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Crónica | Expertos en la jornada contra la euroorden

Autoanálisis, diálogo, paciencia... y entender qué es un «conflicto político»

En la sala de conferencias donde se celebró la jornada contra la euroorden el sábado en Biarritz, no cabía ni un alfiler. Y es que aunque el tema analizado -resolución de conflictos políticos- está permanentemente en boca de todos, cuando menos en Ipar Euskal Herria no es habitual tener la ocasión de escuchar a ponentes de la talla de los que intervinieron.

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Arantxa MANTEROLA

Véronique Dudouet, especialista en procesos de desmilitarización y miembro del Instituto Berghof de Berlín, fue una de las cualificadas oradoras. Después de explicar los objetivos de la Fundación (la transformación de conflictos de resistencia y de liberación nacional en procesos para la construcción de la paz), para lo que fomentan un «autoanálisis» de los agentes implicados sobre cómo ven dicho tránsito, la investigadora expuso una serie de conceptos y principios generales que rodean dichos procesos.

Así, subrayó que, en lo que respecta a la «eficacia», resulta «ingenuo creer que se pueda dar una salida real a los conflictos sociales y políticos por medio de la fuerza». Otro de los principios insoslayables es la participación de todos los agentes implicados en el conflicto, «en particular aquellos que tienen la capacidad de incidir en su resolución». Y se refirió, entre ellos, a los «representantes legítimamente elegidos, que no pueden ser descartados».

Dudouet explicó que otro de los preceptos que guían su labor es la de «animar a la desrradicalización a través del diálogo». En ese punto recalcó lo «irreal» de pretender que las expresiones más radicales cesen totalmente en los albores de los procesos. «La renuncia completa a la lucha armada se da, normalmente, al final del proceso», añadió mencionando los ejemplos de Irlanda o de Sudáfrica.

La asesora del Parlamento Europeo también expuso el impacto que tienen las «leyes antiterroristas» en los procesos de paz y normalización: «Nuestras investigaciones muestran que estas políticas tienen un efecto negativo en los agentes implicados, pero asimismo también en la sociedad en general».

Según Dudouet, el abuso y generalización del término mismo de «terrorismo» y su utilización para radicalizar las leyes -desdeñando, en consecuencia, derechos básicos como la actividad política legal- es percibida como un «castigo colectivo por parte de la sociedad o de una comunidad». Ese proceder «desanima a participar en actividades políticas y fomenta la radicalización. Lo hemos comprobado claramente en Kurdistán, donde la ilegalización del PKK tuvo efectos catastróficos al paralizar el proceso en ciernes y acentuarse el conflicto».

Mediadores

La táctica de la ilegalización acarrea secuelas notables incluso para los propios mediadores, ya que cualquier relación con los agentes implicados («contactar con ellos, participar en un semanario junto a los mismos o pagarles un café durante la entrevista») puede ser calificado de «apoyo al terrorismo».

Fue en ese punto de la alocución donde realizó la única referencia a los estados español y francés y a sus «legislaciones de excepción,» antes de concluir que para llevar a bien un proceso de paz «hay que abolirlas y, asimismo, actuar a todos los niveles para denunciar los obstáculos y hacer comprender a los estados el interés de optar por instrumentos de entente que son más eficaces para resolver los conflictos».

La diputada irlandesa del Sinn Fein Thérèse Ruane tomó el relevo de la representante del Instituto Berghof y, tras manifestar que desde el norte de Irlanda «se está observando con gran esperanza lo que está ocurriendo en Euskal Herria», repasó brevemente la experiencia del proceso de paz de su país.

Subrayó aspectos como el del desarme, la liberación de los presos politicos y su aportación al proceso, el reconocimiento de todas las víctimas o la petición de crear una Comisión de la Verdad indepediente en la que están incidiendo actualmente.

La representante del Sinn Fein se animó a exponer algunas de las lecciones que han aprendido en el largo camino para la normalización que han recorrido y que, aún hoy, están recorriendo, ya que matizó que «la paz se va construyendo a diario». «Nuestros parlamentarios se enfrentan todos los días a nuevas sesiones negociadoras. Eso requie- re grandes dosis de paciencia», remarcó.

Esta fue precisamente su principal recomendación: «El proceso de paz necesita mucho tiempo y mucha paciencia, pero os aseguro que funciona».

Las referencias más nítidas a Euskal Herria vinieron, obviamente, de la mano de Xabi Larralde (Batasuna) y de Paul Ríos (Lokarri) pero la conclusión del debate ya la había avanzado, desde el principio, el mismo moderador. El profesor Jean-Pierre Massia indicó que las claves para la resolución de estos contenciosos se encuentran en las propias palabras con que se define: «Conflicto político». Es decir, hay que reconocer que existe un conflicto de naturaleza política y que, por ende, la solución definitiva vendrá a partir de medidas del mismo tipo.

 

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