Hesjedal y Vandevelde, dos gregarios de lujo para un Garmin que está de fiesta
Garmin-Cervélo celebró ayer la fiesta de Estados Unidos en el Tour al lograr su segunda etapa consecutiva en un día en el que no sólo ganó y defendió el amarillo de Hushovd, además realizó un gran trabajo en el que participaron sus dos hombres para la general, Hesjedal y Vandevelde.
Joseba ITURRIA
Garmin fue capaz de controlar la etapa y llegar con Hushovd, Dean y Farrar en cabeza a los últimos 200 metros gracias a un trabajo de equipo del que no fueron ajenos Vandevelde -quinto en 2008 y octavo en 2009- y Hesjedal -séptimo en 2010-. «Para nosotros es mejor, te permite estar toda la etapa adelante y evitar caídas y por trabajar cinco minutos no pasa nada», destaca el canadiense. Vandevelde también trabaja sin problemas para sus dos sprinters: «Tenemos un equipo muy fuerte dividido en dos partes, uno para el sprint y otro para la montaña, pero todos debemos trabajar ahora».
Estados Unidos vivía ayer el día de su fiesta nacional y su ciclismo y el Garmin llevan dos días de festejos. El domingo los norteamericanos coparon los primeros puestos de la crono con Garmin, HTC, BMC y Radio Shack entre los seis mejores. Ayer Farrar ganaba su primera etapa en el Tour y daba la segunda a su equipo. Hesjedal apunta que la clave del éxito de los norteamericanos está en su predisposición al trabajo: «La mayoría vivimos en Europa, en Girona, y si tú vas a un país que está muy lejos de tu casa no es para irte de fiesta. No es fácil para nosotros. No tenemos a nuestra madre cerca para tomarte un café. Es muy duro y lo único que puedes hacer es trabajar». Tienen cuatro equipos en el Pro Tour y Vandevelde destaca que «nuestra mentalidad es diferente y gente con dinero quiere entrar en el ciclismo. Las principales marcas de bicicletas están en Estados Unidos y eso ayuda».
Garmin no sólo quiere destacar en el llano y sitúa a los dos como opciones para la general y ambos lo ven positivo: «Es mejor tener dos líderes que uno», dice Hesjedal, mientras que Vandevelde recuerda que «en toda mi carrera me ha tocado correr con otro líder en mi equipo, en Garmin con Wiggins. Lo importante es que he pasado dos años muy malos y que esta temporada todo ha ido muy bien».
Ryder Hesjedal fue una de las revelaciones del pasado Tour: «Todo es cuestión de confianza. Con el tiempo tienes más experiencia y cada año ves que puedes estar más arriba. No me planteaba acabar entre los siete primeros y éste tampoco quiero marcarme una meta. Para mí se trata de acabar lo mejor posible». Vandevelde apunta que «yo tampoco me marco un puesto, sólo quiero salir limpio del Tour en los primeros días. Si no nos pasa nada malo tenemos buenas opciones».
Su séptimo puesto en el Tour ha provocado que a Hesjedal se le siga mucho en Canadá, un país en el que destaca que el ciclismo gana terreno: «Cada año hay más ciclistas importantes y obtenemos buenos resultados en pista, en BTT y también en la carretera».
Entre el BTT y la carretera
Hasta que 2008 dio el salto definitivo a la carretera, desde 2002 Hesjedal la alternó con la mountain bike. Ese año corría en el Subaru Gary Fisher en BTT y en el Rabobank continental en ruta. Fue Nico Verhoeven el que le propuso correr en carretera: «Me vio en una carrera en la que no había muchos extranjeros y que disputé con la selección canadiense y, al conocer mis éxitos en la BTT y al verme ese día, me llamaron». Pero no dio al salto al Rabobank porque seguía centrado en la BTT hasta que US Postal le fichó en 2004 por mediación de Trek: «Tenían la misma marca de bicicletas y por eso me ficharon. Es como si corres con el Orbea en BTT y vas al Euskaltel».
En 2006 pasó a Phonak, con el que acabó cuarto en la Volta, pero siguió centrado en la BTT porque «en ruta sólo corría en primavera, que eran clásicas muy duras, Luego me centraba en la BTT hasta que en 2008 dije que no quería seguir más. Ese año tuve mala suerte en el Mundial y en los Juegos. Tuve una caída malísima preparándolos y después de beijing entendí que no podía hacer más BTT, que había completado un ciclo. Con 26 años no tenia más alicientes y me centré en la ruta».
Ahí comenzó una progresión en la carretera que le llevó a ser séptimo en el Tour: «Yo sabía que subía bien, porque para destacar en BTT tienes que ir bien para arriba. Al principio cuando me vi con los mejores fue una sorpresa, pero eso me dio confianza y ves que puedes subir mejor de lo que piensas».
Bingen Fernández, director del Garmin, declaraba antes del inicio de la etapa de ayer y de vivir la segunda alegría con Farrar que el objetivo del equipo es «defender el liderato de Hushovd el mayor tiempo posible. A ver si lo logra en el Muro de Bretaña. Pasa bastante bien la montaña, el primer día demostró que era uno de los más fuertes aunque a un segundo está Evans, que está fuerte. No se si BMC estaría interesado en coger el amarillo, porque debería trabajar, aunque un maillot siempre es bueno cogerlo».
Por eso el de Bermeo tiene claro que «cuantos más días tengamos el amarillo mejor. No tenemos un Contador o un Andy, que deben guardar al equipo para la general para los últimos días. Tenemos un equipo compensado con ciclistas que van bien en la montaña y otros que van bien en el llano y a éstos tenemos que exprimirlos ahora para mantener el maillot».
De cara a la general mantiene la fe en Hesjedal y Vandevelde: «Han perdido unos segundos, pero tampoco es una pérdida exagerada. Estamos bien». Joseba ITURRIA