Miles de japoneses salieron a la calle en las ciudades del país para exigir el fin de la utilización de la energía nuclear tres meses después del terremoto y posterior tsunami que provocó la catástrofe nuclear de Fukushima.

En las concentraciones participaron trabajadores, estudiantes y padres con sus hijos entre pancartas con consignas como «¡Nuclear, no!» o «No más Fukushimas». «Si no se dan por enterados ahora, ¿qué más tiene que pasar antes de que se deje de utilizar una energía tan peligrosa como la nuclear?», preguntaba Yu Matsuda, trabajadora de guardería de 28 años de edad.

«Ya es hora de pasar a las fuentes de energía renovables», declaró Kumi Naidoo, director de Greenpeace, en la concentración en el parque Yyogi de Tokio. Otra columna de manifestantes se dirigió a la sede central de Tepco, operadora de la central de Fukushima. Un centenar de manifestaciones tuvieron lugar en japón, y tuvieron su correlato en ciudades de todo el mundo. Japón vivió un minuto de silencio por las 23.500 personas muertas en el terremoto y los 8.000 desaparecidos. 90.000 supervivientes siguen lejos de sus casas.