El italiano con nombre de dios griego, Eros Capecchi, se adjudicó la decimoctava etapa del Giro -y la primera de su palmarés en la ronda italiana- de manera muy cómoda. De hecho, parecía como si el corredor del Liquigas hubiese adormilado con una flecha sedante a sus dos compañeros de escapada, ya que tanto el italiano Marco Pinotti (HTC) como el belga Kevin Seeldraeyers (Quick Step) apenas opusieron resistencia al vencedor del día.

La jornada transcurrió de manera explosiva, nerviosa desde el principio, con una media superior a los 45 km/h. El pelotón no consintió escapadas hasta el último tercio del trayecto, cuando a 50 kilómetros de meta se formó un corte de una veintena de corredores, entre los que se encontraban Carlos Sastre (Geox), dos hombres de Contador, Dani Navarro y Jesús Hernández (Saxo Bank), y Ángel Vicioso (Androni), además de los tres hombres que llegarían después en solitario a la línea de meta.

Tanto insistió en los ataques Pinotti, cuatro veces campeón de Italia contrarreloj y que quería demostrar su poderío ante sus paisanos, que rompió el grupo, llevándose a rueda a Capecchi y Seeldraeyers. Hasta los últimos 200 metros ninguno de los tres escapados realizó algún intento de arrancada. Fue de nuevo Pinotti el que arriesgó, pero Capecchi ofreció una respuesta incontestable, muy superior a sus dos oponentes. Por detrás, el pelotón entró a 6.02, con Alberto Contador de líder.