La patronal alavesa y los sindicatos se encuentran negociando el convenio del sector del Metal de este territorio que afecta a alrededor de 15.000 trabajadores.

El anterior convenio finalizó el 31 de diciembre de 2010 y actualmente las condiciones laborales se rigen por un pacto de eficacia limitada.

Delegados de ELA y de LAB se concentraron ayer al mediodía, por separado, frente a la sede de SEA en Gasteiz para denunciar las propuestas que la patronal ha puesto encima de la mesa negociadora.

Ambos sindicatos rechazan el aumento de jornada de cinco horas más al año, la vinculación de los salarios a la productividad de las empresas en lugar de al IPC y que la ultraactividad (la renovación automática de un convenio) se limite a seis meses.

El responsable del Metal de ELA en Araba, Gustavo López de Armentia, reconoció en declaraciones efectuadas a Efe que el mayor escollo en la negociación es la intención de SEA de bajar los salarios y defendió un aumento del salario mínimo para el año 2011 hasta llegar a los 19.000 euros anuales frente a los 16.700 euros actuales.

Además, el representante de ELA señaló que será imposible negociar si la patronal continúa planteando un aumento de la jornada, por lo que emplazó a SEA a cambiar de actitud de cara a la reunión entre las partes que tendrá lugar el 22 de junio, porque en caso contrario habrá un «conflicto seguro».

Por su parte, el portavoz del sector del Metal de LAB, Santiago Díez de Espada, coincidió en las críticas con ELA y advirtió de que este sindicato no está dispuesto a negociar los puntos propuestos por SEA.

«La patronal busca que trabajemos más y que ganemos menos al desligar la subida salarial del IPC y a eso no estamos dispuestos», manifestó durante la concentración.

El sindicato abertzale denuncia en este sentido que la patronal pretende «degradar aún más las condiciones laborales y precarizar el mercado de trabajo» con el fin de «buscar su competitividad a base de aumentar la explotación laboral».

Por ello, LAB ha iniciado una campaña informativa y de movilizaciones para reivindicar «un convenio blindado ante las reformas, un convenio digno que permita dignificar las condiciones de trabajo y proporcionar mejoras de derechos y de salarios».