Cambio en los ayuntamientos vascos
El voto en blanco del PSN da la Alcaldía de Iruñea a UPN
Martxelo DÍAZ | IRUÑEA
El PSN optó por apuntalar a UPN en el Ayuntamiento de Iruñea y permitió que su candidato, Enrique Maya, sustituya a Yolanda Barcina al frente de la capital navarra.
La fórmula escogida por los tres ediles del PSN fue el voto en blanco, lo que impidió que la candidatura de Uxue Barkos alcanzase la mayoría absoluta gracias a los siete votos de su grupo, NaBai 2011, los tres de Bildu y el único de I-E. Barkos sumó once, tres menos de los catorce requeridos para alcanzar la Alcaldía, los mismos que tiene el grupo municipal del PSN.
La derecha, por su parte, votó unida y Maya obtuvo el respaldo de los once concejales de UPN y de los dos del PP, por lo que se quedó a uno de la mayoría absoluta, pero fue investido por ser el cabeza de lista de la candidatura más votada.
Juan Moscoso, portavoz del PSN, trató de justificar su postura destacando que el voto blanco se produjo «para evitar que Bildu condicionase el resultado», ya que el apoyo de la coalición abertzale era imprescindible para desbancar a UPN de la Alcaldía. «Hemos sido coherentes con todo lo que hemos señalado durante la campaña», manifestó.
Eva Aranguren, portavoz de Bildu, se reconoció indignada por la actuación del PSN, «ya que ha imposibilitado que se produzca un cambio en la situación política de Iruñea desde una perspectiva progresista y de izquierda».
Aranguren lamentó que «el PSN haya unido sus votos y su destino político a UPN». «El PSN tenía que elegir y ha elegido. Ha elegido la derecha, en vez de la articulación de una mayoría progresista en Iruñea, con lo que ha traspasado todos los límites para integrarse en un gobierno de la extrema derecha», incidió.
«El PSN ya no es alternativa de cambio -añadió-, sino cómplice de las políticas neoliberales, del autoritarismo y de la exclusión que practica UPN en el Ayuntamiento de Iruñea».
Preguntada por lo manifestado por Moscoso en el sentido de que su apoyo a UPN buscaba evitar que Bildu formase parte de la alternativa a la derecha en Iruñea, Aranguren respondió que es «una excusa, no un argumento».
«El PSN cada vez utiliza una nueva excusa, que no argumento, para tratar de justificar su respaldo inevitable a UPN. En 2007, la excusa fue NaBai. En 2011, ha sido Bildu», señaló Aranguren, que recordó que la oferta de su formación para impulsar el cambio mediante el desalojo de UPN del Ayuntamiento de Iruñea no incluía exigencia alguna para formar parte del equipo de gobierno. «Es una nueva excusa, la última. Esta semana ya se veía venir esto», comentó.
Uxue Barkos también tuvo duras palabras para el PSN, ya que calificó la actitud mantenida ayer como «el capítulo más denigrante de la política navarra, puesto que se podía haber logrado una mayoría de progreso en Pamplona, ya que la creación de un gobierno municipal progresista contaba con votos suficientes».
«Una vez más, la falta de valentía del PSN, su cobardía más absoluta, ha impedido que Iruñea cuente hoy con un ayuntamiento progresista», reiteró Barkos.
Junto a ello, la candidata de NaBai recordó que lo sucedido ayer en la constitución del Ayuntamiento de la capital es exactamente la exigencia que planteó la presidenta de UPN, Yolanda Barcina, al PSN en las conversaciones que han mantenido en el Parlamento de cara a la formación del nuevo Gobierno navarro.
«No han tenido la gallardía de dar a conocer el acuerdo y se ha sometido a las exigencias de Yolanda Barcina, traicionando, una vez más, a su militancia, a su electorado y al conjunto de la ciudadanía», acusó Barkos.
Edurne Egino, edil de I-E, también criticó al PSN. «Pensaba que estábamos en una situación normalizada en la que todos los concejales y todos los grupos éramos legales. La lógica de la alternativa a UPN nos obligaba a unirnos a todos los grupos a su izquierda», destacó.
«Me siento engañada. Llevan quince años mintiéndonos», añadió Egino, que explicó que en la reunión que mantuvo el jueves con el PSN, le manifestaron que iban a presentar como candidato a Moscoso y que le llamarían por teléfono para confirmarlo antes de hoy, «ya que no quería que el pleno fuera una partida de mus. No me han llamado. Antes del pleno les he preguntado qué iban a hacer. Me han dicho que votar en blanco, y he decidido apoyar a NaBai».
Cientos de personas se congregaron en la Plaza del Ayuntamiento de Iruñea mientras se celebraba el pleno, haciéndose oír durante el mismo. Una representante acudió a la sesión, invitada por la concejala Edurne Egino (I-E).
El nuevo alcalde de Iruñea se mostró dispuesto a comenzar a trabajar lo antes posible y anunció que a partir de mañana empezará a organizar las áreas mediante una reducción de su número justificada por la crisis económica.
Junto a ello, Maya destacó que en las conversaciones mantenidas antes del pleno, constató que las similitudes programáticas de UPN y PSN son numerosas. «Tenemos puntos en común, nos une el programa», aseguró el representante de la derecha, antes de señalar que considera el voto en blanco del PSN que le permitió alcanzar la Alcaldía como «un voto de confianza y una apuesta abierta a posibles acuerdos».
«No quiero cerrar ninguna puerta», añadió Maya para dejar abierta la posibilidad de que el PSN se incluya en el equipo de gobierno, para lo que se comprometió a seguir hablando con el partido de Moscoso para incluirle en la comisión de gobierno y para alcanzar acuerdos de programa.
Moscoso quiso dar una versión distinta y, pese a haber permitido que UPN se mantenga en el poder en Iruñea, destacó que su partido se considera ubicado «en la oposición». «Que nadie piense que estamos ante una repetición de lo sucedido en 2007. No estamos en una situación de oposición responsable, estamos en la oposición, ya que no hay nada que nos obligue a alcanzar ningún acuerdo con UPN», declaró.
En su primera comparecencia como alcalde de Iruñea, Maya ofreció una imagen mucho más tolerante que su antecesora, Yolanda Barcina, hasta el punto de que se mostró dispuesto a analizar y debatir las propuestas que presente Bildu y a aprobarlas si las considera adecuadas, «aunque nos separa claramente el modelo que cada uno defendemos para Navarra». M.D.
