Tras el 22-M
El PSE quiere volver a los brazos del PP en Araba y pactar con el PNV en Gipuzkoa
Vistos los resultados, el PSE quiere enterrar su hacha de guerra con el PP en Araba y le asegura sus votos para Gasteiz y para la Diputación. En Gipuzkoa, sin embargo, se ofrece al PNV para poder intercambiar instituciones.
I. IRIONDO - AGENCIAS | GASTEIZ
A la fuerza ahorcan. El PSE quiere volver a ajuntarse con el PP en Araba, después de que hace cuatro años dejara a su candidato a diputado general, Javier de Andrés, colgado de la brocha viendo cómo el PNV se llevaba la Diputación. El líder del PSE alavés, Txarli Prieto, no calculó bien sus fuerzas, magnificó las promesas de apoyo o hizo las cuentas de la lechera; pero el resultado fue que, pese a que PP y PSE sumaban mayoría absoluta, tras una filigrana de ANV, el gobierno se lo llevó Xabier Agirre, que llamó a su compañía a EA y Aralar.
Dos años después, tras las autonómicas y después de que Antonio Basagoiti aupara a Patxi López a Ajuria Enea, el PP intentó corregir la situación con una moción de censura, a lo que Txarli Prieto se opuso. La Diputación estaba gobernada por el PNV pero con el apoyo presupuestario del PSE, que así se garantizaba la estabilidad del Ayuntamiento de Gasteiz.
Ahora, con el PSE relegado a cuarta fuerza en Araba, Txarli Prieto no atraviesa sus mejores momentos, ni siquiera dentro de su partido. La cuestión de los pactos en Araba, como todos en general, ha quedado en manos de la Comisión Ejecutiva, así que el secretario de Política del PSE, Rodolfo Ares, dejó ayer claro que en Gasteiz apoyarán a Javier Maroto y ni siquiera presentarán la candidatura de Patxi Lazcoz, no sea que haya extrañas coincidencias y acabe saliendo elegido como alcalde.
En cuanto a la Diputación, Ares aseguró que «en lo que dependa del PSE, [el PP] tendrá nuestro apoyo para que pueda obtener el diputado general. Lo que sucede es que no es suficiente con nuestro respaldo».
Lo cierto es que la apuesta del PSE en Araba es muy poco arriesgada, aunque está en consonancia con sus pobres resultados electorales. El apoyo al PP en la Diputación se quedará en nada, porque el pacto unionista no suma mayoría absoluta y se da por hecho que será elegido el jeltzale Xabier Agirre.
En el Ayuntamiento de Gasteiz el papel del PSE será, en esta tesitura, el de socio menor del PP. En todo caso, si hubiera querido, podría haber hecho una apuesta por buscar un acuerdo general con el PNV que incluyera también la Alcaldía de la capital, aunque eso le hubiera costado el pacto con el PP en el Parlamento autonómico, ruptura que no todo el PSE vería como traumática.
Tres alcaldías por la Diputación
Tras cuatro años de buen entendimiento y mutua ayuda, la pareja formada por PSE y PNV se romperá en Araba pero, como es sabido y reiteró ayer Ares, ya le están pidiendo relaciones a los jeltzales en Gipuzkoa.
La excusa es la de decir que se pretende impedir que Bildu gobierne en la Diputación y en el Ayuntamiento de Donostia, pero tampoco eso debe ser tan malo, puesto que el PSE ya deja claro que, si no hay intercambio de cromos, la coalición soberanista se lo llevará todo.
«La oferta que le estamos haciendo al PNV es que ellos puedan gobernar la Diputación de Gipuzkoa, aunque debieran darnos el apoyo para gobernar en San Sebastián, Andoain y Rentería», reiteró Ares en Onda Cero. Y el plazo concluye el próximo sábado, 11 de junio, con la constitución de los ayuntamientos. «O hay un acuerdo global para consistorios y diputaciones o se darán por rotas las negociaciones», zanjó. El intercambio de Donostia por la Diputación obligaría a PNV y PSE a gobernar prácticamente en coalición en ambas instituciones, pero ni así llegan a sumar la mayoría absoluta que les pudiera dar tranquilidad.
El PP ve al PNV «acongojado»
La estabilidad que requeriría el pacto PNV-PSE en Gipuzkoa le vendría dada por el PP, que insiste en tratar de poner a los jeltzales entra la espada y la pared para evitar que gobierne Bildu. Su secretario general en la CAV, Iñaki Oyarzábal, aseguró ayer en Donostia que ve al PNV «acongojado por el resultado de Bildu» y le pidió que se defina.
El PP sostiene que «no hay problemas programáticos» que impidan alcanzar un acuerdo a tres con PNV y PSE. Al PNV, dice, le toca decidir si quiere que Gipuzkoa y Donostia «se asemejen a la Bolivia de Evo Morales o a la Venezuela de Chávez».
El Comité Regional del PSN se reúne hoy en Iruñea para analizar, en sesión extraordinaria, la situación política generada tras las elecciones del 22 de marzo y configurar su estrategia de pactos. Se da por hecho que optará por buscar un acuerdo con UPN y que lo que queda por definir es si intentará que la formación que encabeza Yolanda Barcina le permita entrar en un gobierno de coalición o si, de nuevo, preferirá apoyarlo desde el exterior.
No obstante, determinadas informaciones aireadas el jueves por la Cadena Ser, que apuntaban a que hay dirigentes del PSOE en Madrid que no descartaban aceptar los votos de Nafarroa Bai y Bildu, parecen haber surtido el efecto de generar cierto nerviosismo en UPN. La líder y candidata a presidir el Gobierno foral manifestó ayer que el PSN «debe aclarar si cuenta o no» con Bildu para acceder, con sus votos o su abstención, al Ejecutivo navarro. Y añadió que «cuanto antes tome una decisión es mejor», porque Nafarroa necesita «un gobierno fuerte y estable que tome decisiones para seguir siendo no sólo locomotora de España, sino una de las mejores regiones de Europa».
Barcina sostiene que lo primero es tener «claras las líneas de trabajo para los próximos cuatro años», mientras que de un posible gobierno de coalición UPN-PSN «se hablará cuando esté cerrado lo primero».
Pero el presidente saliente, Miguel Sanz, parece tener más claro este futuro, ya que apostó por «un gobierno fuerte y sólido, que garantice que Navarra va a estar gobernada conforme a los problemas» y, a su entender, «esto pasa por tener un gobierno de coalición proporcionado, adecuado a lo que están demandando los ciudadanos». GARA
La Junta Electoral Central rechazó ayer un recurso presentado por el PNV a raíz del escrutinio en Erriberabeitia (Araba). La decisión no varía el reparto de las JJGG, donde el PP tiene 16 junteros, el PNV 13, Bildu 11, el PSE 9 y EB 2.
Bilduk ez du Euskal Herriko aldaketa politiko eta soziala denboran gehiago luzatu nahi. Maiatzaren 22ko foru eta udal hauteskundeetatik ia bi aste igaro ostean, koalizioko hamazazpi batzarkide hautetsik euren akreditazioak ofizialdu zituzten atzo Donostian, Gipuzkoako Batzar Nagusietan. Horrenbestez, abian da dagoeneko Batzar Nagusi berriak osatzeko prozesua.
Martin Garitano ahaldun nagusigaiak adierazi zuenez, garrantzitsuena orain ganberaren osaerak Gipuzkoako errealitate soziala irudikatzea izango da, eta horretarako, zalantzarik ez zuen agertu: «Euskal Herrian gertatuko den aldaketa geure lurraldetik abiaraziko den konfiantza dugu».
Bai Batzar Nagusien osaerak, bai ahaldun nagusiaren izendapenak, «hautestontzietan gertatu zenaren isla» izatea espero du halaber: «Bilduk lidergoa mantendu behar du normalizazio politikora eramango gaituen aldaketa gauzatzeko».
Gogotsu agertu ziren atzo hautetsiak. Hainbeste, non hitzordua baino hogei minutu lehenago heldu ziren Batzar Nagusien egoitzara.
Osoko Bilkuraren eraketa prozesua abian jartzen da 51 batzarkideetatik herenak akreditatzen direnean; alegia, 17. Eta horretarako bertaratu ziren atzo Donostiara Martin Garitano, Iñaki Agirrezabalaga, Ander Rodriguez, Idoia Ormazabal, Lohitzune Txarola, Enrique Martinez, Iñaki Azkarate, Inko Iriarte, Amaia Larrañaga, Judit Garcia, Ainhoa Zabala, Laura Maritxalar, Iban Asenjo, Ricardo Burutaran, Mikel Biain, Ohiane Zabaleta eta Gurutze Baztarrika. «Bildu osatzen dugunok hartu dugu Batzar Nagusiak osatzeko prozesua abiarazteko ardura -adierazi zuen Garitanok-, hori egin dezakeen talde bakarra geurea delako, batzarkideen herena baino gehiago izanda».
Akreditazioekin amaitutakoan Rafaela Romero jardunean den Batzar Nagusietako presidenteak egin zien harrera, eta jarraian, egungo egoera politikoaren gainean hitz egin zuten.
Halaber, Foru Ganbera berria osatzeko osoko bilkura «ziurrenik» datorren ekainaren 13an izango dela iragarri zien. Oihane LARRETXEA
Bildu recordó ayer en Gasteiz que su apoyo al PNV en las Juntas Generales de Araba «empieza y acaba» en el pleno de elección del diputado general. En rueda de prensa, Lorena López de Lacalle e Itziar Amestoy, portavoces de Bildu en Araba y Gasteiz, anunciaron que el voto de sus junteros a la posible reelección de Xabier Agirre como diputado general del herrialde supone un «apoyo crítico» a la formación jeltzale.
De todos modos, López de Lacalle matizó que el apoyo de la coalición abertzale al PNV en Araba «pivota» sobre la gestión y la línea política de los jeltzales en el herrialde. «Basta de corrupción, de recorte en el sistema público de bienestar, de seguir sin avanzar a favor del euskara y de no apostar por el contencioso de Trebiñu», puntualizó.
De cara a los próximos cuatro años, las dos portavoces afirmaron que, pese haber rechazado formar parte del Gobierno foral, la coalición está dispuesta a alcanzar acuerdos puntuales, por ejemplo en euskara o fiscalidad, con el PNV. Pero, como advirtieron, para poder lograr dichos acuerdos el partido jeltzale deberá «dejar de viajar tanto a Madrid, y empezar a mirar a Euskal Herria».
Esta petición pasa por no aceptar las propuestas presentadas por el PP, quién ha solicitado un acuerdo a tres bandas, entre los dos grandes partidos españoles y el PNV, para evitar que Bildu gobierne en las distintas instituciones donde es la primera fuerza.
Para las dos portavoces abertzales, los resultados electorales del pasado 22 de mayo también reflejan claramente «una demanda de cambio político y social» en este país. Un cambio reivindicado en Araba por una «mayoría» abertzale que estaría integrada por las junteras y junteros del PNV y Bildu.
No obstante, transcurridas dos semanas desde las elecciones, la formación jeltzale, que ya ha mantenido encuentros con PP y PSE, aún no se ha puesto en contacto con los portavoces de Bildu en Araba. «La responsabilidad es del PNV», matizó la citada juntera.
Por otro lado, de cara a la nueva legislatura, Bildu anunció su intención de presentar una batería de propuestas con las que «avanzar en la resolución del conflicto». Unas propuestas con las que poder cambiar «la línea política» de los jeltzales en el herrialde. GARA