A pesar de las esperanzas de normalización surgidas tras la consecución de un acuerdo entre diferentes entidades palestinas, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no está dispuesto a ceder lo más mínimo en sus ideales. Y es que, como habitúa a proceder, ha querido dar un paso más en el intento de hundimiento de la causa palestina.

Ayer dio a conocer un nuevo plan con el cual quiere fortalecer la presencia sionista en la ciudad, y promover «una partida de dinero especial» con ese fin. Informó de ello en la reunión semanal de su gabinete, trasladada ayer al Museo de la Torre de David de la antigua ciudad de Jerusalén con motivo del 44 aniversario de la ocupación de la parte este de esa ciudad en la conocida Guerra de los Seis Días. «El Gobierno y la nación están comprometidos con Jerusalén, que es uno de los pilares de la unidad del pueblo israelí», reiteró ante el Consejo de Ministros.

Así pues, mediante el denominado Plan de Desarrollo Marom, Netanyahu pretende tramitar un presupuesto de unos 42 millones de dólares -más de 29 millones de euros- para promover inversiones en la ciudad como foco de atracción turística, y otra partida de 20,5 millones de dólares -más de 14 millones de dólares- para construir un estudio para la investigación biotecnológica.

«Estamos obligados a construir en esta maravillosa ciudad, porque es el corazón de nuestra nación», apostilló el primer ministro en la reunión. Quiso así zanjar las pretensiones palestinas de nombrar la parte este de Jerusalén como capital de su futuro estado palestino, subrayando que esa ciudad «seguirá siendo la capital única e indivisible del pueblo hebreo».

No obstante, aunque aún no haya dado a conocer ni donde ni cuando llevaran a cabo las construcciones, suponen un gran desafío a la normativa internacional, que prohíbe las construcciones en territorios conquistados a la fuerza, como pueden ser la Franja de Gaza, Cisjordania o el propio Jerusalén Este. Aún y todo, no se prevé que Netanyahu recule en esa decisión ya que no es la primera vez que pasa por alto esa prohibición.

Pesar por la apertura de Rafah

La decisión del primer ministro israelí se ha dado a conocer un día después de la reapertura del paso fronterizo de Rafah, entre Palestina y Egipto. El mandatario no ha querido valorar por el momento ese hecho, pero fuentes cercanas a su gabinete no han ocultado su pesar por la decisión que ha tomado su «importante aliado, Egipto». «Hay que analizar esa medida en un contexto más amplio, teniendo en cuenta las revueltas en la zona. estamos en contacto con las autoridades egipcias y esperamos que no haya contrabando de armas a través de Rafah», clamó el miembro del Ministerio de Defensa, Amos Guilad.