IBILIZ IBILI | ANTXON ITURRIZA «Aizpel»
Belabia, entre cuevas y bosques
En excursiones anteriores hemos propuesto la visita a las montañas del parque natural de Izki. Hoy vamos a retornar a ese espacio protegido, para conocer su zona más occidental, que tiene como referencia la cumbre de Belabia. Se trata de una ruta fácil de seguir, con pocos desniveles y asequible, en consecuencia, a cualquier excursionista.
El pueblo alavés de Markiz (Marquinez) será el punto de inicio de nuestro itinerario. Pero antes de partir hacia la montaña, o bien al final de recorrido, el caminante no debe de obviar la visita a la cercana ermita de San Juan (1 km en dirección de Arluzea), uno de los ejemplos más relevantes del románico alavés. En su fachada, una placa proclama su construcción en 1226.
En los alrededores del templo se extiende un paisaje extraño de grandes monolitos, algunos de los cuales muestran excavaciones de cuevas eremíticas. Resulta interesante el dedicar un tiempo a pasear entre estos monumentos naturales, que sirvieron de cobijo a monjes eremitas entre los siglos IX y XI.
Son sólo algunos exponentes de las numerosas cuevas artificiales que pueden encontrarse en la zona. Una de las más interesantes se localiza en la parte posterior de la parroquia de Markiz. Es la conocida como cueva de Santa Leocadia, en la que puede observarse la figura de una mujer en bajorrelieve.
Vayamos ya a la montaña. Cruzamos el puente sobre el río Molino y desde Herriko Plaza ascendemos a la izquierda por Basibide kalea. Al poco tiempo (6 min) nos situamos frente a un indicador. Sus paneles nos proponen una doble opción: seguir la llamada Senda de Marizurieta o tomar por el carretil de la derecha para recorrer la Senda Botondela.
Esta segunda propuesta será la que escojamos. Vamos ganando altura por un camino ancho. En la primera bifurcación tomamos a la izquierda, dejando a la derecha el barranco de Botondela. Avanzamos entre campos de labor por un paisaje despejado, en el que emergen los monolitos de Orkiza. Al frente observamos el cordal boscoso hacia el que nos dirigimos.
Algunas marcas dispersas nos encaminan a abandonar la pista principal para seguir por la derecha hasta un collado referenciado con un indicador (50 min). Siguiendo la dirección de la Senda Botondela viramos aquí a la derecha para iniciar un flanqueo entre tierras ladradas hasta alcanzar el collado de Engua (57 min). Allí encontraremos un nuevo indicador que nos encamina hacia la cercana cima de Belabia (970 m) (1,05 h).
Belabia es una cima modesta, con perspectivas ocultas hacia el sur por el arbolado y despejadas, en cambio, hacia el noroeste, orientación hacia la que se abren las alturas de Kapildui y el tajo del barranco de Okina.
Regresamos de nuevo al próximo indicador. Aquí debemos de tener cuidado, porque el panel de la Senda Botondela que estamos siguiendo orienta hacia abajo, cuando el rumbo correcto discurre por un ancho camino que acomete a nuestra izquierda (SO) el faldeo del hayedo de Gurtatia.
La senda avanza sin perder altura por bellos parajes boscosos dejando a la derecha una alambrada, antes de emerger a una zona despejada desde la que pueden contemplarse perspectivas hacia la sierra de Cantabria. Hay que tener en cuenta al cruzarse ante un cerrado que deberemos en todo momento mantenernos en la senda inmediata a la cresta.
Se llega así al portillo de Larraurena (901 m) (1,30 h). Aquí, aunque el indicador de la Senda de Botendela que estamos siguiendo ha desaparecido, deberemos girar 90º (NO) para iniciar el descenso hacia una amplia barrancada.
El camino de hace cada vez más marcado a medida que va perdiendo altura. En los roquedos de la ladera se abren las entradas de varias cuevas artificiales. Ya sobre el valle, tocamos asfalto en las cercanías de Urarte. Pero no debemos llegar hasta este pueblo. Al cruzar un puente, un nuevo indicador nos marcará hacia la derecha el rumbo a seguir por la senda de los Molinos para regresar a Markiz (2,05 h). El camino sigue el curso del río entre parajes flanqueados de vegetación de ribera hasta llegar de nuevo a las calles de Markiz (2,40 h).