La mejor temporada de Bizkaia Bilbao Basket
Primeros pasos desde la adolescencia a la madurez
Los hombres de negro han sufrido cuando han ejercido de favoritos, pero han mostrado un gran potencial.
Arnaitz GORRITI
«El bebé está creciendo», comentaba Fotis Katsikaris después del triunfo en la serie semifinal contra el Real Madrid. De esta forma tan gráfica y acertada, el técnico heleno dibujaba el espectacular crecimiento de un Bizkaia Bilbao Basket que ha empezado a dar sus primeros pasos hacia la madurez.
Digamos que el «bebé» era un adolescente con acné, gallos en la voz y complejos varios, porque las ambiciones de los hombres de negro estaban más allá de las infantiles necesidades de mantenerse. «Crecer», he ahí el verbo con el que predicaba Katsikaris, un crecimiento lento y doloroso, que se ha acelerado en la postemporada tras verse libre de todas las ataduras posibles.
Porque la temporada de los hombres de negro empezó muy bien, mostrándose a gran nivel cuando han podido correr, y mucho peor cuando han perdido la pelea del rebote y han tenido que jugar en media pista. Algunas derrotas, especialmente la sufrida en Valladolid y más tarde ante Lagun Aro GBC, o las padecidas ante Gran Canaria y Fuenlabrada -con pitos en la grada-, revelaron que aquel equipo estaba a medio cocer.
El inicio de una etapa bonita
Pero a partir de asegurar la clasificación para la lucha por el título, Bizkaia Bilbao Basket se ha soltado la melena. Con una defensa durísima -impresionó al mismísimo Xavi Pascual-, y un ataque donde amén la velocidad de Jackson y el tiro de tres tuvo en la notable mejora del ataque estático su mejor síntoma. Así cayeron Valencia Basket y Real Madrid, en un Bilbao Arena imbuido por aires infernales que, en la victoria y la derrota, elevaron a sus jugadores al borde del máximo de capacidad.
«Creo que merecíamos ganar un partido en esta final. Tengo que felicitar a mis jugadores por su temporada, los play offs, su sacrificio, su carácter. Y como me han dicho en el vestuario, esto es el inicio de una etapa muy bonita», anunciaba con aires de Casablanca el propio Fotis Katsikaris, pero anunciaba más aún. «Ves a los jugadores en el vestuario con lágrimas en los ojos y eso significa que están en camino de ser grandes. Es muy grande lo que han hecho, pero querían más, y eso da ilusión de cara al futuro».
Ahora, con la euroliga en lontananza, la clave estará en lograr un patrocinador -Gorka Arrinda esperaba cerrar «un sponsor para antes de final de temporada» allá por el mes de diciembre, aunque aún nada se sabe- y en atinar con los fichajes. La posible llegada de Raúl López y los rumores que apuntan a Sergi Vidal hablan de una clara apuesta por la experiencia, lo cual, en esta búsqueda de la madurez, no parece incoherente.
La plantilla de uno en uno
Le costó a Aaron Jackson hacer olvidar a Salgado; ahora el club bilbaino suspira por extenderle su contrato, ya que el de Hartford quiere triunfar en Europa, y Josh Fisher ofreció sus mejores minutos mientras ejerció de «temporero» de un defenestrado Javi Rodríguez. Blums y Vasileiadis han sido el claro paradigma de la irregularidad: capaces de enlazar rachas de acierto sublimes -el griego estuvo a punto de eliminar al Baskonia de la Copa- con actuaciones ridículas, mientras que Warren sólo espabiló -parcialmente- después de que Katsikaris amagara con cortarlo. Sólo Mumbrú ha rendido a su nivel, como alero y ala-pívot. Paco Vázquez ha ejercido de «líder espiritual».
Mientras, en el juego interior Hervelle ha acabado a gran nivel, fruto de haber arrancado más tarde -Martin Rancik lo suplió con calidad- por culpa de una lesión, mientras que Banic ha ofrecido regularidad, aunque ha acabado fallón en el tiro, fruto del agotamiento. Mavroeidis ha aportado rebotes y lucha, pero le falta calidad, mientras que Hernández-Sonseca, al que una lesión ha lastrado estos play offs, sigue tan irregular como en toda su carrera.
«Salvo dos o tres retoques, el equipo está hecho», afirma el presidente de honor Jon Arrinda. «El equipo ha adquirido una forma de jugar muy competitiva, que lo hará muy difícil de ganar, incluso en la Euroliga».
Bizkaia Bilbao Basket confirmaba ayer que Alex Mumbrú ampliará su contrato con el club bilbaino, por un período que se desvelará este mediodía en una comparecencia de ambas partes anunciada en el Bilbao Arena.
Después de una primera temporada más bien decepcionante, el alero badalonés ha ejercido de líder de los hombres de negro en su segunda temporada en Bilbo, tanto a la hora de aportar puntos o rebotes -en una aportación muy complicada, ya que ha tenido que rendir tanto en su puesto natural como en el de ala-pívot, una demarcación que no ocupaba desde su época junior- como a la hora de ejercer de «pegamento» sobre la cancha.
En estas dos temporadas, Mumbrú ha participado en 76 partidos de Liga ACB, ha jugado las dos ediciones de la Copa, una Final Four de la Eurocup y se ha proclamado subcampeón de la recién concluida liga, promediando en los 9 partidos de los pasados play offs 10,1 puntos -cuarto mejor anotador de esta fase-, 4,1 rebotes, 2,1 asistencias y 8,6 de valoración. GARA