Amplia respuesta en Grecia a la tercera convocatoria de huelga general
Más de 25.000 personas participaron en la manifestación frente al Parlamento de Atenas en contra de las duras medidas de ahorro del Gobierno griego, en el marco de la tercera huelga general del año. Al término de las movilizaciones se produjeron fuertes choques con la Policía.GARA |
La tercera jornada de huelga fue convocada coincidiendo con la reunión de la Comisión de Finanzas del Parlamento griego, que debatió ayer el programa de ahorro aprobado por el Gobierno para aportar a las arcas públicas 78.000 millones hasta el año 2015, mediante privatizaciones y cierres de empresas públicas, recortes salariales y de pensiones y aumentos de impuestos.
A los participantes en la marcha, convocada ante la sede parlamentaria por la Confederación General de Trabajadores (GSEE), la Unión de Funcionarios Públicos (ADEDY) y el Movimiento de Trabajadores (PAME), se unieron miles de «indignados» griegos, que a semejanza del movimiento español 15-M, llevan días ocupando las principales plazas del país.
En total, tres marchas distintas coincidieron en la plaza Sintagma frente al Parlamento, en la que los manifestantes portaban pancartas con lemas como «Que se vayan los ladrones» o «No debemos, no pagamos, no vendemos».
Las manifestaciones transcurrieron sin apenas incidentes, pero al término de las mismas se iniciaron graves enfrentamientos después de que numerosos grupos de personas trataran de romper el cordón policial que rodeaba el Parlamento, tratando incluso de derribar una valla de dos metros que habían levantado las fuerzas de seguridad en torno a la Cámara.
Las calles alrededor del Parlamento ofrecían la imagen de un campo de batalla por la destrucción de contenedores y paradas de autobuses, devastadas tras los choques entre policías y grupos de personas que les respondían con piedras y bombas incendiarias.
La policía llevó a cabo una veintena de detenciones, aunque los arrestados fueron luego puestos en libertad.
Aeropuertos en marcha
La convocatoria de huelga, por lo demás, paralizó la circulación de trenes y barcos y afectó también a la prensa, pues se sumaron a ella los periodistas de todos los medios. Permanecieron también cerrados los bancos, los ministerios, los servicios al público, las guarderías infantiles y las empresas estatales en vías de privatización.
Los hospitales públicos atendieron únicamente casos de emergencia, los medios de transporte urbano hicieron paros por algunas horas y el comercio en Atenas cerró tres horas al mediodía.
La excepción esta vez fueron las aerolíneas y los aeropuertos, que funcionaron normalmente permitiendo los vuelos para no afectar al turismo, y un par de portales informativos en el ciberespacio que en los últimos meses suelen informar en directo de lo que ocurre en las manifestaciones.
La tercera jornada de huelga fue convocada coincidiendo con la reunión de la Comisión de Finanzas del Parlamento griego, que debatió ayer el programa de ajustes para aportar a las arcas públicas 78.000 millones hasta 2015.
El primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandréu, anunció a última hora de la noche de ayer que hoy mismo remodelará el Ejecutivo y a continuación pedirá un voto de confianza en el Parlamento, tras fracasar las conversaciones con la oposición para formar un gobierno de unidad nacional.
El mismo día en que miles de personas protestaban en las calles contra su proyecto de austeridad, Papandréu emitió un mensaje por la televisión nacional griega en el que reiteró su determinación a aplicar dichas medidas. «Voy a seguir por el mismo camino. El camino del deber, junto con el grupo parlamentario (socialista) y el gobierno», afirmó el primer ministro.
El Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok) cuenta con una mayoría absoluta de 155 escaños de un total de 300 en el Parlamento y requiere de 151 votos para que el nuevo programa de austeridad por valor de 78.000 millones se apruebe y Grecia pueda seguir recibiendo ayuda externa.
Añadió que pidió a la oposición que se sumara «al esfuerzo nacional, ya que el deber es nacional y no partidista». GARA
Las manifestaciones transcurrieron sin incidentes, pero a su término se iniciaron graves enfrentamientos después de que numerosos grupos de personas trataran de romper el cordón policial que rodeaba el Parlamento