Aralar anunció ayer la apertura de un proceso de reflexión interno que conduzca a la conformación en Nafarroa de una alternativa a UPN, para la que, según explicaron, no cuentan ya con el PSN. «Ese tiempo ha pasado», zanjaron desde la formación de Patxi Zabaleta. La entrada del partido que lidera Roberto Jiménez en el Ejecutivo navarro, de la mano de Yolanda Barcina, parece que ha abierto definitivamente los ojos a los dirigentes de Aralar, que hasta hace unas semanas aún albergaban esperanzas de que la sucursal navarra del PSOE participara en una operación para desbancar a la derecha. De hecho, la posibilidad de una entente PSN-NaBai ha guiado los pasos de esta coalición y de sus integrantes en los últimos tiempos, a pesar del «agostazo» de hace cuatro años y descartando además otras opciones, como la de una unidad de acción entre fuerzas abertzales y progresistas que con el tiempo se ha confirmado como la verdadera alternativa a UPN.

Hace tiempo que el PSN abandonó cualquier opción de liderar un cambio en Nafarroa, y siempre que ha sido requerido para ello, ha cumplido con su cometido de apuntalar al Estado en este territorio. Por contra, el 22-M dejó en evidencia que una opción clara y unitaria en clave de izquierda y abertzale sí puede cambiar el mapa político navarro. Esa es la alternativa.