Tropas sirias se dirigieron ayer desde Alepo y Hama hacia la ciudad de Maaret al-Noomaan, en la provincia de Idleb, en el noroeste del país, según Rami Abdel-Rahmane, dirigente del Observatorio sirio de Derechos Humanos, quien indicó que el Ejército sigue las operaciones de «limpieza» en las localidades próximas a Yisr al-Shughur. Desde el viernes, el Ejército lleva a cabo una vasta operación en esta provincia situada junto a la frontera turca y el domingo entró en Yisr al-Shughur, de 50.000 habitantes, donde habían muerto 120 policías tras las protestas contra el régimen de Bashar al-Assad. Según Abdel-Rahamane, seis civiles murieron en Ariha en las últimas horas y una pareja y sus dos hijos fallecieron en la misma región por disparos cuando acababan de atravesar un control militar.

Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad llevan a cabo arrestos masivos en la región de Deraa, epicentro de las protestas contra Al-Assad, así como en el entorno de Damasco. Más de 13.000 personas han huido de estas operaciones hacia Turquía y Líbano, según la ONU. Entre ellas, se encuentran 300 personas de la tribu Al-Tayib. «No hay agua, nada que comer, los niños lloran todo el tiempo, ¡Que dios los maldiga!» gritaba una mujer de esta tribu.

Como miles de desplazados, los Al-Tayib dudan si cruzar la frontera a los campos de refugiados y se agolpan a lo largo de la frontera. «Tenemos tierras, casas, bienes aquí. Espero que ese asesino de Al-Assad caiga y podemos volver a nuestras casas», dice un padre de familia. La falta de higiene comienza a ser un problema en ausencia de letrinas organizadas, y las intensas tormentas en las últimas horas se añaden a sus dificultades.

Por otro lado, un coronel sirio que ha desertado confirmó disensiones en el seno del Ejército.

Un coronel deserta

«El Ejército avanzaba hacia Yisr al-Shughur con unidades de infantería delante y tanques detrás. Intenté proteger a los civiles», declaró el coronel Hussein Harmoush, que también se ha refugiado en la frontera turca.

«Conmigo hay grupos que han desertado. Sólo disponemos de armas ligeras y minas. Tendimos trampas al Ejército para retrasar su avance y permitir huir a los civiles», añadió, indicando haber colocado minas sobre los puntos de paso de las tropas. Agregó que desobedeció las órdenes de disparar sobre los manifestantes, pero vio que helicópteros, tanques y artillería disparaban sobre las ciudades.