Grecia gana tiempo después de que la UE y el FMI den luz verde a su plan de recortes
La UE y el FMI dieron ayer su visto bueno al plan de recortes y privatizaciones elaborado por el Gobierno griego, lo que además supone el desbloqueo del quinto tramo del «rescate», que asciende a 12.000 millones.Adriana FLORES (EFE) | ATENAS
Tras un mes de difíciles negociaciones, al fin llegó cierto alivio. El Gobierno griego informó ayer de que ha recibido el visto bueno de la UE y el FMI a las nuevas medidas de austeridad y privatizaciones para reducir el déficit y desbloquear la llegada de nuevas ayudas.
La evaluación de que Atenas ha hecho lo suficiente para recibir el quinto tramo del crédito internacional de 110.000 millones de euros, de 12.000 millones, ha alejado el peligro de que Grecia se vea obligada a suspender pagos a corto plazo. Ese dinero llegarán «muy probablemente, a comienzos de julio», según expertos internacionales.
«La sensación en los mercados financieros es que Grecia ha ganado tiempo, pero que no se vislumbra aún una solución a largo plazo para el problema presupuestario heleno», dijo a Efe un analista económico que pidió no ser identificado.
La Bolsa de Atenas cerró con una subida del 4,42% ante la expectativa de una pronta llegada de nuevas ayudas e incluso de que se haya abierto la puerta a un «segundo rescate» de Grecia por valor de unos 60.000 millones de euros para el periodo 2012 y 2013.
Antes del 20 de junio
El Gobierno griego desveló lo esencial de las nuevas medidas de austeridad a finales de mayo, con recortes de 6.400 millones de euros para 2011 y de 22.000 millones de 2012 a 2015. Según fuentes gubernamentales, la próxima semana el Consejo de Ministros deberá aprobar el paquete de medidas, mientras que se espera que el Parlamento lo vote antes de una reunión del Eurogrupo prevista para el 20 de junio.
Entre las medidas se encuentran más recortes en los salarios de los funcionarios y en pensiones, así como subidas de impuestos. A ello se une un ambicioso programa de privatizaciones para recaudar 50.000 millones de euros, que afectará a trenes, puertos, aeropuertos, bancos, loterías, compañías eléctricas y autopistas.
Precisamente, los expertos de la UE y el FMI pidieron que se aceleraran las privatizaciones y que se ahondase en las reformas estructurales, aunque reconocieron que se ha avanzado mucho en el último año. Atenas creará una agencia independiente para manejar el proceso de venta de los activos estatales.
Grecia cerraba así una semana en la que se ha visto acorralada entre el escepticismo de los mercados a sus planes de saneamiento y la creciente respuesta interna a los mismos. En la calle, después de un año de apretarse el cinturón, se ha recibido muy mal el horizonte de nuevas y dolorosas medidas de ahorro. De hecho, las negociaciones ayer entre Atenas y los inspectores internacionales tuvieron que celebrarse fuera del Ministerio de Finanzas porque éste fue ocupado por sindicalistas que se oponen a los recortes.
Incluso dentro del propio Partido Socialista del primer ministro, Yorgos Papandréu, son cada vez más las voces que cuestionan los ajustes a cualquier precio. Ya son 16 diputados, de los 156 de la formación, los que de alguna manera lo han cuestionado. Para aprobar el plan se necesitan 151 votos.
Papandréu declaró hace una semana que seguirá adelante «aunque sea solo» y que no anticipará las elecciones legislativas, pero se verá obligado a hacerlo si pierde el apoyo de sus correligionarios. El objetivo del nuevo acuerdo con la UE y el FMI es reducir el actual déficit, del 10,5% del Producto Interior Bruto, al 3% dentro de tres años.