Comprobar el grado de humedad residual con el que sale la ropa de una lavadora; el brillo de la cristalería tras pasar por un lavavajillas de gran capacidad, o la suavidad de la mantelería cuando sale de una planchadora industrial. Son aspectos que no se pueden describir en un catálogo industrial y que han llevado a los responsables de Fagor Industrial a crear un nuevo concepto de sala de exposiciones.

«Hoy día no vale con fabricar productos de calidad, es imprescindible que los clientes lo entiendan, lo vean, lo sientan», declaraba el viernes Kepa Bedialauneta, director general de Fagor Industrial, en el acto de inauguración de las nuevas instalaciones, ubicadas en un antiguo almacén del barrio de Migelena, cercano a la planta de producción de Oñati.

Joseba Hurtado, jefe de proyectos de la compañía, incidió en este aspecto al señalar que «en todas las ferias a las que acudimos comprobamos que los clientes no tienen tiempo para que les mostremos con detenimiento nuestro catálogo. Por ello hemos construido este `show room' de 625 metros cuadrados de superficie, que es como un stand de feria pero a lo grande, donde los clientes tienen todo el día no sólo para ver nuestros productos, sino para ponerlos en marcha y comprobar sus prestaciones y funcionalidad». En opinión de Bedialauneta, «intentamos que el cliente esté en exclusiva para nosotros».

La innovadora sala de exposición acoge los últimos modelos de todas las áreas de producto de la compañía, como hornos, cocinas, lavavajillas, lavadoras, secadoras, planchadoras y frigoríficos, todos ellos destinados al sector de la hostelería, la restauración colectiva y la lavandería industrial. Poco tienen que ver con los aparatos domésticos, como lo demuestran las lavadoras de 60 y hasta 120 kilos de capacidad allí expuestas o las planchadoras de hasta cuatro metros de anchura.

El «show room», en el que se han invertido 650.000 euros, dispone asimismo de un auditorio con capacidad para 32 personas, que incluye una cocina de última generación donde un chef efectúa demostraciones en directo de las placas de inducción, planchas, freidoras y hornos, dentro de la iniciativa Fagor Cooking Experience.

Inversión en laboratorios

Además de la apertura del «show room», Fagor Industrial ha sometido a sus laboratorios de I+D a una profunda remodelación, para lo cual ha efectuado una inversión de 450.000 euros. Su superficie ha sido ampliada de 250 a 700 metros cuadrados, que vienen a sumarse a los que dispone el laboratorio recientemente inaugurado en la planta de la localidad cordobesa de Lucena, especializada en muebles frigoríficos.

Según explico su responsable, Eugenio Urzelai, las nuevas instalaciones de Oñati abarcan actualmente tres áreas de trabajo: desarrollo, certificación y fiabilidad, en la que los aparatos se ponen en funcionamiento bajo condiciones extremas.

En los próximos meses, se ampliarán con otros tres nuevos campos de estudio: aula técnica, laboratorio culinario y ensayo de transporte, que dispondrá de una plataforma homologada que simulará un transporte de electrodomésticos hasta Moscú.

Además, el año que viene se inaugurará un nuevo laboratorio de acreditaciones para que no sólo Fagor Industrial, sino también otros fabricantes, puedan acreditar en él la calidad de sus productos. El objetivo es disponer de un laboratorio full accredited (de acreditación total), al tratarse de aparatos de alto contenido tecnológico.

La inauguración de las nuevas instalaciones ha coincidido con la puesta en marcha del nuevo restaurante del museo Guggenheim Bilbao, regentado por Josean Martínez Alija, cuyo diseño e instalaciones han corrido a cargo de Fagor Industrial. Este proyecto ha sido uno de los de mayor envergadura emprendidos por la compañía en el último año, tanto por la categoría gastronómica del establecimiento como por que la mayoría de sus elementos de cocina se han fabricado a medida.