GARA > Idatzia > Kultura

CRíTICA festival de jazz de Getxo

El bajo de siete cuerdas y las baquetas voladoras

p054_f02_92x108.jpg

Javier ASPIAZU

De un pianista que comienza asemejándose a Oscar Peterson en el brío de su digitación y el ímpetu con que swinguea, continúa emulando a Bill Evans en la intensidad emocional que intenta imprimir a sus notas, y culmina, tras otros varios stándards, trasuntando a Bud Powell en el fulgurante encadenamiento de acordes, solo se puede concluir que es extremadamente versátil, o, permítaseme la ocurrencia, se ha empachado del eclecticismo de Keith Jarret.

En cualquier caso, el rumano Zorin Slat demostró en la jornada sabatina del Jazzaldi que es un firme candidato a mejor solista del certamen de grupos. Excelentes conocedores de la tradición musical, los miembros del trío derrocharon técnica y convicción, pero aplicados exclusivamente a material clásico. A la espera de lo que nos pueda ofrecer el resto de combos a concurso, sería prematuro extender la condición de favorito a todo el conjunto.

A continuación ocupó el escenario toda una celebridad del jazz rock, el guitarrista californiano Lee Ritenour. Al frente de un cuarteto en el que destacaba el oscarizado teclista Dave Grusin, ofreció un show muy americano, es decir, un espectáculo en que la brillantez formal y la contundencia sonora eclipsaron (salvo en contadas excepciones) toda autenticidad.

Tras la prolija sesión de halagos a nuestro bello entorno, la sucesión de éxitos, de rigor en estos casos, incluyó incontestables exhibiciones de calidad por parte de Ritenour, cuya digitación nítida y precisa, soberbia fluidez y dotes como improvisador no dejaron de suscitar admiración. Tanta como la que produjo al respetable el descomunal bajo de siete cuerdas de Melvin Davis, de amplísimo rango sonoro y potencia arrolladora. Su presencia en el ritmo de fondo (cual incansable abejorro funky, que a menudo impedía escuchar el piano de Grusin) fue una constante. Y las contundentes exhibiciones de slapping que protagonizó supusieron, a la vez, un tremendo disfrute para los aficionados y una oportunidad para practicar el estoicismo entre los reticentes. Pero, sin duda, el delirio se alcanzó con el malabarismo a las baquetas de Sonny Emmory, cuyo dilatado currículum, expuesto pormenorizadamente por el verboso Ritenour, no mencionaba estas habilidades circenses. Los dos números en solitario del septuagenario Grusin fueron una deliciosa anomalía en este espectáculo de relumbrón que acabó, imagínenselo, homenajeando a Bob Marley; por si faltara algo...

Ficha

Grupos: Zorin Slat trio / Lee Ritenour band.

Lugar: Plaza Biotz Alai (Algorta).

Fecha: 2-7-2011.

Asistencia: Aforo casi completo.

Precio: 15 euros.

Ficha

Título original:

«Le code a changé».

Dir: Danièle Tompson.

Intérpretes: Karin Viard, Dany Boon, Emmanuelle Seigner, Patrick Bruelr.

País: E. francés, 2009.

Duración: 100 m.

Género: Comedia coral.

Chucho Valdés actuará hoy en el festival con las entradas agotadas

El pianista cubano Chucho Valdés al frente de su septeto, The Afro-Cuban Messengers, actuará hoy en el XXXV Festival Internacional de Jazz de Getxo en el concierto estelar de la jornada (22.00 h., plaza Biotz Alai), para el que se han agotado las entradas.

Según informaron desde el Aula de Cultura de Getxo, Chucho Valdés (1941, Quivicán), «uno de los mejores pianistas del mundo y la figura jazzística cubana más importante en la actualidad», comenzó a tocar el piano guiado por su padre, el reconocido Bebo Valdés, y a los 14 años inició su actividad profesional en la orquesta Sabor de Cuba, dirigida por su progenitor.

Por su parte, el concierto de la sección «Tercer Milenio» (plaza Estación de Algorta, 19.00 horas) será del veterano pianista y compositor catalán Manel Camp, que actuará en cuarteto. Camp presentará en el festival vizcaino su nuevo trabajo, «Tangram». GARA