Le preguntaban en un examen a un estudiante del antiguo BUP a ver qué era el comunismo. El alumno, mereciéndose al menos el aprobado por demostrar su ingenio, contestaba de forma escueta: «No lo sé, pero los rusos llevan sesenta años buscándolo y todavía no lo han encontrado».

Desde que -de forma extraoficial- se dio el pistoletazo de salida a la campaña electoral del Athletic, uno y otro candidato han hablado del llamado Gure estiloa, del estilo Athletic, no sobre el terreno de juego, sino referido a una filosofía de cómo ser, de cómo comportarse. Algo así como la «palabra de vasco», una norma no escrita pero que, por no estarlo, se asemeja más a una especie de Espíritu Santo, una «realidad espiritual» suprema que nadie ve, pero que se confía en que esté ahí.

Quien introdujo este sentimiento en el debate fue Josu Urrutia, que se planteó su candidatura como «una nueva oportunidad para demostrar el estilo del Athletic». Y precisó un poco más: «Ese Gure Estiloa del que hablamos se demuestra diariamente pero, en momentos excepcionales, todavía más, porque hay más gente que nos está mirando. Nosotros vamos a intentar mantener ese estilo, que es una seña de identidad. El Athletic saldrá fortalecido si hace las cosas como las ha hecho como siempre», explicaba.

La lección de nobleza de Zarra

El deustuarra sabe de lo que habla. Probablemente no tenga que explayarse mucho más. Lo ha mamado en sus 14 años vistiendo la zamarra que se enfundaron antes que él señores como Telmo Zarra -que en Málaga, con toda la portería vacía, tiró el balón fuera porque, sin querer, había golpeado al portero al regatearle y le había lesionado-. «A mí ese concepto de nobleza se me quedó grabado», ha dicho de aquella anécdota José Ángel Iribar. «Eso lo hemos mamado en el vestuario. Nosotros teníamos un estilo que era también una moral. Siempre quisimos ser ejemplares», añadía.

Urrutia tiene esa idea de Athletic en la cabeza -lo ha dicho-, y un vistazo a la hemeroteca en sus tiempos de jugador y capitán revela que Josu, donde dijo digo, ahora sigue diciendo lo mismo.

El ex-león echó el anzuelo y García Macua picó. «Nadie puede considerarse depositario de las esencias del Athletic, que son de todos», dijo tratando de zanjar cualquier atisbo de debate en un terreno donde tiene las de perder. «El problema no son los valores, sino la gestión», añadió queriendo acercar el ascua a su sardina.

«O se tiene o no se tiene»

Gure estiloa, estilo Athletic... ¿De qué hablamos? Obviando buscar la respuesta en las canteras de la Real u Osasuna, probablemente haya tantas como interpretaciones tiene la filosofía de captación de jugadores del propio Athletic.

Decía hace poco el periodista Patxo Unzueta -que siguió a los rojiblancos en sus últimos títulos y que acaba de reeditar su libro ``A mí el pelotón''-, que «me desagrada que hayamos acabando imitando lo que nos parecía tan mal en otros campos, como los insultos al portero rival cuando va a sacar de puerta; o la pitada a Iniesta, culpable de haber recibido una patada de uno de los nuestros; o a Cristiano, que lo es de jugar muy bien. Pero creo que no hemos perdido del todo el sentido común y sigue habiendo diferencias. El estilo, de todas formas, se tiene o no se tiene, no se proclama».

Unas palabras, estas últimas, que nos recuerdan a las declaraciones que uno de los veteranos del vestuario, Pablo Orbaiz, hizo hace tres temporadas cuando Bernd Schuster, desde el banquillo del Real Madrid, dedicó en el Santiago Bernabéu un corte de mangas al banquillo vizcaino.

Entonces el navarro volvió a dar una lección: «El Madrid a mí hoy ya me da igual. Me merece el mismo respeto que cualquier otro equipo de cualquier categoría. Yo creo que la educación se tiene o no se tiene, da igual la categoría que tengas. Nosotros sólo tenemos que portarnos bien, hacer las cosas con seriedad y demostrar que somos el Athletic y que sabemos comportarnos en cualquier lugar y tratar a todos igual».

Como un apretón de manos

Afirmaciones que nos ayudan a visibilizar un poco más qué es ese Gure estiloa. El periodista de Canal Bizkaia y seguidor rojiblanco Michel Goiri se refería estos días a ello en www.elathleticclub.com. Y lo interpretaba así: «Saberse un privilegiado, pero no demostrarlo con prepotencia. Saber ganar o perder con caballerosidad y respeto, porque sin rival no hay victoria posible. Y, sobre todo, estar orgulloso de unos colores que muchos sentimos muy dentro».

Roberto Lumbreras es autor de la web athleticmania.com, en la que analiza de manera pormenorizada y crítica la actualidad rojiblanca. Él tiene claro, como indica a GARA, que «el estilo Athletic entronca directamente con la esencia de este club centenario, con aquellos valores que están en el origen de su idiosincrasia, de sus señas de identidad fundamentales: Lezama y su filosofía de cantera por una parte, y Bizkaia y el fútbol vizcaino por la otra».

A su juicio, «es fundamental el hecho de que nuestros canteranos conozcan y mamen nuestra filosofía y este estilo Athletic desde pequeños, porque de ellos será el futuro de la institución y eso es más fácil en Bizkaia, el territorio con más aficionados rojiblancos por metro cuadrado».

José Luis Gómez, presidente de la Peña Athletic Club de la Euskal Etxea de Madrid, no reside en suelo vizcaino, pero es igualmente fiel seguidor de los `leones', y también ha querido compartir con este diario lo que él entiende por ese estilo. «Para mí, sería la manera de hacer y sentir Athletic que va más allá del fútbol. Es una forma en que se defienden unos valores como la lealtad, la nobleza y el respeto, en que la palabra o un apretón de manos significa tanto como una firma, en que no todo vale para ganar y debe imperar la entrega y la lucha por encima del resultado, y múltiples ejemplos que representan, no sólo una filosofía deportiva, sino un estilo de vida».

¿Que aún no les ha quedado claro lo que significa ese Gure estiloa del que tanto se habla? Quizá, entonces, sirvan las palabras que el presidente del Valencia Manuel Llorente dedicaba en su día en la revista oficial del Athletic a lo que él piensa que es y representa el club vizcaino: «Los once jugadores que saltan a un terreno de juego son el fiel reflejo de la entidad que representan, y el orgullo que siempre exhibe vuestro equipo por vestir la elástica rojiblanca es correspondido por el rival con una distinción que vale más que cualquier título, la del respeto y admiración».