Campeonato Manomanista
Una cuestión de acierto
En un partido de delanteros agresivos y rematadores, Olaizola estuvo más fino a la hora de la verdad.
Asier AIESTARAN I
Aimar Olaizola jugará dentro de dos semanas su sexta final del Campeonato Manomanista tras derrotar a Oinatz Bengoetxea por 22-15 en la semifinal disputada en el frontón Atano III de Donostia. El de Goizueta se llevó el gato al agua en un partido jugado a un ritmo trepidante desde el inicio y en el que su mayor acierto en los momentos claves acabó desnivelando la balanza.
Es lo que se podía esperar de un encuentro entre dos delanteros rematadores que ya habían anunciado su intención de ser lo más agresivos posible a la hora de acabar el tanto. Y en esas lides, Olaizola estuvo mucho más fino en la jornada de ayer. La estadística más clarificadora en ese sentido fue la de tantos logrados de aire, con ocho para Aimar y sólo uno para Oinatz.
El propio pelotari de Leitza lo explicaba mejor que nadie al final del partido. «Cuando tocaba pegar atrás me la he jugado con una dejada, además mal tirada, mientras que cuando había hueco para terminar he pegado atrás. He fallado en los momentos importantes», se lamentaba el campeón de 2008, cuyo único tanto de saque-remate (15-12) llegó en su mejor racha.
Aimar Olaizola, en cambio, sigue en estado de gracia y ayer volvió a jugar rayando la perfección. Si el partido contra Irujo ya fue toda una exhibición, el goizuetarra demostró de nuevo que se encuentra en un momento excelente. Sus números -14 tantos en juego, 4 de saque y sólo 3 errores- no hacen más que ratificar la impresión que da en la cancha. Se le ve fresco físicamente, con golpe suelto, y muy confiado en sus posibilidades cuando las cosas se ponen tiesas en el marcador.
En dos parciales
Ambos contendientes mostraron desde el inicio sus credenciales. Sirva como ejemplo el tanto que hizo subir el 4-3 al marcador, tras 28 pelotazos en apenas un minuto jugado a ritmo infernal. Oinatz metía el tanto con una dejada surrealista en el ancho, pero Aimar le dejaba claro que tendría que sudar en cada una de las jugadas. Y tras el empate a cuatro llegaba el primer parcial de Olaizola. Sacando con corrección, Aimar encadenaba ocho tantos y se ponía 12-4 por delante.
Pero a pesar de no estar tan acertado como en otras ocasiones, lo que a Bengoetxea no se podrá negar nunca es su capacidad de trabajo y sufrimiento. A base de defensa y una racha de tantos con el saque, el de Leitza se las ingenió para acercarse 15-14 en el marcador, obligando a su rival a pedir un descanso que a la postre sería fundamental.
A la vuelta del parón, Olaizola volvía por sus fueros para, con otra serie de tantos preciosos, volver a abrir brecha en el luminoso. En esta ocasión fue un parcial de 5-0 y la remontada era ya una quimera para Oinatz. Un último tanto de saque le daba a Aimar el billete para la final y la opción de ganar su tercera txapela del Manomanista.
«Si quieres estar en lo más alto tienes que saber jugar en los momentos de tensión. Es lo difícil de jugar contra Oinatz, sabes que si no lo haces perfecto él te va a llegar y te va a meter el tanto, y eso te acaba presionando. Por suerte, hoy me han salido bien las cosas y jugar la final será un premio para mí», declaró Aimar Olaizola, que tendrá quince días para preparar el partido contra Xala.