanos, y después el quién».
El PSE coincidió con el consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, quien recordó que serán los órganos competentes del PSOE y no Zapatero los que tomen la decisión final sobre la celebración de un congreso.
Otras federaciones, como la del Pais Valencià, verían con buenos ojos la propuesta de López, con la mente puesta en despejar incógnitas cuando antes de cara a las elecciones generales. Incluso el ministro español de Trabajo, Valeriano Gómez, consideró que las palabras del lehendakari de la CAV «tienen buen fundamento», por lo que dijo respetarlas, aunque evitó opinar sobre la mejor fórmula para elegir al candidato del PSOE para los comicios de 2012.
En el caso de Extremadura, aunque la Ejecutiva del PSOE no se ha pronunciado, su secretario general y aún presidente, Guillermo Fernández Vara, que el lunes abogó por un adelanto electoral, subrayó que «tan demo- crático es en un congreso como unas primarias» para elegir al sucesor de Rodríguez Zapatero como candidato a las generales.
Reconstrucción
También algunos diputados socialdemócratas defendieron la convocatoria de un congreso para renovar la dirección y el programa de partido. Varios constataron, en sus respectivos blogs, recogidos por Europa Press, que no basta con elegir al sucesor de Zapatero como candidato.
El diputado por Córdoba José Luis Rascón abogó por celebrar un congreso extraordinario de ideas para que el partido «se rehaga» y el madrileño Elviro Aranda advirtió de que el «hundimiento» del PSOE no se arregla sólo con un nuevo líder para 2012, porque tiene un «problema ideológico, una notable debilidad organizativa y una ausencia de estrategia» que requieren un «análisis profundo». Más allá fue el catalán Sixte Moral, quien planteó si ante el descalabro electoral será mejor «rehabilitar» el partido o «derribarlo y volverlo a construir».
Contra la opción del congreso y a favor de las primarias, arropando a Zapatero, se decantó la mayor federación del PSOE, la andaluza, y numerosos dirigentes del partido, incluidos ministros como Trinidad Jiménez.
Quien fuera secretario de Estado de Comunicación con Rodríguez Zapatero y actual diputado Fernando Moraleda estimó que es «imprescindible» que el PSOE culmine «cuando antes el proceso de nominación» de su próximo candidato, pero interpretó que la propuesta de un un congreso federal para renovar su dirección, supone una especie de «moción de cesura» y una «desautorización» del presidente español, que él no comparte.
José Luis Rodríguez Zapatero y su vicesecretario general, José Blanco, se reunirán mañana con los dirigentes territoriales en la sede de Ferraz. Su objetivo es limar asperezas e intentar desactivar la petición de un Congreso Federal, y aunar posiciones de cara al Comité Federal, máximo órgano del PSOE entre congresos, que abrirá el proceso de las primarias, al que pretenden llevar una propuesta prácticamente cerrada sobre el camino a seguir. El Comité Federal del sábado fijará el calendario para las primarias. Una vez que abierto el proceso y en el caso de que haya más de un candidato, se abrirá un plazo de un mes para recabar los avales necesarios. GARA
El consejero de Interior del Gobierno de Lakua, Rodolfo Ares, recordó que serán los órganos competentes del PSOE y no Rodríguez Zapatero los que tomen la decisión final sobre la celebración de un congreso.
Mariano Rajoy acudió a la sesión de control del Congreso español para preguntar a José Luis Rodríguez Zapatero por el paro juvenil, pero mostró tanta falta de entusiasmo y repetición de reproches que parecía desapego y no mencionó las elecciones del pasado domingo, ni el triunfo de su partido ni la debacle del PSOE.
Fue la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáez de Santamaría, la que le recordó su derrota y le acusó de dejar a los ciudadanos, que han hecho su balance «incontestable» de la gestión del Gobierno, como «secundarios» en época de crisis económica y social para estar sólo pendiente de cómo suceder a Zapatero.
Esteban González Pons aseguró que el PSOE «se lo quitó de candidato y ahora se lo quiere quitar de secretario general y se preguntó «¿por qué ha de servir a los españoles de presidente si a los socialistas ya no les sirve para nada?» GARA