Juicio por el «caso Bateragune»
El jefe policial no ve «nada novedoso» en la izquierda abertzale
Al policía número 19.242, señalado como el mayor experto sobre la izquierda abertzale y clave en numerosos macrosumarios, le espera hoy una dura batalla con las defensas después de lo dicho ayer, cuando respondió a las acusaciones sin aportar prueba alguna. El principal policía-perito ratificó la imputación, pero dejando ver que es producto de una simple tesis policial según la cual el MLNV funciona básicamente como en 1974. «No es novedoso», dijo varias veces.
Ramón SOLA | MADRID
En un momento de la sesión de ayer del juicio a ocho militantes de la izquierda abertzale, el fiscal preguntó al renombrado policía 19.242 si en la nueva estrategia adoptada por la izquierda abertzale «ETA se reserva un papel de vanguardia». El agente, parapetado tras el biombo, respondió así: «Es que ETA es la vanguardia». Este apriorismo es el resumen de su intervención de dos horas, caracterizada por tesis preconcebidas como ésta pero sin datos que la validen.
Acto seguido, el agente 19.242 se remontó casi cuatro décadas atrás -la mitad de los imputados en esta vista no había nacido siquiera- para explicar una vez más que en 1974 José Miguel Beñaran, Argala, diseñó la estrategia del «desdoblamiento», basada en un criterio político-militar en el que ETA cohabitaría con organizaciones legales. Para el perito, sustancialmente nada ha cambiado desde entonces, ni siquiera en el periodo que se juzga, donde cualquier observador imparcial percibe distanciamientos claros e incluso posiciones enfrentadas. Sólo acepta que se van produciendo algunas variaciones coyunturales, pero siempre bajo el mando de ETA.
El perito experto en «inteligencia» sobre la izquierda abertzale se remontó incluso más atrás, hasta la V Asamblea de ETA celebrada en 1967. Cuando a Arnaldo Otegi se le preguntó en la primera sesión por esos documentos, respondió así al fiscal: «Me habla usted del Pleistoceno». Sin embargo, en la tesis policial sigue vigente aquel planteamiento, de modo que no hay «nada novedoso», ni siquiera tras el debate interno que concluyó con una apuesta nítida por las vías políticas y el rechazo de toda violencia. Simplemente, «en toda su historia ETA ha sabido adaptarse a la presión del enemigo», dijo el 19.242.
Según su interpretación, las únicas novedades de este momento histórico son que ETA busca una acumulación de fuerzas soberanistas distinta, ya que se deja fuera al PNV, y también que ha declarado un alto el fuego permanente, verificable y general. «Pero no se ha disuelto ni ha tomado esa decisión», manifestó inmediatamente. De hecho, dijo que uno de los últimos detenidos llevaba material electrónico para hacer explosivos o que el último estaba intentando robar un coche. En ese punto, el fiscal le planteó si descarta entonces que el proceso de la izquierda abertzale haya tenido repercusión en ETA y sus decisiones. Tras dudar unos segundos, este agente clave en la mayoría de los macroprocesos políticos indicó que no aprecia un cambio «en la medida en que un documento de ETA de diciembre de 2008 está en el inicio» de todo este movimiento.
Todas sus respuestas a las dos acusaciones se cobijaron dentro de este criterio preconcebido del «todo es ETA». Así que cuando se le plantearon factores objetivos como el actual cese de actividades armadas de esta organización, el perito recurrió otra vez a decir que «no es novedoso» y lo completó con esta metáfora: «Esto es como un edificio. ETA quiere llegar al quinto piso, ahí está su objetivo, pero para eso no sólo hacen falta escaleras, también descansillos». Según su diagnóstico policial, lo que ocurre ahora es un «parón» más, como los anteriores.
«Lo fuimos perfilando»
El mando policial ratificó la tesis central, por tanto, pero la dejó vacía a nivel probatorio en lo que se refiere al famoso Bateragune y a sus componentes. Explicó a la Sala que las FSE tenían claro que las catorce personas que ofrecieron la rueda de prensa de marzo de 2009 suponían la «comisión» dirigente de la izquierda abertzale por sus paralelismos en estructura y reparto con otro órgano anterior de 2006, pero no dejó claro cómo saltan desde ahí hasta el supuesto Bateragune, ni por qué señalan concretamente a estos ocho acusados.
«Lo fuimos perfilando, viendo detalles, nos fuimos dando cuenta poco a poco», señaló con ambigüedad. Aportó datos tan escasos como que, en la redada, en una mesa de la sede de LAB se halló una anotación manuscrita que decía «Bateragune».
Llamó la atención también que el policía 19.242 incidiera varias veces en definir a los acusados como «colaboradores» de la organización. Como quiera que se les imputa «integración», por lo que se piden nada menos que diez años de prisión, el fiscal pidió al agente que explicara qué relación exacta cree que tienen con ETA. «Son miembros», dijo entonces el perito.
Muñoz y miembros de LAB
Antes de esta declaración había concluido la fase de testigos con la intervención del actual dirigente de ELA, Txiki Muñoz, que fue en la línea de las realizadas la pasada semana por su predecesor, José Elorrieta, y por los dirigentes de EA.
Muñoz narró que también visitó a Otegi en Martutene en 2008 y allí «por vez primera se nos planteó muy claro que había que abrir una fase por medios estrictamente civiles y democráticos». Consideró lógico que se optara por realizar un debate interno, teniendo en cuenta que «ese sector siempre ha buscado una gran cohesión interna». Y añadió que los hechos posteriores avalan esa iniciativa de la izquierda abertzale.
Tampoco Muñoz perdió la ocasión de elogiar a los acusados. Explicó al tribunal que ELA «concede gran mérito» a su cambio de estrategia, y más aún al haber conseguido materializarlo «desde la ilegalidad». Como dato añadido, apuntó que a su sindicato le preocupó mucho la redada de octubre de 2009 y que fue promotor de la manifestación multitudinaria de Donostia, cuatro días después.
La sexta jornada se completó con la declaración de tres dirigentes de LAB que confirmaron el testimonio de los acusados sobre las reuniones y visitas a la sede, así como sobre la detención improvisada de Rafa Díez.
Curiosamente, mientras el jefe policial insistía en el juicio en que «no hay nada novedoso» en la izquierda abertzale, la Cadena Ser filtraba un informe de esos «servicios de información» que apunta justo a lo contrario. El titular de su web era ``Desaparece Ekin, el aparato político de control de ETA sobre la izquierda abertzale''. Y el subtítulo: ``ETA acepta que la izquierda abertzale tome las riendas políticas del entorno del Movimiento de Liberación Nacional Vasco». Otros medios de comunicación que se hicieron eco del tema hablaban de «disolución».
Según ha podido saber GARA, Ekin se encuentra, efectivamente, en un proceso de debate muy avanzado sobre el momento actual y su labor política en este contexto. Si la filtración intentaba achacar la posible decisión al acoso policial, lo cierto es que el debate interno busca otra cosa: evaluar la labor militante desarrollada, en los últimos años en particular. A nadie se le escapa que algunos de los postulados defendidos por Ekin han sido fuertemente cuestionados por la base social de la izquierda abertzale. El debate interno busca situar a la militancia que hasta ahora ha tenido Ekin como referencia en las claves del proceso democrático en marcha.
Pese a que el Estado español está intentando dar un perfil muy bajo a este juicio, desde distintos puntos del mundo llegan muestras cualificadas de denuncia y de solidaridad con los acusados. Ayer se conoció, por ejemplo, una nota del Partido Comunista de Sudáfrica (SACP) que respalda su labor política e insta a afrontar el conflicto mediante el diálogo. Y también una carta de diputados del Congreso argentino, cargos electos, representantes políticos, sociales y culturales dirigida a José Luis Rodríguez Zapatero para pedirle que ponga en libertad a Otegi, al que citan como «destacado militante vasco».
Por lo que respecta a Europa, a los posicionamientos ya conocidos de personalidades catalanas o de Sinn Féin, se suma la voz del diputado en el Parlamento sueco y ex europarlamentario Jens Holm, que se muestra convencido de «la dedicación personal y política de Otegi al desarrollo del proceso de paz», y añade que «su encarcelamiento resulta un obstáculo a este objetivo y es contrario a los estándares básicos de derechos humanos».
Elisabeth Naucler, jurista y diputada en el Parlamento finlandés, anima al Estado español a «crear una atmósfera que ayude a resolver el conflicto vasco». E Ingrid Baltzersen, diputada en el parlamento de Oslo (Noruega) y miembro de la Red Gernika, demanda el fin del juicio ya.
Eric Defoort, presidente de la Alianza Libre Europea (ALE) -partido político europeo formado, entre otros, por el SNP escocés, la N-VA flamenca, Plaid Cymru galés y otros muchos partidos de naciones sin Estado- ha declarado que «el `caso Bateragune' es un desgraciado ejemplo de persecución política, un juicio antidemocrático que demuestra que prácticas del antiguo régimen siguen existiendo». Para Eric Defoort, Madrid «debería comprometerse con la paz y el dialogo en lugar de realizar persecuciones políticas y generar conflicto».
Eva-Britt Svensson, eurodiputada sueca y vicepresidenta del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea, ha manifestado que «en nombre de la lucha contra el terrorismo no podemos justificar violaciones de nuestros derechos democráticos a organizarnos y expresar nuestra opinión. Apoyo el proceso de paz en el País Vasco y apoyo la creación de Sortu para que pueda alcanzar sus objetivos por vías democráticas y pacíficas». La demanda de luz verde para el nuevo partido de la izquierda abertzale también es una constante en Europa.
Ulla Jelpke, diputada en el Bundestag alemán, da «la bienvenida a la nueva orientación política de la izquierda abertzale, que aboga por el fin del conflicto armado». Considera que «los únicos que pueden decidir son los vascos y las vascas». Jelpke se muestra segura de que «la nueva estrategia de la izquierda abertzale contribuirá a deslegitimar aún más el aparato de represión del Estado español».
Alfonso Cuesta, portador de la Medalla al Mérito de la República Federal Alemana, considera que los ocho independentistas «no deben ser condenados por una farsa judicial». Y Comités de Solidaridad y Euskal Herriaren Lagunak de todo el mundo se solidarizan con los procesados.
