El Gobierno irlandés confirmó ayer su intención de crear una comisión especial independiente para investigar los supuestos abusos cometidos por monjas y sacerdotes en las llamadas «Lavanderías de la Magdalena». El objetivo de la investigación es «clarificar cualquier interacción del Estado con las lavanderías de la Magdalena».

La Justicia irlandesa recluyó en estas infames instituciones a niñas y mujeres, cuyo estilo de vida o situación personal penalizaba, entre 1922 y 1996. Allí eran sometidas al constante control de las religiosas y a un trato inhumano de esclavitud y humillación, con continuos abusos físicos y síquicos.

Las asociaciones de víctimas han celebrado esta decisión, pero lamentan que aún no se haya habido una disculpa oficial.

Las cuatro órdenes que regentaban estos centros son las Hermanas de la Misericordia, las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad, las Hermanas de la Caridad y las Hermanas del Buen Pastor. Algunas fueron citadas en el «Informe Ryan» de 2009, que reveló que miles de menores fueron objeto de abusos sexuales y torturas en instituciones estatales regentadas por religiosos en Irlanda.