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«La Banca Ética Fiare será útil para la soberanía alimentaria»

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Txetxu Nuñez
Miembro de EHNE Bizkaia en el patronato de Banca ética Fiare

El pasado 20 de junio la asamblea de Banca ética Fiare eligió a Txetxu Nuñez, y a otros tres, para que entre en el patronato. Este representante de EHNE Bizkaia reconoce que este modelo de banca beneficiará y será útil para los baserritarras. Opina que el futuro de la agricultura, «que tiene muchos subsectores en bancarrota», pasa por la soberanía alimentaria y la llegada al sector de los jóvenes.

Juanjo BASTERRA

Txetxu Nuñez, de EHNE Bizkaia y miembro de la organización internacional Vía Campesina, forma parte del patronato de la Fundación Fiare de Banca Ética por acuerdo de la asamblea del pasado 20 de junio. Descubrió hace un año, «un banco con otras normas de funcionamiento», que sobresale por ser «un instrumento de transformación al servicio de la sociedad» y que, por lo tanto, «será un instrumento válido para los baserritarras para avanzar hacia la soberanía alimentaria», precisa.

¿Qué objetivo persigue EHNE al entrar en el núcleo de la Banca Ética Fiare?

Llevamos casi dos años de socios. Participé el año pasado en la asamblea de Fiare e hice personalmente un gran descubrimiento de algo que parecía una utopía, porque plantea que el primer objetivo no es el beneficio por el beneficio, sino que es un instrumento de transformación al servicio de todos colectivos que trabajan en la marginación generada por el neoliberalismo. En lo teórico fue una sorpresa muy grata. Me llevó a trasladar a la ejecutiva de EHNE Bizkaia el debate de lo que había escuchado y el enorme potencial que vi en ese proyecto. Después de cinco años de muchísimo trabajo, son un ejemplo excepcional de gentes diversas con las ideas muy claras en un proyecto como Fiare, que es una realidad palpable y en poco tiempo va a ser mucho más.

¿Cómo se planteó dar el paso?

Primero, un campesino, a parte de ser de EHNE, de Vía Campesina y tener su problemática sectorial, es un ciudadano también de este país. Como tal tenemos que participar y, sobre todo, si supone un apoyo a la agricultura. Estamos convencidos en EHNE Bizkaia que la defensa de la agricultura no está en un planteamiento sectorializado como se está haciendo desde el sindicalismo en este momento. El futuro está en tejer una serie de alianzas con la sociedad en base de a una propuesta de interés social, la soberanía alimentaria. Fiare puede ser un instrumento muy útil para el desarrollo de la soberanía alimentaria, planteado desde una manera alternativa. En este momento en que todas las cajas y los bancos están al servicio del neoliberalismo, no centran su eje de actuación en la problemática social; en cambio, Fiare da protagonismo a resolver ese problema social, que también es del campo.

¿La banca ética puede ser una salida para los jóvenes agricultores vascos?

Fiare, a parte de los productos bancarios tradicionales, puede crear instrumentos para la instalación de jóvenes, porque ha apostado por la defensa de la soberanía alimentaria. Cuando hablo de los jóvenes hablo de la defensa de la soberanía alimentaria y su desarrollo sobre los diferentes proyectos. Uno de los objetivos planteados al acercanos al patronato es llevar la sensibilidad y la problemática de los agricultores a la banca ética.

¿Hay inquietud entre los jóvenes?

El mayor problema del campo en este momento es la falta de renovación. No quiere decir que no haya jóvenes interesados, hay muchos. Lo que no hay son estructuras productivas a disposición de los jóvenes. Uno de los objetivos fundamentales en este momento en el sindicalismo agrario en Bizkaia es desarrollar todo lo que esté relacionado con los jóvenes. No faltan tierras, aunque las infraestructuras exageradas que se han puesto en marcha, han ocupado las mejores tierras de Euskal Herria. Ahí está la reivindicación histórica de EHNE del banco de tierras. No va como querríamos, pero avanza. No es un problema de tierras, sino de distribución de las mismas. Fiare tiene un papel enorme que jugar a la hora de dotar de instrumentos y medios financieros a los jóvenes, adecuados a la rentabilidad de las explotaciones agrarias. Los jóvenes son absolutamente necesarios y el campo es una oportunidad de empleo que no existe en otros sectores.

¿Los agricultores han tenido y tienen problemas con las entidades financieras?

Mientras hemos sido negocio no ha habido ningún problema, prácticamente todo el campo ha estado hipotecado. Cuando dejamos de ser negocio, igual que el resto de la sociedad, cada día tiene más problemas para atender al crédito y se olvidan de la vertiente social, el papel estratégico que dio el Gobierno vasco a la agricultura. Se olvidan de eso porque atienden al negocio exclusivamente. La vertiente social de la agricultura es producir alimentos sanos, respetables hacia el medio ambiente y a precios razonables para la sociedad. Nuestro papel como productores de alimentos se olvida.

¿Esta unión entre Fiare y EHNE Bizkaia ayudará a la sociedad?

Sí, sí. Estamos convencidos de que el desarrollo de nuestra propuesta de soberanía alimentaria avanza hacia el conjunto de la sociedad. Se va a publicitar a través de alianzas con los movimientos sociales, se denominará Etxalde. En octubre se realizará una asamblea general constituyente de todos los movimientos que quieran participar en defensa de la soberanía alimentaria, siempre teniendo en cuenta el cambio que se ha operado ya en EHNE Bizkaia, que decimos que es imposible la defensa sectorial por si misma. Si no hacemos una propuesta de interés hacia la sociedad, nuestro futuro es incierto, porque la función del agricultor es producir alimentos sanos a un precio razonable para el conjunto de la población.

¿Las administraciones no hacen nada?

Las administraciones siguen en el mismo esquema de siempre. Si haríamos un balance de todos los millones gastados a través de los diferentes presupuestos de diputaciones y gobiernos, también de la UE, para llegar al punto que estamos habría que alarmarse. Después de esas ayudas, los agricultores representamos menos del 1% de la población activa. Lo único que pedimos es una oportunidad al sentido común para desarrollar un proyecto ligado a la tierra, que va a tener una influencia inmediata en los costes de producción, una independencia respecto al modelo vigente, que es el conducido por las administraciones y que está llevando a la ruina al sector. Creo que tenemos derecho a exigir una oportunidad después del fracaso que se ha producido con la política agraria vasca. Nuestro reto político es conseguir que entre el 4% y el 5% de la población activa pueda vivir del campo desarrollando la soberanía alimentaria.

¿Se han malgastado las ayudas?

Todos, en alguna parte del trayecto, nos hemos equivocado, pero las administraciones se han equivocado en el modelo de desarrollo del sector. Tenemos sectores absolutamente en bancarrota, que facturan mucho dinero, pero trabajan para los proveedores y les queda la subvención, y en muchas ocasiones ni eso. Tienen que recurrir a la subvención para cubrir costes de producción con el modelo actual. La primera cuestión es que con el modelo actual no se puede continuar, no hay futuro. Porque básicamente sitúa al agricultor para producir materia prima para la agroindustria a través de las subvenciones de la PAC. Tiene que haber una toma de conciencia de la situación a nivel individual y colectivo, en la medida que se desarrolle conciencia y propuestas sobre el territorio, iremos sacando adelante al sector

¿La soberanía alimentaria es la única alternativa que queda para recomponer esta situación?

Sin duda. Hablar de soberanía alimentaria es hablar de creación de empleo, porque si no tenemos agricultores es imposible la soberanía alimentaria. Es el primer reto. Y una agricultura sostenible es mucho más competitiva, aunque no me gusta utilizar este término, que cualquier otra. No es un negocio para intermediarios, sino para el consumidor y para productor. Es hablar de sostenibilidad, de empleo, de medio ambiente, de toda una propuesta global.

¿Cree que las administraciones van a dar marcha atrás a esa política fracasada como la ha definido usted?

Les estamos trasladando propuestas, con la leche, con el queso. Son de sentido común. Somos conscientes de que los recursos son limitados, pero vamos a gastarlos de otra forma. Si hay que hablar de algún plan de reconversión, hagámoslo, pero con la condición de crear más empleo entre los jóvenes.

NEOLIBERALISMO

«Fiare es un instrumento de transformación al servicio de los colectivos que trabajan en la marginación generada por el neoliberalismo, los campesinos también tenemos esos problemas»

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«El futuro del sector primario se encuentra en tejer una serie de alianzas con la sociedad. En octubre se dará paso a Etxalde que conjuga ese interés global con la producción sostenible»

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«Fiare, a parte de los productos bancarios tradicionales, puede crear instrumentos para la instalación de jóvenes en el sector»

FRacaso

«Creo que tenemos derecho a exigir una oportunidad después del fracaso que se ha producido con la política agraria vasca»

«Las cajas vascas sólo buscan más poder»

¿Qué espera dentro del patronato de Fiare que tiene una función de dirigir ideológicamente el proyecto y velar por el cumplimiento de sus objetivos sociales?

Ser un instrumento político de primer orden y ser eficaces con la sociedad. Lo primero que tenemos que hacer es consolidar y construir este proyecto de banca ética, porque el mismo irrita a cajas y bancos del sistema neoliberal. Como EHNE Bizkaia haremos peticiones y aportaciones en este sentido para seguir con Fiare para expandir la base social del proyecto y, a la vez, atraer a ciertos espectadores muy cercanos que no se atreven a dar el paso, pero que necesitan un pequeño empujón. Tengo que decir que Banca Ética Fiare es un ejemplo de diversidad y confluencia de personas con ideas diferentes.

¿Cómo ve este proyecto de transformación de las cajas vascas en un banco?

Lo vemos como una operación que se nos escapa. Estamos viendo últimamente que hay una pérdida de capacidad política para tener un control de la situación en el sistema financiero. Este hecho nos motiva más, si cabe, para avanzar en Fiare. El problema de fondo es la pérdida de control político de la situación tras la crisis que generó el propio sistema financiero. Si vamos a la calle y preguntamos quién es el que manda, todo el mundo te dirá que son los bancos. Los gestores de las cajas quieren aprovechar este momento para ganar más poder, pero para alejarse del sentido común y social que tenían.

¿Hay que ser más éticos?

Por supuesto, hay que ser ético. Fiare es así. Una persona un voto; se ofrece el mismo interés a todos los ahorros. Todos los socios de Fiare pueden participar en la construcción y la decisión de hacia dónde van los ahorros. Tenemos que tener en cuenta que la transparencia que nos dicen que tienen otros actores del sistema financiero no es más que una falta de transparencia. Es un sistema opaco, no hay más que ver lo que ocurre. La ciudadanía debe conocer qué es la banca ética. J. BASTERRA

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