Las cajas alemanas potencian su carácter público y las vascas, no
La transformación de las cajas vascas BBK, Kutxa y Vital en un banco privado, Kutxa Bank, ha abierto un debate sobre la necesidad y la conveniencia de esa transformación. En Alemania, son tractoras de la actividad social y económica y en la CAV se convertirán en competidoras directas de BBVA.
Juanjo BASTERRA
Aunque se ha informado por parte de BBK, Kutxa y Vital de la decisión que adoptaron los consejos de administración para transformarse en un banco privado, ninguno de sus presidentes Mario Fernández, Xabier Iturbe y Carlos Zapatero han explicado la razón de crear un banco, de carácter privado, y convertirse en competidores directos de BBVA, si resulta que las tres cajas de ahorro vascas son las más rentables y eficientes del sistema financiero español. Sólo el presidente de Kutxa respondió a las interpelaciones sindicales y expresó que la transformación obedecía a las «indicaciones del Banco de España». No deja de ser una verdad a medias, dado que esos procesos estaban diseñados directamente para cajas con problemas, que no es así en el caso de las vascas. Sin embargo, el modelo de cajas alemán se mantiene en su concepción pública, pegado al desarrollo de cada comarca e impulsa la actividad de las pyme, característica que supone que tengan casi la mitad de la cuota de mercado del sistema financiero, ya que controlan entre el 42% y el 45%.
En este sentido, Ekai Center, centro de investigación vinculado a la Corporación Mondragón, reconoció en su primer informe sobre este proceso, tras recabar información de las tres cajas vascas, que «no es correcto afirmar que los bancos son más eficientes que las cajas como consecuencia de las interferencias públicas de la segundas», porque a juicio de ese centro de investigación «el mercado bancario no es un mercado de libre competencia, sino un mercado muy regulado y condicionado directamente por la actuación pública de los gobiernos y los bancos centrales». Concluye en este punto indicando que «el control público puede ser un distorsionante menor que el control privado guiado en buena parte por la mutua influencia entre directivos de la banca y responsables políticos».
Además advierte que «intentar embarcarse en la ola reestructuradora de las cajas del Estado español para abordar una operación de desmontaje de una parte esencial del tejido social de nuestro país sería un subterfugio difícil de justificar y extraño a la tradicional transparencia de nuestras políticas públicas».
Las alemanas son rentables
Un informe del Grupo Financiero de Cajas de Ahorro en Alemania (Finanzgruppe) explica «el origen, estructura y factores de éxito» de ese modelo que se extiende por los 16 estados federales.
Las cajas tienen el 45% de cuota de mercado del ahorro de los alemanes y ofrecen el 44,1% de los créditos a las pyme, además un 71% de éstas pequeñas y medianas empresas mantiene una relación comercial con las cajas, que cuentan con una larga y profunda historia, porque la primera fue fundada en 1.778 en Hamburgo.
El Finanzgruppe reconoce que existe un consensos a nivel local, regional y estatal de la importancia de las cajas de ahorro» y se busca «su desarrollo continuo», pegado a las once federaciones, lo que se entiende como «un factor de éxito importante». El modelo de Cajas alemán es complejo. En un primer nivel, están las «landesbank», entidades de derecho público que son propiedades de un Estado y de la correspondiente Asociación Regional de Cajas de Ahorros, que son sus garantes plenos.
El segundo nivel lo constituyen las cajas de ahorros «sparkassen», entidades mayoritariamente de derecho público, que hasta hace poco eran garantizadas por las corporaciones locales o provinciales que las habían constituido. La actividad de estas Cajas es la banca comercial tradicional y su ámbito geográfico de actuación está limitado al área que operaba la garantía de las instituciones públicas.
Tras la aprobación este jueves de la transformación en un banco privado, BBK cuenta con el 57%, Kutxa, con el 32% y Vital con el 15%.
En el intento anterior de fusión en una caja, muy distinto al paso dado ahora, el reparto no otorgaba la mayoría absoluta a BBK, puesto que contaba con el 50%, frente al 35% de Kutxa y el 15% de Vital. No había una mayoría clara, que sí se produce en la actualidad porque Mario Fernández se empeñó en este desequilibrio con su afán de compra de otra caja o banco en el Estado español, que lo consiguió con Caja Sur. Pero, si Kutxa no entrara en la operación, BBK se quedaría con el 83,85% y Vital, con el 16,15%. En todos los casos, la caja vizcaina tiene la mayoría suficiente para imponerse a sus socios y tiene mucho margen si entran otros inversores dentro de 4 años, como reconoció BBK. J. B.