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Wimbledon

Djokovic demuestra por qué es el actual número uno mundial

El serbio ganó por primera vez el torneo británico frente a Nadal al explotar su gran momento de juego y los errores en momentos cruciales del manacorí.

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GARA | IRUÑEA

Novak Djokovic está llamado a acabar con la dictadura del dueto formado por Rafa Nadal y Roger Federer. El serbio demostró con su primera victoria en Wimbledon que está a la altura de las circunstancias y que ostentará el puesto de número uno del mundo con total merecimiento, desbancando al manacorí de esa privilegiada posición.

Dejando a un lado sus iniciales nervios, el balcánico se fue asentando sobre la hierba inglesa hasta el punto de dejar sin argumentos a su rival, que falló en los momentos claves, de lo que se benefició el vencedor. Sólo el primer set -las fuerzas estaban intactas por ambos contrincantes- fue de cierta igualdad. A partir de ahí, Djokovic, tomándose un respiro en el tercero, dominó con autoridad.

Fue en el décimo juego de la primera manga donde el envite comenzó a decantarse del lado serbio. El 30-30 del marcador se desequilibró con una bola clavada en la red que dejó Nadal, quien en la siguiente volvió a cometer otro fallo, provocando la ruptura de su enemigo. Ello le dio impulso a Djokovic para anotarse el primer set y salir lanzado en pos del segundo.

Tanto que en el primer saque del manacorí ya le había roto el servicio y volvió a repetir experiencia en el siguiente. Poco más de media hora -33 minutos- para ventilar una segunda manga que finalizó con un demoledor 6-1, que hacía presagiar un paseo para el balcánico ante el último ganador del torneo más prestigioso sobre hierba.

«El primero que vi por televisión»

Nadal trató de sacar su orgullo de campeón para, al menos, evitar que su casillero acabase vacío. Tiró de oficio y físico para en el tercer set imponer su ritmo y doblegar a Djokovic, que se lo tomó como un respiro antes de su asalto final. El deportista balear disfrutó de su mejor tenis, pero la suerte estaba echada. Sus equivocaciones acabarían por condenarlo.

Entre ellas, las dos bolas de break consecutivas que desaprovechó en la cuarta manga y que podían haber dado un vuelco a la final. El perdón del manacorí no lo desaprovechó su oponente, henchido de efectividad y acierto. Un Novak Djokovic que se movió incansable por la pista ya había dado con la puntilla, pese a que el español levantó una bola de partido, pero no pudo con la segunda.

«Todavía estoy durmiendo, me siento como en un sueño» acertó a decir el triunfador nada más terminar el partido. «Es muy difícil describir esto con palabras. Es el día más especial de mi vida porque acabo de ganar el que siempre ha sido mi torneo favorito. Wimbledon fue el primero que vi por televisión cuando era niño», confesó el serbio, tras dos horas y media de partido en la pista central.

En el otro lado de la balanza, Nadal reconoció que «fue imposible, jugué lo mejor que pude y volveré a intentarlo el próximo año», a la búsqueda del que sería su tercer título en Londres. El balear, que agradeció al público y a la organización que le hagan sentirse «como si estuviera en casa», felicitó a Novak Djokovic por su «increíble temporada» al haber perdido un solo encuentro en todo el año.

1,2 millones

El triunfo en Wimbledon no sólo le reportará gloria a Djokovic, sino también un suculento premio económico. El serbio se embolsará un total de 1,2 millones de euros, la misma cuantía que la ganadora femenina, Petra Kvitova.

campeón celíaco

Tras unas fuertes molestias en el estómago el año pasado en Australia, Djokovic descubrió que era celíaco, por lo que fue obligado a abandonar el gluten de su dieta, algo que, como se ha visto, le ha dado inmejorables resultados.

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