Daniel Raventós 2011/6/5
Bildu, el movimiento del 15 de Mayo y la renta básica
sinpermiso
(...) Sabido es que Bildu, la coalición de izquierda independista vasca, consiguió unos resultados electorales realmente buenísimos. (...) Ese fue uno de los pocos datos agradables para la izquierda, si no el único, de las elecciones municipales y parcialmente autonómicas del pasado 22 de mayo. Todo eso es bien conocido, pero no lo es tanto el hecho de que Bildu presentaba en su programa foral la defensa de una renta básica de ciudadanía. Y en ese punto la redacción era de una falta de ambigüedad admirable. Después de constatar que las desigualdades sociales no están en vías de reducirse en el futuro inmediato, y que las prestaciones económicas condicionadas necesitan de una revisión para hacer frente a la situación de desempleo masivo y de pobreza creciente, Bildu propone «llevar a cabo un debate social y político con el fin de articular una propuesta sobre una Renta Básica de Ciudadanía» a partir de tres principios: universalidad, individualidad e incondicionalidad. Más adelante, el programa especifica los efectos que tendría una renta básica de ciudadanía. Entre ellos cabe destacar que eliminaría los humillantes controles y ahorraría gastos administrativos; permitiría a las personas poder elegir más libremente la combinación preferida de trabajos (remunerado, doméstico y voluntario); favorecería el autoempleo y la iniciativa; facilitaría un aumento salarial en determinadas actividades laborales poco gratificantes o atractivas; reduciría el fraude y desaparecería la `trampa de la pobreza'. (...)
Que la propuesta de la renta básica de ciudadanía haya sido introducida, de forma explícita en el programa de Bildu y de forma más dubitativa en algunos debates del movimiento del 15 de Mayo, contrasta con el cada vez mayor abandono que dicha propuesta está sufriendo entre buena parte de los partidos parlamentarios, especialmente a partir del estallido de la gran crisis económica. (...)
La renta básica, financiada mediante una reforma impositiva en la que los ricos aportasen mucho más de lo que ahora pagan en impuestos, sería una forma de distribuir la riqueza de manera completamente contrapuesta a la que se ha practicado a lo largo de las últimas décadas en donde se ha redistribuido de los pobres a los ricos. Por ello mismo, como lo expresaba el biógrafo de Keynes, el economista Robert Skydelski, en un reciente y breve artículo en que mencionaba a la renta básica como una de las medidas a considerar, esta propuesta «no será del gusto de todos». Lo importante, efectivamente, es que sea del gusto de una mayoría social.