Los «indignados» del movimiento 15-M dejaron patente a los nuevos alcaldes que han jurado o prometido su cargo que a ellos «no les representan», en unas protestas frente a los ayuntamientos que acompañaron de caceroladas.

En las inmediaciones de numerosos ayuntamientos se escucharon desde primera hora las voces de los manifestantes y en algunos lugares las protestas continuaron durante la tarde. En Palma de Mallorca fueron detenidas tres personas, y en Burgos, otras dos.

En Madrid, cerca de un centenar de «indignados», que hoy levantarán su campamento, iniciaron sobre las dos de la tarde una concentración en la plaza de Cibeles, frente al ayuntamiento, tras protagonizar por la mañana una protesta durante la sesión de investidura del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón.

Los concentrados colocaron una pancarta en la fuente de Cibeles con el lema www.tomalaplaza.net, la web donde los miembros de este movimiento informan sobre sus actividades.

Por la mañana, la Policía desalojó a un grupo de ellos que se encontraban frente al ayuntamiento, en la calle en la que está el garaje del edificio, ante la inminencia de la salida de los políticos que participaban en el acto de constitución de la nueva corporación. Antes, en las inmediaciones, trescientas personas simularon el entierro de la democracia, con una parafernalia en la que no faltaron ataúd, falsos sacerdotes y llantos.

Otro entierro similar se produjo a las puertas del Ayuntamiento de Palma, donde una cacerolada sirvió para protestar contra la clase política, a la que un centenar de personas gritaba «No nos representáis», «El pueblo unido jamás será vencido» o «Corruptos» y «Ladrones». Tres jóvenes fueron detenidos por subir hasta el balcón del ayuntamiento de Palma.

En Burgos, otros dos manifestantes fueron detenidos por haber dado un golpe en la espalda a uno de los agentes y por sacar fotografías a los policías.

Concentraciones con consignas que corearon una y otra vez en lugares como Valencia, donde cerca de 300 personas protagonizaron otra sonora protesta delante del ayuntamiento, donde tiene instalado el campamento este movimiento que ha mostrado su rechazo a la corrupción con pancartas y gritos como «Presidente (Camps) a (la cárcel de) Picassent».

En Logroño, antes de la toma de posesión, un hombre vestido de traje entró en el salón de plenos y tras manifestar que «mucho juráis y prometéis. No tenéis la dignidad de sacar de vuestras listas a los imputados de corrupción», fue desalojado.

Abucheos, gritos, sirenas e insultos recibieron los concejales de Zaragoza por parte de cientos de personas que arrojaron miles de chubasqueros de los que se encargaron para la Exposición de 2008 y que han encontrado abandonados en unas naves, valorados en unos 160.000 euros.