En francés, uno de los epíteto de este iconoclasta y políticamente poco correcto personaje es «¡Crétins des Alpes!», y parece proceder de la supuesta extensión -en épocas pasadas- de la afección del cretinismo y bocio en las montañas alpinas por la falta de yodo.

Me viene esta expresión a la cabeza ante la noticia de la venta de dos montañas en los Alpes austriacos , el Grand Kinigat (2.690 m.) y el Rosskopf (2.600 m.), en total 1,2 millones de metros cuadrados propiedad pública de la Agencia Inmobiliaria Federal, que los había comprado en el 2001 por 300.000 euros. Aunque ahora, curiosamente, están en venta por 121.000, disparidad de precios que no nos pilla de sorpresa, que eso nos suena a recalificaciones de suelo habidas por nuestros lares.

Josef Ausserlechner, alcalde de las comunas afectadas del este del Tirol, declara: «Si en Grecia venden sus islas, ¿qué mal hay en que vendamos nuestras montañas?». Ya hay unos 20 compradores interesados. Otro insulto (verídico) que aparece en los Tintin franceses: «¡Politician!»